Meralgia parestésica

El nervio femorocutáneo lateral es un nervio que se encarga de recoger la sensibilidad de la zona exterior del muslo. Este nervio sale de la columna vertebral a nivel de la región lumbar, viene hacia la ingle y llega al muslo. Si este nervio es comprimido a nivel de la ingle pude producir lo que se denomina meralgia parestésica.

¿Cuáles son las causas de la meralgia parestésica?

Se debe a un pinzamiento, atrapamiento o compresión del nervio femorocutáneo, generalmente al pasar por la ingle. Las causas que pueden favorecer dicha compresión nerviosa son:

• La obesidad.
• La diabetes.
• La edad avanzada.
• El daño del nervio como consecuencia de cirugía en la zona (cirugía en la zona de la columna vertebral, prótesis de cadera, bypass aórtico femoral, etc.) o por accidentes.
• Otras causas más infrecuentes son el tener un gran panículo de grasa a nivel abdominal, el llevar cinturones muy apretados, el embarazo o la presencia de cicatrices en la zona inguinal.

¿Qué síntomas produce la meralgia parestésica?

Los síntomas que pueden aparecer son:

• Dolor en la zona anterior y lateral externa del muslo. El dolor puede ser referido como quemante.
• Hormigueo y/o alteraciones de la sensibilidad (notar la piel como dormida) en la misma zona.

Las molestias suelen aparecer lentamente, siendo habitual que el paciente se frote en la zona al referir los síntomas.

¿Cómo se diagnostica?

Se trata de un diagnóstico clínico. Habitualmente el médico puede delimitar la zona afectada tocando con un algodón y con una aguja y estudiando la sensibilidad local. Característicamente no se acompaña de ningún problema motor, es decir, un problema que altere la movilidad del muslo o de la pierna. No existe ninguna prueba específica (radiografías o electromiogramas) que ayude al diagnóstico. Es infrecuente que se realice un bloqueo nervioso a nivel de la ingle para diferenciar claramente si se tata de una meralgia parestésica o de un dolor procedente de la columna lumbar.

Tratamiento de la meralgia parestésica

Se trata de una enfermedad benigna y generalmente autolimitada, es decir, que se cura sola con el paso del tiempo. Es conveniente explicar al paciente la naturaleza benigna y temporal de la enfermedad y recomendarle que pierda peso si estuviera obeso y que evite cualquier situación que apriete la zona inguinal. Si a pesar de todo los síntomas persisten durante varios meses, pueden utilizarse medicinas para tratar la epilepsia (que sirven para quitar el dolor de causa neuropática) o se puede realizar un bloqueo nervioso inyectando en el nervio corticoides o anestésicos. La cirugía no suele ser necesaria casi nunca, aunque puede ser utilizada en casos que no responden a ningún tratamiento y que se prolongan en el tiempo.