¿Qué es la mamoplastia de aumento?
La
mamoplastia de aumento es un procedimiento quirúrgico para aumentar de forma definitiva el tamaño mamario mediante la colocación de
prótesis por detrás de la
glándula mamaria o por detrás del
músculo pectoral.
¿Quién puede ser candidata a esta cirugía?
Son candidatas a una mamoplastia de aumento:
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Las mujeres con mamas pequeñas.
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Las mujeres cuyas mamas han perdido su turgencia tras embarazos o pérdidas de peso.
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Mujeres que desean equilibrar diferencias en el tamaño de sus mamas.
Dado que las mamas crecen hasta el final de la
pubertad, se debe esperar hasta el final de la misma para realizar la intervención.
Las candidatas a la mamoplastia de aumento deben ser personas sanas, emocionalmente estables, con unas expectativas realistas sobre la cirugía, y deben saber que las mamas pueden volver a descolgarse algo tras nuevos
embarazos.
¿Cómo será la primera consulta con el cirujano?
El cirujano evalúa el tamaño y la forma de las mamas así como la elasticidad de la piel y el estado general de salud. Toma fotografías y, en algunos casos, solicita una
mamografía de control. Asimismo, informa sobre las distintas técnicas quirúrgicas y los diferentes tipos de prótesis, ofreciendo las alternativas posibles para cada caso particular con los riesgos y limitaciones de cada una. También informa sobre el tipo de
anestesia y el coste de la intervención.
El aumento mamario con
fines estéticos no está incluido en las prestaciones que ofrece la
Seguridad Social, si bien la asimetría mamaria importante y la reconstrucción tras cirugía por tumores sí lo están.
Tipos de prótesis
Las prótesis mamarias pueden ser redondas o en forma de lágrima; lisas o rugosas, y de bajo, medio o alto perfil. Las prótesis lisas han presentado una mayor incidencia de
efectos secundarios.
Todas las prótesis mamarias están compuestas por dos elementos:
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Una envoltura, de silicona o poliuretano. La parte externa puede ser lisa o con algún tipo de rugosidad. Los implantes rugosos producen menos molestias y complicaciones que los lisos.
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Un contenido. El interior puede ser de gel de silicona cohesivo o de suero fisiológico. El gel de silicona se mueve y se siente de forma muy similar al tejido natural.
En cuanto a la forma, los
implantes anatómicos (en forma de lágrima) ofrecen un resultado más natural que los redondos.
Las prótesis no duran toda la vida. Si aparecen complicaciones, o si cambian de tamaño o de forma con el tiempo, será necesario reemplazarlas.
¿Qué prótesis son las más convenientes?
No existen reglas fijas. Para valorar la prótesis ideal para cada paciente se tienen en cuenta múltiples parámetros: forma del cuerpo, anchura del tórax, posición de la mama, elasticidad de la piel y consistencia de
glándula mamaria.
Preparación para la intervención
El cirujano informará respecto al consumo de alimentos y de líquidos, la toma o supresión de
medicamentos y la hidratación de la piel de los senos previa a la cirugía.
Se debe dejar de fumar con bastante antelación y suspender toda medicación que afecte al
sangrado o a la
coagulación (aspirina u otros antiagregantes, anticoagulantes, etc.).
¿Dónde se realiza la intervención?
El aumento mamario se debe realizar en un quirófano y requiere el
ingreso hospitalario, dándose el alta al día siguiente. Se realiza bajo
anestesia general.
¿Cómo es la intervención quirúrgica?
Los implantes se pueden colocar bajo la
glándula mamaria, por delante o por detrás del músculo pectoral, dependiendo de cada caso particular. El lugar de colocación de la prótesis afecta a:
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El dolor postoperatorio.
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El aspecto de la mama.
En general el implante no afecta a:
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Las mamografías futuras.
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El diagnóstico precoz de un cáncer de mama.
Normalmente la incisión de abordaje (de 3 a 5 cm de longitud) para implantar la prótesis se realiza en la areola, en la axila o en el pliegue bajo la mama, según el tipo de implante, el grado de agrandamiento deseado, las características anatómicas individuales y las preferencias de la paciente y del cirujano. La incisión se realiza de manera que la cicatriz resultante sea mínima.
El proceso dura de una a dos horas. En la mayor parte de las ocasiones se dejan unos tubos de drenaje que se mantienen hasta el alta, y un
vendaje sobre las mamas durante uno o dos días
Postoperatorio
Las mamas operadas pueden doler las dos primeras semanas. Se suele prescribir un
antibiótico, un
analgésico, un
antiinflamatorio y un
protector del estómago. El vendaje se retira al día siguiente de la intervención y se sustituye por un sujetador especial que se debe llevar durante un mes las 24 horas del día y que solo se retira para la ducha diaria. La ducha se puede realizar a las 48 horas y se puede hacer vida casi normal a las 24/48 horas. Es normal tener una sensación de ardor en los pezones durante las dos primeras semanas. Los puntos se retiran entre los días 7 y 14. La
inflamación desaparece entre las 3 y las 6 semanas. Al principio las
cicatrices estarán rosadas y mejorarán paulatinamente a partir de las seis semanas.
Los controles de mamografía pueden seguir realizándose. Sin embargo, el hecho de llevar implantes modifica la técnica de la mamografía por lo que siempre se debe avisar al
radiólogo.
¿Cuándo se vuelve a la vida normal?
La vuelta al trabajo se realiza en función de la actividad laboral a desempeñar. En trabajos de despacho o similares la incorporación puede realizarse al segundo día de la intervención. Para trabajos que exijan esfuerzo en la zona del pecho (masajista, peluquera, etc.) se debe esperar que pasen de siete a diez días. Se debe evitar elevar objetos por encima de la cabeza durante las tres primeras semanas. Durante este periodo es aconsejable no realizar
ejercicio físico.
¿Cuáles son los riesgos de una mamoplastia de aumento?
Los riesgos o potenciales complicaciones de la operación de mamoplastia de aumento son:
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Contractura capsular. Es la complicación más frecuente del aumento mamario. Se produce cuando la cicatriz interna alrededor del implante se contrae en exceso haciendo que la mama se vuelva más dura. Se puede tratar de diversas maneras, siendo preciso en ocasiones el recambio de la prótesis.
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Hematomas (moratones). En ocasiones precisan ser evacuados.
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Infecciones alrededor de las prótesis. Son más frecuentes en las primeras semanas. En ocasiones requieren retirar las prótesis hasta que desaparezca la infección, colocándose un nuevo implante posteriormente.
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Cambios de sensibilidad en los pezones. Cuando la incisión se hace a través de esta vía; en la mayor parte de los casos suelen ser temporales.
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Rotura de la prótesis. Es muy raro que el contenido escape fuera de la cápsula. Si el contenido es suero, se reabsorbe rápidamente sin ocasionar daño alguno, disminuyendo la mama de volumen en unas horas. Cuando es silicona, el derrame puede pasar desapercibido por la paciente. Es recomendable realizar un control ecográfico o una resonancia magnética cada dos o tres años para asegurar que los implantes están en buenas condiciones. En caso de detectarse una fuga, se debe reemplazar el implante con una nueva intervención.
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Asimetría de las mamas o de los pezones.
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Cicatrización desfavorable.
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Fruncimiento de la piel sobre el implante.
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Complicaciones de la anestesia.
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Dolor persistente.
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Trombosis venosa profunda, complicaciones cardiacas y pulmonares relacionadas con la intervención quirúrgica.
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No hay evidencia de que los implantes mamarios puedan afectar a la fertilidad, al embarazo o a la capacidad para amamantar.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.