¿Qué es una intoxicación alimentaria?
Una
intoxicación alimentaria es una reacción clínica del cuerpo al tomar sustancias y alimentos que se encuentran en mal estado. Esto supone tomar una comida o bebida (veáse
intoxicación etílica) que tenga bacterias, parásitos, virus o toxinas derivadas de microorganismos.
Cualquier persona puede sufrir una intoxicación alimentaria, pero los
grupos más vulnerables son más propensos a contraerla. En este caso hablamos de menores de cinco años y mayores de 65, personas inmunodeprimidas, diabéticas y embarazadas. Además, puede
afectar solo a una persona o a varias que hayan ingerido el mismo alimento.
Síntomas de una intoxicación alimentaria
Suele
aparecer de manera repentina y tiene una curación espontánea, aunque en contadas ocasiones puede suponer complicaciones más graves. Los síntomas, que varían en el grado de aparición, pueden ser:
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Nauseas.
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Vómitos.
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Dolor de estómago.
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Diarrea.
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Fiebre.
Si se está pasando por una intoxicación alimentaria lo mejor es guardar reposo,
evitar ingerir alimentos altos en azúcares y grasas,
y tomar líquido de manera frecuente en pequeñas cantidades, para evitar la deshidratación. Es importante evitar las bebidas deportivas enfocadas a la rehidratación, pues los expertos recuerdan que estas no están indicadas para los vómitos y diarrea.
Cuándo acudir al médico por intoxicación alimentaria
Como se ha mencionado, se cura en la mayoría de casos de manera natural. Aun así, hay ciertos
síntomas más graves que requieren acudir al médico por si deriva en mayores complicaciones. Estos serían una diarrea que dure más que tres días,
fiebre muy alta, signos de deshidratación o vómitos que no permitan mantener líquidos en el cuerpo.
Cómo evitar una intoxicación
Se incrementa el riesgo de tener una intoxicación si hablamos de alimentos que se han preparado sin normas de seguridad alimentaria, como utensilios sucios o alimentos congelados a la temperatura incorrecta;
alimentos que no se hayan lavado de manera correcta; bebidas sin pasteurizar; o agua que no ha sido tratada de manera correcta. Comer al aire libre, las grandes reuniones y los restaurantes son focos de riesgo.
Para
evitar intoxicarse a través de los alimentos, se pueden seguir consejos como:
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Conservarlos siempre en frío
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No dejarlos más de dos horas sin refrigeración
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Desechar alimentos caducados o con sabores un poco extraño
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Lavar bien los ingredientes antes de cocinar
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Cocinar a alta temperatura
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No tomar agua que no garantice la potabilidad
Patógenos más comunes en intoxicación alimentaria
Hay patógenos que causan intoxicaciones con más frecuencia que otros. Uno de los más comunes es la
salmonelosis, que se produce por una bacteria que tiene peligro de duplicarse de más en el alimento y llegar a ser una ‘dosis’ perjudicial para el cuerpo. Se puede incubar entre tres horas y cinco días y suele
derivar del consumo de huevo crudo, mariscos de aguas no depuradas o en la manipulación del alimento.
Otra derivación común es la
listeriosis, que se produce por una bacteria presente en el agua, suelo y animales. La transmisión puede ser a través de los lácteos ciertos y la
carne y pescado poco cocinados. Es importante saber que puede mantenerse en bajas temperaturas, por lo que la única manera de prevenirlo es con la cocción o pasteurización de los alimentos.
Cierra el ‘top’ de tipo de intoxicaciones la
campilobacteriosis que, aunque ataca a la población vulnerable con mayor frecuencia, en la actualidad es la
segunda causa de intoxicación alimentaria en Europa. Se puede contagiar vía carne poco cocinada, leche cruda o agua y hielo contaminados.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.