Los
insectos responsables de la mayoría de
picaduras clínicamente relevantes son himenópteros e incluyen a las abejas, las avispas y las hormigas.
Los
tipos de lesiones más frecuentes son:
-
Lesiones menores locales. La picadura produce un dolor intenso seguido de hinchazón local y enrojecimiento. Las molestias ceden en unas horas. La picadura de hormiga puede producir pequeñas 'vesiculitas' que no deben ser abiertas.
-
Lesiones mayores locales. El enrojecimiento e hinchazón aumenta y progresa a lo largo de uno o dos días hasta poder alcanzar hasta 10 cm de diámetro. Posteriormente la zona va reduciendo su tamaño hasta desaparecer en unos 5 o 10 días. Aparecen en 1 de cada 10 personas que reciben una picadura. Se debe a una predisposición especial de la persona, por lo que habitualmente aparecerán siempre que esa persona reciba una picadura.
-
Reacciones alérgicas graves. Suelen consistir en lesiones de urticaria por toda la piel, angioedema, ronquera, dificultad para respirar con asma y, en casos graves, mareo, bajada de tensión, colapso y muerte (anafilaxia). Puede ocurrir en 1 de cada 50 personas que reciben una picadura, siendo suficiente con una única picadura para que aparezcan. Los casos graves ocurren casi exclusivamente en adultos.
-
Si bien las infecciones secundarias (sobreinfecciones) de estas picaduras son infrecuentes, sí pueden producirse. Se debe por tanto estar atento a la aparición de fiebre o a la aparición de un mayor enrojecimiento e incremento del dolor local días después de la picadura.
¿Qué hacer ante una picadura de abeja, avispa u hormiga?
-
Retirar el aguijón. Las abejas generalmente dejan el aguijón en la zona de la picadura. Si se puede, debe retirarse de forma inmediata con unas pinzas para que no pase más veneno. Si se tarda más de algunos segundos no merece la pena al haber sido inyectado todo el veneno.
-
Lesiones menores locales. No requieren tratamiento o puede aplicarse una compresa fría.
-
Lesiones mayores locales. Se debe:
-
Si la picadura se produce en una extremidad, ésta debe ser elevada.
-
Administración de una única dosis de corticoides o de varias dosis en pauta descendente de dosis durante 3 a 5 días.
-
Administrar anti-inflamatorios para reducir el dolor.
-
Administrar antihistamínicos por boca o administrar corticoides en crema para reducir el picor.
-
Reacciones alérgicas graves. Requieren la administración de corticoides o, en casos graves en los que pueda existir compromiso para la vida, la utilización inmediata de adrenalina. Muchos pacientes son conscientes de su riesgo alérgico a las picaduras por lo que deben disponer de jeringas ya precargadas con adrenalina (epinefrina). Estos pacientes deben ser remitidos a un especialista de alergia para que realicen un tratamiento de desensibilización al veneno de estos insectos y eviten así las reacciones potencialmente mortales.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.