Diccionario de enfermedades

Ganglión

¿Cómo se diagnostican los gangliones?
Un ganglión es un quiste benigno que se forma sobre una articulación o sobre un tendón. Esta relleno de un líquido lubricante que es el utilizado para reducir la fricción que se produce al mover ciertos tendones y articulaciones de nuestro cuerpo. Habitualmente se localizan en la zona de la muñeca, en el dorso de la mano, en los dedos, o en el empeine. Con menos frecuencia pueden también aparecer en la rodilla, en el hombro, en la espalda o en otras zonas del cuerpo.

¿Cuáles son las causas del ganglión?


Las causas de los gangliones son desconocidas, aunque se han atribuido al roce o al uso continuado de determinados tendones o articulaciones. Algunos gangliones pueden aparecer después de golpes sobre la zona.

Síntomas de la enfermedad


Los síntomas son la aparición de un bulto en una determinada zona, que puede no producir síntomas, puede doler o puede dificultar la movilidad de la articulación donde se encuentre. En ocasiones pueden disminuir de tamaño o desaparecer solos después de un tiempo. Algunos gangliones no se ven a simple vista y producen dolor local, siendo diagnosticados tras realizar pruebas radiológicas especiales como una RMN (Resonancia Magnética Nuclear).

¿Cómo se diagnostican los quistes?


Suele tratarse de un diagnóstico sencillo simplemente con verlo. Dado que está relleno de líquido, la luz lo atraviesa, por lo que se puede aplicar sobre el bulto una luz intensa y demostrar que la luz pasa a su través.

En ocasiones puede ser necesario realizar una radiografía, una ecografía o una RMN para ver mejor la zona y llegar al diagnóstico.

¿Es hereditario?


Los gangliones no son hereditarios.

¿Es contagioso?


No, los gangliones no son contagiosos.

¿Puede prevenirse?


Los gangliones no pueden ser prevenidos.


¿Cuál es el pronóstico del quiste?


Se trata de quistes benignos que nunca se malignizan y que no producen complicaciones especiales.

Tratamiento de los gangliones


En ocasiones, los gangliones desaparecen solos sin ningún tratamiento, por lo que muchas veces se recomienda esperar y ver la evolución. Mantener en reposo la zona reduce el dolor. Cuando se decide realizar un tratamiento, este puede ser:
  • Extraer el líquido de su interior pinchando con una aguja (aspirar el líquido). Posteriormente se puede inyectar en su interior una sustancia que evita que pueda volver a llenarse de líquido y reaparecer.
  • Extirparlo mediante cirugía. La anestesia puede ser local, regional o general. Es una cirugía sencilla y segura que raramente produce complicaciones. Éstas pueden ser el daño de algún tendón o nervio, que producirían debilidad o problemas en el movimiento, o una infección en la cicatriz de cirugía.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.