Valentín Fuster, director general del CNIC y uno de los autores principales del trabajo.
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en colaboración con un equipo de científicos de la
Universidad de Rockefeller de Nueva York (EEUU), han demostrado que el
tratamiento con el fármaco dabigatrán, un
anticoagulante oral de acción directa, es capaz de retrasar la aparición del alzhéimer en ratones.
En concreto, según los resultados publicados en 'Journal of the American College of Cardiology', d
espués de un año de tratamiento con dabigatrán, los
animales no experimentaron
pérdida de memoria ni disminución en la
circulación cerebral. Asimismo, esta terapia disminuyó la inflamación cerebral, el daño vascular y redujo los depósitos del péptido amiloide, signos típicos de la enfermedad Alzheimer.
En los últimos años se ha descubierto que este tipo de demencia, que afecta a
más de 30 millones de personas en el mundo, está asociada a una
disminución en la
circulación cerebral, de manera que las
células del cerebro no reciben todos los
nutrientes y oxígeno necesarios y mueren.
Asimismo, se sabe que el alzhéimer es un
trastorno multifactorial con un componente protrombótico crónico. Ante este escenario, el nuevo estudio ha combinado técnicas fisiológicas y moleculares para demostrar que la anticoagulación a largo plazo con este medicamento mejora la patogénesis del alzhéimer en un modelo de ratón transgénico.
El número de pacientes con alzhéimer se triplicará en 2050
Debido al
progresivo envejecimiento de la población, se estima que el
número de personas que padecerán
alzhéimer se triplicará en
2050, puesto que cada tres segundos se produce un nuevo caso en el mundo y, desafortunadamente, los tratamientos aprobados hasta la fecha solo ayudan temporalmente con los problemas de memoria, pero
no consiguen detener ni revertir los síntomas.
Dabigatrán, gracias a su "
elevada eficacia y
menor número de efectos secundarios" que otros anticoagulantes clásicos, está aprobado para su uso en
diferentes enfermedades humanas. "Este descubrimiento supone un avance importante para trasladar nuestros resultados a la práctica clínica y conseguir así un
tratamiento eficaz para la e
nfermedad de Alzheimer", ha comentado la investigadora Miguel Servet del CNIC y responsable del estudio,
Marta Cortés Canteli.
Asimismo, el director general del CNIC y uno de los autores principales del trabajo,
Valentín Fuster, ha recordado que las enfermedades neurodegenerativas están profundamente
ligadas a la patología de los
vasos cerebrales, por lo que ha aseverado que el
estudio del nexo cerebro-corazón en las
enfermedades neurodegenerativas es el "
reto de la próxima década".
A la espera de futuros análisis en humanos, los investigadores consideran que este estudio sugiere que dabigatrán podría ser un posible tratamiento futuro para
normalizar la circulación cerebral en enfermos con Alzheimer. "Para llevar a cabo ese tratamiento individualizado será necesario desarrollar una herramienta diagnóstica que identifique aquellos pacientes con alzhéimer que presenten
tendencia a coagular. Esa es una de las líneas de investigación en las que nos vamos a centrar en los próximos años", ha zanjado Cortés Canteli.
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