La
miopía es un
defecto de la refracción que hace que las imágenes lejanas se perciban borrosas y, en casos más avanzados, se afecte también la visión a distancias intermedias.
Se debe a un
defecto de enfoque debido al cual las imágenes no se proyectan directamente sobre la retina. En el ojo miope las imágenes de los objetos lejanos se proyectan antes de llegar a la retina, por lo que se ven desenfocadas. El grado de afectación
se mide en dioptrías, a mayor número de dioptrías, mayor dificultad para ver.
Por lo general la miopía
se desarrolla durante la infancia y la adolescencia. Los niños no pueden leer la pizarra pero pueden leer un libro con facilidad. Suele empeorar durante los años de crecimiento rápido y tiende a estabilizarse al dejar de crecer, poco después de los 20 años, aunque también puede empeorar con la edad.
¿Cuáles son las causas de la miopía?
Las causas que facilitan el desarrollo de miopía son:
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Una longitud del globo ocular mayor de la normal. Es la causa más frecuente. Debido a ello el enfoque se realiza por delante de la retina.
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Una córnea con una potencia refractiva excesiva, demasiado curvada.
¿Cuáles son los síntomas de la miopía?
Los síntomas de la miopía son:
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Visión borrosa, especialmente al enfocar objetos lejanos.
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Visión de moscas volantes. Son unos puntitos flotantes que se desplazan al mover los ojos.
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La visión de lejos mejora al entrecerrar los ojos.
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Buena visión de cerca.
Los niños con miopía pueden:
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Tener dificultad para ver la pizarra en el colegio.
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Sostener los libros muy cerca al leer.
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Sentarse muy cerca del televisor.
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Quejarse de dolor de cabeza.
¿Cuáles son sus complicaciones?
Las miopías muy importantes se han asociado con el desarrollo de
enfermedades de la retina. Cuanto mayor es el número de dioptrías, mayores son las posibilidades de tener enfermedades de retina.
¿Cómo se diagnóstica la miopía?
La miopía se diagnostica tras una
exploración oftalmológica realizada por el especialista en la que se incluye:
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Una prueba de agudeza visual (determina las letras más pequeñas que una persona puede leer en un tablero situado a una distancia determinada).
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Un examen de refracción. Consiste en la capacidad que tiene el ojo para ver nítidamente un objeto situado a una distancia concreta. El paciente mira a través de un aparato y debe decir si ve nítidamente dicho objeto, generalmente una tabla de números o letras. En caso negativo se van cambiando diferentes lentes del aparato hasta que la visión del ojo sea óptima. Esta prueba consigue determinar el defecto de refracción y su intensidad (dioptrías).
La graduación se prescribe en dioptrías negativas (ej. -3.00 dioptrías); cuanto más alto sea el número, mayor será la gravedad de la enfermedad y mayor será la graduación de las gafas.
¿Es hereditaria?
Sí, la miopía tiene un importante componente hereditario.
¿Cuál es el tratamiento de la miopía?
El objetivo del tratamiento de la miopía es lograr desviar los rayos de luz proyectados por las imágenes para enfocarlos adecuadamente sobre la retina. Para ello las opciones existentes son gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva. Las ventajas e inconvenientes de cada una son:
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Gafas. Suelen ser la primera elección para la corrección de la miopía. Su principal inconveniente es que pueden romperse o extraviarse, que no cubren todo el campo visual y que, a medida que aumenta el defecto, los cristales se hacen más gruesos. Se desaconsejan en algunas profesiones (ej. bombero) y en determinadas prácticas deportivas.
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Lentes de contacto. Proporcionan una adecuada corrección visual, con mejoría de la visión periférica o lateral. Sus inconvenientes son el aumento del riesgo de úlceras corneales y de infecciones en los ojos.
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Cirugía refractiva de la miopía. La cirugía refractiva de la miopía es la opción más cara y no es un procedimiento obligatorio en ningún caso, sino más bien una alternativa para la corrección de la miopía en las personas que no desean utilizar gafas ni lentes de contacto. No garantiza a priori una corrección perfecta.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.