¿Qué es la trigliceridemia?
Los triglicéridos son un tipo de grasa (lípido) presente en la sangre, que los músculos, incluido el cardíaco (corazón), utilizan como fuente de energía. Además, son el tipo más frecuente de grasas en el cuerpo . Los triglicéridos de la sangre proceden de:
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La comida. Después de una comida los triglicéridos aumentan mucho en la sangre y permanecen elevados durante varias horas. Por este motivo para cualquier análisis de triglicéridos es recomendable estar en ayunas.
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El hígado. Cuando se está en ayunas el hígado está encargado de liberar triglicéridos para mantener así un aporte continuo de energía a los músculos y al corazón.
La concentración ideal de triglicéridos en sangre debe situarse por debajo de 150 mg/dl. En determinadas circunstancias, dicha concentración puede aumentar mucho, lo que se denomina hipertrigliceridemia. Se considera que los triglicéridos están altos cuando su concentración en sangre es superior a 200 mg/dL. De hecho, si los resultados son normales, deben indicar menos de 150 mg/dL (1,69 mmol/L).
La hipertrigliceridemia se clasifica en:
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Triglicéridos en el límite alto de la normalidad :150-199 mg/dL (1,69 a 2,25 mmol/L).
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Triglicéridos altos 200-499 mg/dL (2,26 a 5,664 mmol/L).
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Triglicéridos muy altos ≥ 500 mg/d (5,65 mmol/L).
Aun así, los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente entre diferentes laboratorios. Aunque si el nivel es elevado, los resultados lo mostrarán correctamente.
Causas de tener los triglicéridos altos
La hipertrigliceridemia suele deberse a una combinación de causas:
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Causas genéticas (hipertrigliceridemias primarias): Se han identificado numerosos genes responsables del aumento de los triglicéridos en sangre. En general estos genes fabrican proteínas que están encargadas de la destrucción de los triglicéridos. Si los genes están alterados no se fabrican adecuadamente las proteínas encargadas de la destrucción de los triglicéridos y éstos aumentan en la sangre. Algunos de estos defectos genéticos se acompañan de cifras muy elevadas de triglicéridos en sangre y suelen diagnosticarse en la infancia porque los niños desarrollan inflamaciones del páncreas (pancreatitis) de forma repetida. A estas elevaciones muy marcadas de los triglicéridos (con frecuencia con valores por encima de 5.000 o 10.000 mg/dL) se las denomina síndromes de hiperquilomicronemia. Sin embargo, la mayoría de las alteraciones genéticas producen elevaciones pequeñas de los triglicéridos, que pueden alcanzar elevaciones mucho más importantes solo si se ven favorecidas por causas ambientales.
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Causas ambientales (hipertrigliceridemias secundarias): Los factores ambientales son una importante causa de hipertrigliceridemia. En general se asocian con alteraciones genéticas, lo cual favorece su desarrollo. Los factores ambientales que favorecen el aumento de los triglicéridos son: obesidad (sobre todo la obesidad de predominio abdominal), diabetes , consumo exagerado de alcohol, utilización de determinados medicamentos e hipotiroidismo.
¿Qué produce tener los triglicéridos altos?
Según el jefe de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico de Valladolid, Daniel de Luis Román , “tener los triglicéridos altos puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como eventos cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Además, los niveles elevados en sangre están asociados con el desarrollo de pancreatitis, una inflamación grave del páncreas”. Por otro lado, afirma que los triglicéridos altos suelen acompañarse de otros problemas metabólicos, como diabetes tipo 2, obesidad y síndrome metabólico.
Aun así, la hipertrigliceridemia, habitualmente, no produce ningún síntoma y es un hallazgo casual al realizar un análisis de sangre por cualquier motivo. Las complicaciones que pueden producirse por una hipertrigliceridemia son:
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Pancreatitis aguda. Se trata de una inflamación del páncreas que suele ser grave y precisa hospitalización. El riesgo de pancreatitis empieza a aumentar cuando los triglicéridos se elevan por encima de 500 mg/dL y es mayor cuanto mayor es la concentración de triglicéridos en sangre.
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Enfermedad cardiovascular, principalmente enfermedad coronaria. El riesgo de enfermedad cardiovascular ya se observa cuando los triglicéridos se elevan por encima de 200 mg/dL.
Diagnóstico de la hipertrigliceridemia
En primer lugar, hay que valorar si se trata de un trastorno primario o secundario. Esta tarea ha incluido de una historia familiar y personal detallada y las características de la dislipidemia. La enfermedad isquémica prematura en la familia orienta hacia una hiperlipidemia aterogénica, como la hiperlipidemia familiar combinada o el déficit familiar de lipoproteínas de alta densidad (HDL) (hipoalfalipoproteinemia familiar. Sobre las características de la dislipidemia hay que tener en cuenta la edad del diagnóstico, los valores máximos alcanzados y la respuesta a las medidas terapéuticas.
De Luis explica que “la hipertrigliceridemia se diagnostica mediante un análisis de sangre llamado perfil lipídico o lipidograma, que mide los niveles de triglicéridos, colesterol total, colesterol LDL (colesterol "malo"). y colesterol HDL (colesterol "bueno")”. Además, hay indicios de que este análisis requieren un ayuno de 9 a 12 horas para obtener resultados precisos, ya que los niveles de triglicéridos pueden aumentar temporalmente después de comer. El aumento de triglicéridos como la obesidad, el consumo de alcohol o de medicamentos que pueden elevar sus niveles. También debe realizarse un análisis de sangre para ver el funcionamiento del tiroides.
¿Es hereditaria?
Tal y como afirma el especialista, “la hipertrigliceridemia puede tener un componente hereditario, como en el caso de la conocida como hipertrigliceridemia familiar. Esta condición es el resultado de mutaciones genéticas que afectan al metabolismo de los lípidos, lo que provoca una acumulación anormal de triglicéridos en la sangre. Las personas con antecedentes familiares de niveles altos de triglicéridos tienen un mayor riesgo de desarrollar esta condición, incluso si siguen un estilo de vida saludable”.
Además de los factores genéticos, De Luis señala que el estilo de vida también desempeña un papel importante en el desarrollo de la hipertrigliceridemia. Dietas ricas en grasas y azúcares, sedentarismo y consumo de alcohol pueden exacerbar los niveles elevados de triglicéridos en personas predispuestas genéticamente.
¿Se puede prevenir?
Sí, la hipertrigliceridemia puede prevenirse en muchos casos mediante cambios en el estilo de vida. Una dieta saludable y equilibrada es clave, reduciendo el consumo de grasas saturadas, azúcares simples y carbohidratos refinados. Optar por grasas saludables, como las presentes en el aceite de oliva, aguacates y pescados ricos en omega-3, puede ayudar a mantener los triglicéridos en niveles normales.
El ejercicio regular también es fundamental. Las actividades aeróbicas, como caminar, nadar o andar en bicicleta ayudan a mejorar el metabolismo de las grasas y reducir los triglicéridos.
De Luis advierte que “limitar o evitar el consumo de alcohol es otro paso importante, ya que esta sustancia puede aumentar significativamente los triglicéridos en algunas personas. Mantener un peso saludable y controlar otras condiciones como la diabetes y la hipertensión también es crucial para la prevención”.
En algunos casos, si hay predisposición genética, “pueden requerirse intervenciones farmacológicas para mantener los triglicéridos bajo control, pero un estilo de vida saludable sigue siendo esencial”, indica el facultativo.
Pronóstico
El pronóstico de la hipertrigliceridemia “depende de la gravedad de los niveles de triglicéridos y del control adecuado de la condición. Con cambios en el estilo de vida, como una dieta saludable, ejercicio regular y, en algunos casos, medicación, es posible reducir los triglicéridos y disminuir el riesgo de complicaciones. Si no se controla, la hipertrigliceridemia puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, así como de pancreatitis”, indica De Luis.
El síndrome de hiperquilomicronemia, por ejemplo, cursa con una cifra muy elevada de triglicéridos en sangre desde la infancia y con pancreatitis de repetición que pueden ser muy graves. El síndrome de hiperquilomicronemia primaria o hiperlipoproteinemia tipo 1 (HLP-1) de la clasificación de Fredrickson es un desorden genético caracterizado por una marcada elevación de triglicéridos y quilomicrones en la sangre, que ocasiona un elevado riesgo de pancreatitis y otras complicaciones.
Es causado por mutaciones en el gen que codifica a la enzima lipoproteinlipasa (LPL) o, menos frecuentemente, por mutaciones en genes que codifican otras proteínas necesarias para la función de la LPL. La enfermedad habitualmente es diagnosticada en la infancia, etapa en la que existen controversias acerca del uso de fármacos hipolipemiantes.
¿Cuál es el tratamiento de la hipertrigliceridemia?
El tratamiento de la hipertrigliceridemia combina cambios en la dieta y, en algunos casos, medicamentos, según explica De Luis.
Tratamiento dietético: Suelen ser más eficaces que las medidas farmacológicas para reducir la cantidad de triglicéridos en sangre. Los pacientes con hipertrigliceridemia deben
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Seguir una dieta baja en grasas saturadas y trans, evitando alimentos procesados y ricos en azúcares simples como dulces y bebidas azucaradas.
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Aumentar el consumo de grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3 presentes en el pescado (salmón, sardinas), nueces y semillas de chía.
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Reducir el consumo de carbohidratos refinados y optar por fuentes de fibra, como frutas, verduras y granos enteros.
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No fumar ni beber alcohol.
Tratamiento farmacológico: En casos más graves, con niveles de triglicéridos superiores a 500 mg/dL, se recetan medicamentos:
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Los fibratos (gemfibrozilo y fenofibrato) son fármacos que reducen significativamente los triglicéridos.
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Los ácidos grasos omega-3 de prescripción también pueden ser recomendados en dosis altas.
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Las estatinas, “aunque se usan principalmente para reducir el colesterol LDL, también pueden ayudar a disminuir los triglicéridos”, según explica el médico De Luis.
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La niacina es otra opción, aunque su uso ha disminuido por posibles efectos secundarios.
El tratamiento de la hipertrigliceridemia suele ser de por vida, a no ser que haya variaciones tan significativas en la dieta, el peso o la actividad física, que llevarán a una reducción muy importante de los triglicéridos, lo cual permitiría retirar la medicación.
Daniel de Luis Román es jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Además, es catedrático de la Universidad de Valladolid. Además de ser académico de número de la Real Academia de Medicina y Cirugía vallisoletana, es director del Área de Ciencias de la Salud de la universidad donde imparte clase. También dirige el Centro de Investigación de Endocrinología y Nutrición de la Facultad de Medicina de Valladolid y es presidente de Scledyn.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.