¿Qué es un implante corporal?
Los
implantes corporales se emplean para mejorar o remarcar el aspecto de los pectorales, gemelos o nalgas. Los resultados son permanentes (a no ser que deban ser retirados por efectos secundarios) y su estructura no varía con el tiempo.
Candidatos a esta operación
Los candidatos a recibir implantes corporales son personas adultas de cualquier edad, con expectativas realistas, que desean mejorar su aspecto físico debido a asimetrías, zonas poco desarrolladas, o disminución de volúmenes debido al proceso de
envejecimiento o a alguna
enfermedad.
Primera consulta con el cirujano
En la primera consulta, el cirujano realiza una
historia médica completa, así como una
exploración física. Asimismo, examina la estructura de la piel y toma fotografías. Explica las diferentes alternativas mediante fotografías o con soporte informático, recomendando la que considera mejor para las expectativas del
paciente. También informa sobre el tipo de
anestesia, los posibles
riesgos y complicaciones y sobre el
coste de la intervención.
Los implantes corporales no están incluidos entre las prestaciones de la
Seguridad Social.
¿Cómo debe prepararse el paciente para la intervención?
Es recomendable dejar de fumar con bastante antelación para favorecer la oxigenación de la piel y su correcta cicatrización. Se debe suspender toda medicación que afecte a la coagulación de la sangre (aspirina, anticoagulantes, etc.).
¿Dónde se realiza la intervención?
Las intervenciones para colocar implantes corporales se realizan en el
hospital.
¿Cómo se hace un implante corporal?
Implantes de glúteos
Se suelen utilizar
implantes de silicona rellenos de gel cohesivo. En ocasiones se emplea
anestesia epidural aunque también se utiliza la
anestesia general.
La intervención dura entre hora y media y dos horas y requiere un
ingreso hospitalario de 24 a 48 horas.
La incisión se realiza en el
pliegue interglúteo y los
implantes se pueden colocar a diferentes niveles en función de cada caso y del volumen requerido. Al principio se colocan unos apósitos para favorecer la correcta
cicatrización, que se sustituyen posteriormente por un panty o una faja.
En el postoperatorio, las molestias y la inflamación son escasas durante los primeros días y se alivian con la
medicación prescrita por el cirujano. No requiere cuidados postoperatorios especiales, excepto la limpieza extremada de la
región perineal (la zona entre el orificio anal y los genitales) durante la primera semana. Los primeros días debe evitarse el calor de la bañera, siendo aconsejables las duchas rápidas.
Las
suturas se retiran en una o dos semanas. El paciente puede sentarse a partir de las 36 horas y puede comenzar a practicar deporte a partir del mes de la operación. A partir de la intervención, se debe evitar la administración de medicación por vía intramuscular en el
glúteo, debiendo siempre avisar de la presencia de implantes. También se recomienda prudencia de por vida respecto a ejercicios específicos de musculación en la zona.
Implantes de pectorales
Los implantes pectorales son de silicona sólida, de consistencia blanda y suave. La intervención se realiza bajo
anestesia general. Se puede realizar de forma ambulatoria. Los implantes se suelen introducir a través de una incisión en la axila (de unos 4 cm), para colocarlos entre los músculos pectorales. Después se cierran las incisiones y se aplica un
vendaje compresivo tipo chaleco, para impedir que los implantes se desplacen durante el proceso de
cicatrización.
Los vendajes y las suturas se retiran en una o dos semanas.
Las molestias y la inflamación de los primeros días se alivian con la
medicación prescrita por el cirujano. La vuelta al trabajo depende en gran medida del tipo de trabajo que se realice, puede oscilar entre cinco y diez días. Se puede comenzar a practicar deporte a partir del mes de la intervención, siempre de forma gradual para evitar
hemorragias o desplazamiento de los implantes.
Implantes de pantorrillas
Se suelen utilizar implantes de silicona rellenos de gel cohesivo. La intervención se realiza con
anestesia local con
sedación, con anestesia
epidural o con anestesia general, y su duración aproximada es de una hora. Suele precisar un
ingreso hospitalario de 24 a 48 horas, aunque también se puede realizar de forma ambulatoria.
Las incisiones para la colocación de los implantes (de unos 4 cm) se realizan por detrás de la rodilla. Después se cierran y se aplica un
vendaje compresivo.
Las molestias y la
inflamación de los primeros días son escasas y se alivian con la medicación prescrita por el cirujano. Los
vendajes y las
suturas se retiran en una o dos semanas. Es necesario llevar unas medias compresivas al principio para reducir la inflamación y evitar el desplazamiento de los implantes durante el proceso de
cicatrización. La deambulación resulta dificultosa los primeros quince días y obliga a caminar más despacio. Se puede comenzar a practicar deporte a partir del mes de la intervención. La reincorporación al trabajo suele ser a la semana, siempre que el trabajo no requiera esfuerzos físicos o grandes desplazamientos.
Riesgos de esta operación
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Las complicaciones que pueden observarse son:
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Complicaciones propias de los implantes:
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Desplazamiento del lugar inicial de implantación. Requiere una nueva intervención para devolverlo a su sitio.
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Compresión de algún nervio, como el ciático en los implantes de glúteos.
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Contractura capsular alrededor de la prótesis. Esta situación requiere su extracción.
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Complicaciones propias de la cirugía:
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Infecciones. En caso de que éstas no remitan, los implantes deben ser retirados para volver a colocarlos una vez desaparezca la infección.
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Cambios en la sensibilidad de la piel.
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Complicaciones propias de la anestesia.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.