Ricardo Martínez Platel / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid
Expertos reunidos en el Foro Sanidad y Derecho, organizado en el Hospital La Paz, han abordado la importancia de la historia clínica (HC) de cara a un proceso judicial, ya que aunque su ausencia no es en sí misma condenatoria, una mala elaboración puede resultar determinante para demostrar que la actuación médica no ha sido idónea.
De izquierda a derecha: el abogado Emilio Lizárraga; José Ramón Díez, profesor-tutor de la UNED; la moderadora Rosario Padilla; María José Delgado, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria; Juan Manuel Ramos, jefe de Servicio de Archivos del Hospital Ramón y Cajal; y la abogada Carmen Fernández-Bravo. |
Juan Manuel Ramos, jefe de Servicio de Archivos del Hospital Ramón y Cajal, ha explicado que "la HC es un guión que demuestra lo que estamos haciendo y puede ayudar a disminuir los errores". "El acto médico se convierte en una cadena de responsabilidad, que obliga a saber qué ha hecho el predecesor y como prueba procesal justifica el buen hacer", según ha subrayado Ramos, que ha expuesto "la importancia de los protocolos y de los documentos estandarizados".
José Ramón Díez, profesor-tutor de la UNED. |
José Ramón Díez, profesor-tutor de la UNED, ha destacado que la HC por su naturaleza tiene una vertiente de obligación deontológica para el facultativo, como refleja el Código de la OMC de 2011 y atesora una relevancia a nivel jurídico. Así, ha asegurado que es un instrumento que "puede convertirse en el mejor o en el peor aliado del médico en un proceso judicial".
María José Delgado, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, ha reconocido que la HC es un modo de prueba, ya que se ha convertido en un "documento médico-legal", que sirve para evaluar la lex artis. Algo en lo que ha coincidido el abogado Emilio Lizárraga, que ha comentado que "es algo que el juez tiene muy en cuenta, por lo que es esencial para el profesional sanitario". Asimismo, ha aclarado que además es una exigencia deontológica que se convierte en "un derecho y un deber del médico a la hora de redactarla para la asistencia al paciente, no solo como prueba".
En este sentido, la abogada Carmen Fernández-Bravo ha apuntado que se trata de "un elemento integrador de la atención al paciente, cuya redacción concreta y coherente va en beneficio de todos". También ha recordado que la falta de anotaciones puede suponer que la Administración sea responsable al no haber documentado debidamente y no obedecer a la lex artis.