Metatarsalgia

¿Qué es la metatarsalgia?

La metatarsalgia es un síntoma caracterizado por dolor en la porción anterior del pie, también conocido como antepié, en la zona donde se unen los dedos con el resto del pie. No es una patología como tal, sino que es una sensación que puede aparecer en diversas enfermedades. Por ello, el diagnóstico y el tratamiento dependerá de la causa que provoque dicho dolor.

Se produce justo en esa parte concreta del pie porque los metatarsianos son los encargados de soportar el peso del cuerpo cuando se da un paso, por lo que recibe mucha presión, especialmente al ‘despegar’ el pie del suelo. Por tanto, ese aumento de presión, que suele ser constante y repetitivo, en la zona produce dolor e inflamación.

Tipos de metatarsalgia

Se suelen distinguir dos tipos de metatarsalgia:

• Metatarsalgia inflamatoria o reumática. El dolor está causado por una enfermedad generalizada y que, en consecuencia, puede afectar al pie o a otras partes del esqueleto.
• Metatarsalgia mecánica. Es la más frecuente y se origina cuando el dolor deriva del mal funcionamiento de algunos huesos, articulaciones, tendones o músculos. Además, está asociada a deformidades como puede ser el pie plano o juanetes, por ejemplo.

Causas y síntomas de la metatarsalgia

Aunque el síntoma principal es el dolor, puede presentarse de diversas formas:

• Dolor fuerte, intenso y continuo detrás de los dedos del pie. La sensación empeora cuando se anda, camina, o corre. También al utilizar zapatos con tacón.
• Entumecimiento u hormigueo de los dedos.
• Durezas en la planta del pie, que aparecen en ocasiones por el aumento de carga prolongado en el tiempo.

En cuanto a las causas, existen ciertos factores que predisponen a la metatarsalgia, como el uso de tacones. El 80 por ciento de los pacientes que lo padecen es mujer. También se ha de considerar el sobrepeso y la actividad física excesiva, además de la morfología del pie o la biomecánica.

Tratamiento de la metatarsalgia

La mayor parte de pacientes responde bien a los tratamientos no operatorios, como por ejemplo, usar un calzado adecuado o plantillas ortopédicas, bajar de paso o la rehabilitación. Si embargo, un 15 por ciento de los que padecen este dolor, seguirá sufriéndolo una vez realizado este tratamiento. En esos casos suele indicarse la cirugía, que dependerá de la causa que provoque la metatarsalgia. Entre las propuestas se encuentra la osteotomía, es decir, el corte en los huesos para modificar así la forma u orientación.

¿Cómo se puede prevenir la metatarsalgia?

Existen ciertas acciones que pueden ayudar a prevenir la metatarsalgia. Entre ellas destacan:

• Bajar de peso, si la dolencia se relaciona con el sobrepeso.
• Realizar estiramientos adecuados antes y después del ejercicio.
• Evitar zapatos con poca suela y tacones.
• Utilizar plantillas personalizadas.