Rellenos faciales

¿Qué es un relleno facial?

Los rellenos faciales consisten en inyecciones de diversos materiales que se introducen en el interior de la piel para borrar arrugas, rellenar depresiones y mejorar la forma de la cara, otorgando un aspecto más juvenil mediante procedimientos mínimamente invasivos. Aunque no pueden eliminar la flacidez, añaden volumen y proporcionan resultados inmediatos con menores costes, riesgos y molestias que la cirugía convencional y con una rápida recuperación, que permite al paciente reincorporarse a la vida social y laboral al día siguiente de la intervención.

¿Qué tipo de materiales se utilizan?

El tipo de relleno apropiado requiere evaluar las expectativas del paciente, los defectos a corregir y la opinión del médico, quién indicará el material más apropiado para cada caso. Este tipo de rellenos rejuvenece el aspecto pero no frena el proceso de envejecimiento. No son soluciones a largo plazo y para mantener el buen aspecto deben repetirse de forma periódica.

Básicamente los materiales de relleno se pueden dividir, según su origen, en naturales y sintéticos y, según su duración, en reabsorbibles y no reabsorbibles:

• Los rellenos reabsorbibles poseen una duración de hasta 24 meses. Los productos utilizados con mayor frecuencia son el colágeno, el ácido hialurónico, el ácido poliláctico, la hidroxiapatita cálcica, el trifosfato cálcico y la grasa propia.
• Entre los rellenos no reabsorbibles cabe destacar el polimetilmetacrilato, el gel de poliacrilamida y la silicona médica fluida. Se debe tener un especial cuidado con estos últimos y administrarlos únicamente bajo control médico y conociendo sus complicaciones (mayor riesgo de fibrosis y reacciones inflamatorias).

¿Qué diferencias existen entre los diferentes rellenos?

Las diferencias entre los diferentes rellenos son:

• Colágeno. Es una sustancia natural que forma parte de la piel, del cartílago, de los dientes y de los huesos. El utilizado para rellenos faciales puede ser de origen humano o bovino. Si se opta por el de origen bovino debe realizarse una prueba de alergia antes del tratamiento.
• Ácido Hialurónico y derivados. Es también una sustancia natural que se encuentra en nuestro organismo, especialmente en el cartílago y en las articulaciones. Su presencia normal en la piel produce la absorción de agua y hace que la piel se mantenga joven y sin arrugas. Con el paso del tiempo su presencia en la piel va disminuyendo y es una de las principales causas de envejecimiento y formación de arrugas. Además de retener el agua en la piel, tiende a aumentar el colágeno, por lo que es muy útil como material de relleno. Se debe repetir el tratamiento al menos una vez al año.
• Ácido Poliláctico, hidroxiapatita cálcica, trifosfato cálcico. Se trata de rellenos sintéticos, no tóxicos, que estimulan además la formación del propio colágeno. Sus resultados son especialmente buenos en la mitad inferior de la cara. Algunos, como el trifosfato cálcico presenta resultados inmediatos. Otros se inyectan de forma más profunda y los resultados definitivos se alcanzan a los tres meses del tratamiento. Su duración aproximada oscila entre 18 y 24 meses.
• Grasa autóloga (grasa propia). Consiste en una inyección de nuestra propia grasa corporal. Para utilizarla como relleno se debe extraer previamente mediante liposucción de otra zona de nuestro cuerpo, generalmente del abdomen. Al tratarse de grasa propia no produce reacciones alérgicas ni rechazo. Su duración es superior a la de otros materiales de relleno. No todas las células grasas sobreviven tras el trasplante, por lo que el área a tratar debe rellenarse en exceso y, aunque al principio el aspecto no sea el deseado, suele resolverse en pocos días o semanas. La grasa sobrante de la liposucción puede almacenarse para ser utilizada en posteriores retoques.
• Silicona Médica Fluida. Su utilización con fines estéticos está prohibida en muchos países (entre ellos el nuestro) por complicaciones, a veces graves.
• Polimetilmetacrilato. Es una sustancia formada por un 20 por ciento de microesferas de polimetilmetacrilato en un 80 por ciento de gel de colágeno bovino purificado. Está indicado para el relleno de arrugas medias/profundas y pliegues. También se utiliza para elevar cicatrices y rellenar labios. Precisa la realización de pruebas de alergia.

¿Cómo se realiza la intervención?

El día de la intervención la paciente no debe llevar maquillaje ni pintura de labios. En primer lugar el médico escuchará los resultados que se espera obtener y examinará las zonas en las que inyectará el relleno, marcando los puntos estratégicos en donde efectuará los pinchazos. Tras la limpieza con un desinfectante se realizarán las inyecciones de relleno que resultan algo molestas. En aquellas personas especialmente sensibles a los pinchazos se puede utilizar un anestésico tópico o uno local. Posteriormente se limpian las marcas y se puede aplicar frío local para disminuir las molestias temporales. A partir de este momento se puede utilizar algo de maquillaje teniendo la precaución de no presionar las zonas tratadas para no mover el relleno.

¿En qué zonas faciales se suelen inyectar los rellenos?

Los lugares más comunes de inyección son las pequeñas arrugas verticales entre la nariz y los labios, los surcos que unen la nariz con los extremos de los labios, los surcos entre labios y barbilla por debajo de la boca (líneas de marioneta), la región glabelar (entrecejo), las arrugas frontales y las perioculares (patas de gallo), las cicatrices de acné, las mejillas y el cuello, y el perfilado y aumento del volumen de los labios. Las arrugas profundas y las cicatrices precisan inyecciones repetidas para alcanzar los resultados esperados.

Efectos secundarios 

Después del tratamiento, se puede experimentar enrojecimiento del área, hinchazón y alteraciones en la sensibilidad, todo lo cual se encuentra dentro de la normalidad. Estos síntomas suelen desaparecer en pocos días. Si los síntomas persistieran durante más tiempo se debe consultar al médico.

Las complicaciones de los rellenos son raras e incluyen:

• Sobrecorreción o infracorrección del defecto a tratar.
• Inflamación, que se suele solucionar a las 24-48 horas de la intervención.
• Sensibilidad en la zona tratada.
• Acné.
• Asimetría.
• Sangrado puntiforme que desaparece rápidamente.
• Hematomas (moratones) que se pueden evitar con la aplicación de frío local.
• Rechazo del material de relleno.
• Infección del punto de inyección.
• Enrojecimiento en la zona de inyección.
• Picor.
• Migración del material de relleno a otro lugar.
• Formación de granulomas locales, que son pequeños bultitos que suelen tocarse más que verse.
• Parálisis temporal del músculo.

Contraindicaciones 

La zona a inyectar debe estar libre de infecciones o de inflamación.

Los pacientes anticoagulados corren el riesgo de sangrado y de hematomas (moratones) en el lugar de la inyección. Deben consultar con el médico previamente.

No existen estudios en mujeres embarazadas ni en niños, por lo que no se deben utilizar en estos grupos.

Si se está recibiendo medicación por cualquier causa o si se llevan otras sustancias o implantes se debe consultar previamente con el médico.

No se deben poner en caso de alergia a cualquiera de los componentes del relleno. Asimismo se deben extremar las precauciones en pacientes con historia de alergias.

Está desaconsejado en pacientes con enfermedades autoinmunes.

¿Qué otros datos se deben conocer?

Los rellenos faciales solo los pueden realizar cirujanos maxilofaciales, cirujanos plásticos o médicos especialistas en Medicina Estética, que conocen perfectamente la estructura de la piel.

Estos productos han sido aceptados por la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos y por la Comunidad Europea.

La duración de los rellenos faciales varía según los pacientes. Intervienen factores como la estructura de la piel, la edad, la profundidad de las arrugas y el estilo de vida.

Si se ha realizado una cirugía facial, se debe esperar el tiempo recomendado por su médico antes de aplicar productos de relleno facial.