El nervio mediano se encarga de llevar la sensibilidad a la palma de la mano, y de llevar la sensibilidad y el movimiento a los dedos corazón, índice y pulgar, y a la mitad del dedo anular. Este nervio penetra en la mano a través de la muñeca por un espacio denominado túnel del carpo. Cualquier situación o enfermedad que produzca un
daño sobre el nervio mediano o que estreche dicho túnel puede ser
responsable de un síndrome del túnel carpiano, consistente en hormigueos en la palma y en los dedos de la mano (excepto el meñique), dolor en la misma localización y pérdida de fuerza de los dedos.
Afecta a ambos sexos aunque con mayor frecuencia a mujeres adultas. En muchas ocasiones es bilateral. Se estima que 5 de cada 100 personas adultas podrían padecer la enfermedad.
¿Cuáles son las causas del síndrome del túnel carpiano?
En la mayoría de las ocasiones la enfermedad es de causa desconocida. Sin embargo, existen diversas situaciones y enfermedades que pueden favorecer la aparición del síndrome del túnel carpiano. Generalmente son debidas a la utilización repetida de la muñeca, a traumatismos, a inflamaciones locales o al depósito de sustancias que favorecen el atrapamiento del nervio en el túnel. Entre ellas se encuentran:
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Utilización repetida de los dedos y de la muñeca:
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Teclear en un ordenador.
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Coser.
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Pintar.
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Escribir.
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Tocar algunos instrumentos musicales.
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Practicar algunos deportes (ej. tenis).
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Utilizar determinada maquinaria, fundamentalmente que vibre.
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Enfermedades y situaciones que facilitan el atrapamiento del nervio mediano en el interior del túnel carpiano:
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Diabetes.
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Acromegalia.
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Hipotiroidismo.
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Insuficiencia renal.
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Obesidad.
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Embarazo.
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Menopausia.
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Alcoholismo.
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Artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, esclerodermia y otras enfermedades reumatológicas.
¿Qué síntomas produce el túnel carpiano?
El síndrome del túnel del carpo se caracteriza por una serie de síntomas que afectan a las zonas inervadas por el nervio mediano, es decir, a la palma de la mano y a los dedos corazón, índice, pulgar y la mitad del anular. El dedo meñique no está afectado. Los síntomas consisten en:
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Dolor, frecuentemente referido como una descarga eléctrica, que se inicia en la muñeca y se extiende por los dedos. Muchas veces aparece como consecuencia de una postura forzada de la muñeca. A veces el dolor se extiende hasta el codo.
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Hormigueos y entumecimiento en los dedos referidos y/o en la palma de la mano.
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Pérdida de fuerza en los mismos dedos junto a atrofia muscular, lo que puede llevar a alteraciones en los movimientos finos de los dedos o debilidad al coger o cargar objetos.
Muchas personas refieren que el dolor es más intenso por la noche y que, en ocasiones, les despierta.
¿Cómo saber si tienes problemas en el túnel carpiano?
El diagnostico del síndrome del túnel carpiano es un diagnóstico clínico dado que los síntomas son muy típicos de la enfermedad. La exploración física puede demostrar alteraciones en la sensibilidad o en la fuerza en la palma de la mano o en los dedos inervados por el nervio mediano. Para confirmar el diagnóstico pueden hacerse una serie de pruebas que evalúan si los síntomas del paciente son los mismos que los procedentes del estímulo o estiramiento del nervio. Estas pruebas son:
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Signo de Tinel. Consiste en golpear sobre el nervio mediano y ver si se reproduce el dolor.
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Prueba de Phalen. Consiste en doblar la muñeca hacia delante durante 1 minuto y ver si se produce hormigueo y adormecimiento de la mano.
Además puede ser necesario realizar un
electromiograma para ver la afectación del nervio y
radiografías de la muñeca.
Las enfermedades que comprimen al nervio mediano en otros lugares, por ejemplo en la zona del cuello, pueden producir síntomas similares.
¿Puede prevenirs?
El síndrome del túnel del carpo solo puede prevenirse
evitando las actividades que favorezcan su desarrollo o utilizando dispositivos que prevengan el daño de la muñeca durante dichas actividades:
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Aparatos ergonómicos para teclados y ratón de ordenador.
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Abandono de actividades que repercutan en el daño de la muñeca: actividades deportivas, musicales o profesionales.
¿Cuál es el tratamiento del síndrome del túnel carpiano?
Existen diversos tratamientos par el síndrome del túnel carpiano que deben intentarse de forma progresiva:
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Deben evitarse todas las actividades deportivas, profesionales o lúdicas que produzcan daño del nervio mediano o, en su defecto, realizarlas con medidas protectoras.
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Aplicación de hielo durante 15 minutos 2 o 3 veces al día.
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Tomar anti-inflamatorios para reducir el dolor y la inflamación local.
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Colocación de una férula que evite doblar la muñeca, quedando ésta en posición neutra. Dicha férula debe ponerse inicialmente por la noche y, si no hubiera mejoría, utilizarse durante el día durante varias semanas.
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Inyección de corticoides en la muñeca para reducir la inflamación. La mejoría debería observarse en pocas semanas.
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Cirugía. Consiste en cortar el ligamento transverso del carpo, lo cual libera las estructuras que pasan a lo largo del túnel del carpo, dejando más espacio al nervio. Se realiza con anestesia local. Suele ser eficaz en la mayoría de ocasiones (70 a 90% de los casos). Sin embargo, si la compresión del nervio se ha mantenido durante mucho tiempo, pueden quedar secuelas crónicas como hormigueo y pérdida de fuerza. Complicaciones infrecuentes de la cirugía son las cicatrices, la persistencia de los síntomas, el sangrado, las infecciones y la pérdida permanente de fuerza en la mano. Aparecen en menos de 1 de cada 100 pacientes operados. La operación puede también realizarse mediante cirugía endoscópica con buenos resultados.
Otros tratamientos como los diuréticos (medicinas para orinar), vitaminas, magnetoterapia o acupuntura, no han demostrado su utilidad. El tratamiento con ultrasonidos puede producir alguna mejoría en casos leves.
¿Cuál es el pronóstico?
Un número muy importante de pacientes con síndrome del túnel del carpo acaban necesitando
cirugía. La cirugía suele ser curativa en la mayoría de ocasiones.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.