La actualización apuesta por una atención más personalizada en la que el paciente sienta que el manejo de su enfermedad se ajusta a sus necesidades.
La
Sociedad Europea de Cardiología (ESC) ha actualizado las guías de Fibrilación Auricular (FA) y sus principales novedades giran en torno a un
enfoque multidisciplinario centrado en el paciente, así como en el cribado. Esta patología es uno de los trastornos del ritmo cardíaco más comunes con complicaciones asociadas, como el ictus isquémico, la
insuficiencia cardíaca y el tromboembolismo.
Concretamente,
uno de los aspectos que se incorporan ahora es el marco AF-CARE, es decir, el manejo de la fibrilación auricular. Ahora se basa en cuatro pilares: la
gestión de comorbilidades y factores de riesgo; la prevención del ictus y el tromboembolismo; la reducción de los síntomas mediante el control del ritmo y la frecuencia; y la evaluación y
reevaluación dinámica del paciente.
El enfoque AF-CARE se distingue por su apuesta por un
manejo multidisciplinario centrado en el paciente, con una atención especial en la educación y la toma de decisiones compartida entre pacientes, cuidadores y profesionales de la salud. El objetivo es una
atención más personalizada en la que el paciente sienta que el manejo de su enfermedad se ajusta a sus necesidades.
Asimismo, en esta actualización se ahonda en los
diagnósticos precisos y tempranos para mejorar el tratamiento de la
fibrilación auricular. Desde la ESC recomiendan la ecocardiografía transtorácica en pacientes con diagnóstico de fibrilación auricular, especialmente cuando los resultados pueden influir en las decisiones de tratamiento. Además, la confirmación del
diagnóstico mediante un electrocardiograma es esencial para establecer un diagnóstico de fibrilación auricular clínica y comenzar la estratificación del riesgo y el tratamiento.
Por otro lado, en cuanto a gestión de
comorbilidades y factores de riesgo, los documentos actualizados de 2024 subrayan la identificación y tratamiento de condiciones como la
hipertensión, insuficiencia cardíaca, diabetes tipo 2, obesidad y apnea obstructiva del sueño, todas las cuales están asociadas con un mayor riesgo de fibrilación auricular. Como ejemplo, se recoge el uso de inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 en pacientes con insuficiencia cardíaca y fibrilación auricular para
reducir el riesgo de hospitalización y muerte cardiovascular.
Anticoagulación oral en fibrilación auricular
En esta misma línea, también añaden
recomendaciones actualizadas sobre anticoagulación oral. "Se recomienda la anticoagulación oral en todos los pacientes con fibrilación auricular clínica que presenten un riesgo tromboembólico elevado para prevenir el ictus isquémico y el tromboembolismo", detalla la guía. A lo que añaden la importancia de usar la puntuación CHA2DS2-VA, la
reevaluación periódica del riesgo tromboembólico, la anticoagulación en fibrilación auricular subclínica detectada por dispositivos y la dosis reducidas de anticoagulantes orales directos.
Otro aspecto relevante que especifican en la
nueva guía es la prevención, enfocada en el cribado para fibrilación auricular. Sobre ello, se establecen
nuevas estrategias de cribado para la fibrilación auricular, basadas en factores de riesgo y edad: se recomienda un enfoque de cribado prolongado no invasivo basado en electrocardiograma para
individuos de 75 años o más, o de 65 años o más con factores de riesgo adicionales, con el fin de detectar de manera temprana la fibrilación auricular y mejorar los resultados de salud.
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