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Las comunidades autónomas, al igual que los propios centros de salud y hospitales, cuentan con una serie de protocolos de actuación ante las agresiones a personal sanitario. También los colegios profesionales suelen marcar sus propios procedimientos. Así, para saber cuándo poner en marcha los procedimiento oportunos a raíz de una agresión a personal sanitario se debe revisar la normativa vigente en cada institución.
Desde el Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza comparten con los profesionales una serie de medidas para prevenir una agresión -por ejemplo, hablar en un tono amable con el usuario; manifestar los propios sentimientos o evitar tonos y palabras que puedan generar hostilidad a los pacientes o familiares-. Sin embargo, en el caso de que no funcionen y ante cualquier percepción de posible agresión, el profesional “deberá hacer uso de los sistemas de seguridad del centro, si los tuviere, o avisar a sus compañeros para dar a conocer su situación”.
A su vez, desde el Colegio de Enfermería (Codem) especifican a través de un documento que en el momento de que el profesional perciba un mínimo riesgo, debe "salir rápidamente del lugar del escenario en el que se encuentre. En caso de imposibilidad debe solicitar ayuda al vigilante de seguridad, si lo hubiese".
En el caso de que no haya vigilante de seguridad, ante una agresión el personal sanitario debe solicitar ayuda a un compañero para resolver la situación de violencia y poner en marcha los sistemas antipánico. "De persistir la situación, llamar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia Civil, Policía Nacional, o Policía Local), a través del teléfono de Emergencias 112, solicitándoles que se personen en el centro de salud/hospitalario", añade el protocolo.
Según el protocolo marcado por Sacyl, el profesional debe mantener una actitud tranquila e intentar calmar la situación e invitar al usuario a que abandone el lugar de trabajo. No obstante, en el caso de que la situación de amenaza continúe, se pide utilizar los sistemas de alarma existentes y pedir ayuda a compañeros o personal de seguridad. También marcan la posibilidad de avisar a la policía o guardia civil cuando la situación se agrave.
Tal y como recoge el Ministerio de Sanidad el último Informe de Agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud 2019-2020, las comunidades autónomas han ido actualizando sus protocolos de actuación ante una agresión a personal sanitario. En el informe se especifica los diferentes procedimientos y cuándo lo ha implantado cada comunidad. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid se especifica que los sistemas de alarma se activarán en el caso de que el profesional sanitario no pueda controlar la situación para avisar al servicio de seguridad y a los compañeros, para que presten un apoyo al trabajador en riesgo y para que, posteriormente, puedan testificar sobre los hechos.
¿Qué marcan los protocolos de los colegios profesionales ante una agresión?
Desde el Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza comparten con los profesionales una serie de medidas para prevenir una agresión -por ejemplo, hablar en un tono amable con el usuario; manifestar los propios sentimientos o evitar tonos y palabras que puedan generar hostilidad a los pacientes o familiares-. Sin embargo, en el caso de que no funcionen y ante cualquier percepción de posible agresión, el profesional “deberá hacer uso de los sistemas de seguridad del centro, si los tuviere, o avisar a sus compañeros para dar a conocer su situación”.
A su vez, desde el Colegio de Enfermería (Codem) especifican a través de un documento que en el momento de que el profesional perciba un mínimo riesgo, debe "salir rápidamente del lugar del escenario en el que se encuentre. En caso de imposibilidad debe solicitar ayuda al vigilante de seguridad, si lo hubiese".
En el caso de que no haya vigilante de seguridad, ante una agresión el personal sanitario debe solicitar ayuda a un compañero para resolver la situación de violencia y poner en marcha los sistemas antipánico. "De persistir la situación, llamar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (Guardia Civil, Policía Nacional, o Policía Local), a través del teléfono de Emergencias 112, solicitándoles que se personen en el centro de salud/hospitalario", añade el protocolo.
¿Qué especifican las CCAA ante una agresión a personal sanitario?
Según el protocolo marcado por Sacyl, el profesional debe mantener una actitud tranquila e intentar calmar la situación e invitar al usuario a que abandone el lugar de trabajo. No obstante, en el caso de que la situación de amenaza continúe, se pide utilizar los sistemas de alarma existentes y pedir ayuda a compañeros o personal de seguridad. También marcan la posibilidad de avisar a la policía o guardia civil cuando la situación se agrave.
Tal y como recoge el Ministerio de Sanidad el último Informe de Agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud 2019-2020, las comunidades autónomas han ido actualizando sus protocolos de actuación ante una agresión a personal sanitario. En el informe se especifica los diferentes procedimientos y cuándo lo ha implantado cada comunidad. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid se especifica que los sistemas de alarma se activarán en el caso de que el profesional sanitario no pueda controlar la situación para avisar al servicio de seguridad y a los compañeros, para que presten un apoyo al trabajador en riesgo y para que, posteriormente, puedan testificar sobre los hechos.
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