Julián Pérez-Villacastín.
La
Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha presentado los datos de una encuesta sobre la situación laboral de los jóvenes cardiólogos, liderada por el
Grupo de Jóvenes Cardiólogos de la SEC y cuyos resultados se han publicado recientemente en
Revista Española de Cardiología (REC). Este trabajo indica que el 67 por ciento de los jóvenes cardiólogos españoles
continúa su formación tras la residencia. De estos, un
14 por ciento lo hace sin cobrar, un
9 por ciento cobrando menos que el Salario Mínimo Interprofesional (
SMI), un 27 por ciento percibiendo entre 12.000-18.000 euros brutos al año y el 64 por ciento tiene que recurrir a una segunda actividad remunerada.
Al salir al mercado laboral, el
80 por ciento encuentra trabajo, pero en su mayoría se trata de contratos
eventuales o
becas. Los encuestados tienen una media de edad de
36 años y, de ellos, el 12 por ciento sigue
becado, un 35,8 por ciento firma
contratos eventuales sine die, un 5,2 por ciento hace
sustituciones y un 32,2 por ciento es
interino.
El 43 por ciento ejerce su profesión en
un lugar distinto al de su formación (el 93 por ciento en otra comunidad autónoma y el 7 por ciento en otro país). En cuanto al ámbito asistencial, el 67 por ciento trabaja únicamente en la
sanidad pública, el 4 por ciento exclusivamente en la
privada y el 29 por ciento en
ambas. El presidente de la SEC,
Julián Pérez-Villacastín, manifiesta que “las autoridades sanitarias deben contemplar una
mayor flexibilidad para poder implementar cambios organizativos que permitan solucionar los problemas a los que se enfrenta la Cardiología actual”.
Por su parte,
Juan José Gómez Doblas, vicepresidente de la SEC y presidente del Congreso, ha explicado que el
déficit de especialistas en Cardiología puede plantearse desde una doble perspectiva: “Una, aumentar el número de plazas de cardiólogos en formación y, otra,
ofrecer condiciones dignas de trabajo a los que formamos para evitar que se vayan a otros países. Optar por la primera sin mejorar la segunda es inútil e ineficiente”.
¿Cómo perciben los jóvenes cardiólogos su situación?
La encuesta también ha analizado la percepción de los jóvenes cardiólogos españoles sobre su situación laboral. Así, el 82 por ciento refiere haber padecido
precariedad laboral tras la residencia, un 59 por ciento define su situación actual como inestable y un 73 por ciento considera que su
remuneración es inferior a lo deseable. Además, el 73 por ciento ha sentido la necesidad de aplazar algún
objetivo vital: más las mujeres (80 por ciento) que los hombres (66 por ciento). Y el 62 por ciento ha valorado emigrar para mejorar sus condiciones.
“Creo que nuestro país, desde ningún punto de vista, se puede permitir que cardiólogos tan bien formados valoren
irse a trabajar a otros países por la precariedad laboral a la que les enfrentamos al terminar la especialidad. Si seguimos así, para ser atendidos por un cardiólogo vamos a tener que ir, como cerca, a una capital de provincia”, ha expresado el presidente de la SEC.
En este sentido, las propuestas que los jóvenes más valoran como potencialmente útiles para
mejorar su situación laboral son la convocatoria más frecuente de OPE (67 por ciento), el aumento salarial (66 por ciento), la posibilidad de combinar actividad asistencial e investigadora (44 por ciento) y la mejora de las medidas de conciliación (40 por ciento).
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