La jefa de sección de Dermatología del Hospital Infanta Sofía de Madríd Rosa María Díaz.
Con la llegada del verano cunde el pánico entre la gente para no
padecer melanoma. Protección solar, gorras y sombrillas en la playa parecen servir de poco cuando el pánico ya ha invadido a las personas. Sin embargo, no siempre todo el mundo tomas las precauciones necesarias ante la exposición al sol, algo que puede desencadenar en el
desarrollo de un melanoma o cáncer de piel.
El melanoma supone un cuatro por ciento de todos los cánceres cutáneos, pero es responsable del 75 por ciento de las
muertes por cáncer de piel, teniendo una alta tasa de mortalidad según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). ¿Existe un excesivo miedo? La jefa de sección de Dermatología del Hospital Infanta Sofía de Madrid,
Rosa María Díaz, responde.
“Al vestir de forma más ligera se aprecian
lesiones cutáneas que durante el invierno los pacientes han controlado y aunque no quieren dejar de tomar el sol, saben que la
exposición solar sin protección es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer cutáneo. Esto lleva a un aumento en el número de derivaciones por Atención Primaria”, asegura Díaz.
En la comunicación con el paciente, es necesario dejar claro qué peligros existen, qué efectos tiene y no hacer oídos sordos a los consejos de los dermatólogos. Hay demasiados mitos en torno a las cremas solares, los remedios para quemaduras o los “prometedores” productos y dietas que incrementan el moreno en la piel.
"Es necesario educar de forma sencilla al paciente ante el cáncer de piel"
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“¿Qué dismitificaría? Lo primero que el fotoprotector sólo protege si se aplica bien, media hora antes de descubrirse o de salir a la calle y se renueva cada dos horas y no es para tomar el sol, sino para protegerse del que ya nos da normalmente.También informar que además hay que llevar sombrero, gafas de sol adecuadas y camiseta”, aconseja la doctora Díaz.
Educar al paciente, lo más importante
Bien sea en colegios, instalaciones deportivas, playas, empresas o cualquier lugar público. Para Rosa María Díaz la
educación es primordial tanto en la relación con el paciente como con la salud de los mismos. Considera que
pese a que "se repite hasta la saciedad" en las consultas: "Es necesario
educar de forma sencilla al paciente ante el cáncer de piel para conseguir no solo que las personas se protegan del sol sino también que vigilen sus lesiones o incluso las fotografíen".
Un
control exhaustivo de la piel ayuda a un diagnóstico precoz y evita problemas de mayor índole como puede ser el melanoma. "Es un
tipo de cáncer frecuente en España porque es un país con muchas horas de sol, con muchos pacientes que estuvieron expuestos o siguen estándolo. Además, aquí gusta tomar el sol. Por eso, espero que a medio plazo consigamos cambiar los hábitos de la población", alerta esta dermatóloga.
Un campo de estudio muy necesario
Preguntada por el
45º Congreso Nacional de Dermatología y Venereología de la Academia Española de Dermatología y Veneorología (AEDV), Rosa María Díaz hace un balance muy positivo de las jornadas vividas hace unas semanas en Madrid. No sólo por el debate constructivista realizado entre los profesionales médicos sino también por el trabajo conjunto de todos los especialistas que allí se dieron cita."El taller de comunicación con el paciente que organizamos la doctora Pilar de Pablo del Hospital del Tajo y yo fue un éxito. Las ponencias fueron muy interesantes. El tema gusta, lo necesitamos en nuestra práctica y que vamos a intentar ampliar el tiempo dedicado al tema en el próximo congreso nacional", concluye.
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