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Diccionario de enfermedades
Ferbisol
El Ferbisol es una forma de hierro, sulfato de ferroglicina, que puede tomarse por vía oral para tratar o prevenir la deficiencia de hierro. Sus cápsulas se denominan gastrorresistentes porque no liberan su contenido en el estómago, sino que lo hacen en el intestino, donde es absorbido.
Según Leonor Senent, jefa de sección de la unidad de Diagnóstico Hematológico del Hospital La Fe de Valencia, “el Ferbisol se usa para el tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro”.
Este tipo de patología es un tipo de anemia que se desarrolla cuando no hay suficiente hierro en el cuerpo. Es el tipo más común de anemia. De hecho, las personas con anemia por deficiencia de hierro leve o moderada pueden no presentar ningún síntoma. Aun así, la más grave puede causar cansancio, dificultad para respirar o dolor en el pecho. Otros síntomas incluyen los siguientes:
Ferbisol puede, en algún caso, causar una alergia grave (reacción anafiláctica). De todas formas, Senent afirma que la frecuencia de que esto ocurre no puede ser calculada, por lo que no tiene por qué ocurrir, aunque en caso de experimentar una erupción grave, picor y dificultad al respirar, la hematóloga recomienda consultar inmediatamente a su médico.
Los efectos adversos más frecuentes, “que afectan a entre 1 y 10 pacientes de cada 100” son los siguientes:
Senent indica que una persona no debe tomar Ferbsiol si es alérgica al complejo del hierro o a alguno de los demás componentes de este medicamente, si tiene un estrechamiento en su garganta, si sufre una enfermedad hereditaria del almacenamiento de hierro, si padece una enfermedad con acumulación de hierro, si sufre algún trastorno en la utilización de hierro o si recibe transfusiones de sangre periódicas.
Según advierte, los niños menores de 6 años no deben tomarlo y, de esa edad en adelante, solo cuando cuyo peso corporal sea superior a 20 kilogramos.
“Los calmantes para el dolor (analgésicos) y antirreumáticos pueden empeorar cualquier irritación de la mucosa del estómago que pueda causar el Ferbisol”, añade. De hecho, asegura que la administración de hierro intravenoso concomitantemente con la administración de hierro oral puede inducir disminución de la presión sanguínea o incluso colapso por la liberación muy rápida de hierro y una posible sobrecarga, por lo que no recomienda dicha combinación.
Además, “ciertos antibióticos o medicamentos usados para el tratamiento de los huesos debilitados pueden llegar a reducir su eficacia si se combina con Ferbisol”. Por otro lado, medicamentos que contienen calcio reducen o impiden que se absorba el hierro adecuadamente.
Los medicamentos para la artritis, tales como penicilina y compuestos de oro administrados por vía oral, para la enfermedad de Parkinson o la L-metildopa y levodopa y L-tiroxina pueden llegar a ser peor absorbidos al tomar Ferbisol. Así como los tratamientos para infecciones (antibióticos) del grupo conocido como fluoroquinolonas, tales como ciprofloxacino, levofloxacino, norfloxacino y ofloxacino.
Ferbisol no debe tomarse con la comida. Algunas sustancias contenidas en los alimentos vegetales (cereales o verduras) pueden formar complejos con hierro (fitatos, oxalatos y fosfatos). Dichos complejos interrumpen la absorción del hierro. Además, los ingredientes del café, té, leche y bebidas pueden también reducirla. Senent afirma que el intervalo entre la administración de estos compuestos y el Ferbisol debe ser al menos de dos horas.
Alrededor de 13 o 14 euros.
No hay riesgos conocidos cuando se usa ferbisol durante el embarazo y lactancia.
Ferbisol: ficha técnica completa
Leonor Senent es jefa de sección de la unidad de Diagnóstico Hematológico del Hospital La Fe de Valencia. Además, es investigadora y ha escrito numerosos artículos científicos sobre, por ejemplo, la valoración del mielograma o el diagnóstico en pacientes con síndrome mielodisplásico.
¿Para qué sirve?
Según Leonor Senent, jefa de sección de la unidad de Diagnóstico Hematológico del Hospital La Fe de Valencia, “el Ferbisol se usa para el tratamiento de la anemia por deficiencia de hierro”.
Este tipo de patología es un tipo de anemia que se desarrolla cuando no hay suficiente hierro en el cuerpo. Es el tipo más común de anemia. De hecho, las personas con anemia por deficiencia de hierro leve o moderada pueden no presentar ningún síntoma. Aun así, la más grave puede causar cansancio, dificultad para respirar o dolor en el pecho. Otros síntomas incluyen los siguientes:
- Fatiga
- Mareos o aturdimientos
- Manos y pies fríos
- Piel pálida
¿Cuáles pueden ser sus efectos secundarios?
Ferbisol puede, en algún caso, causar una alergia grave (reacción anafiláctica). De todas formas, Senent afirma que la frecuencia de que esto ocurre no puede ser calculada, por lo que no tiene por qué ocurrir, aunque en caso de experimentar una erupción grave, picor y dificultad al respirar, la hematóloga recomienda consultar inmediatamente a su médico.
Los efectos adversos más frecuentes, “que afectan a entre 1 y 10 pacientes de cada 100” son los siguientes:
- Molestias estomacales
- Ardores
- Vómitos
- Deposiciones líquidas (diarrea)
- Náuseas
- Estreñimiento
- Deposiciones oscuras
- Tinción dental
- Hipersensibilidad en la piel
¿Quiénes no pueden tomarlo?
Senent indica que una persona no debe tomar Ferbsiol si es alérgica al complejo del hierro o a alguno de los demás componentes de este medicamente, si tiene un estrechamiento en su garganta, si sufre una enfermedad hereditaria del almacenamiento de hierro, si padece una enfermedad con acumulación de hierro, si sufre algún trastorno en la utilización de hierro o si recibe transfusiones de sangre periódicas.
Según advierte, los niños menores de 6 años no deben tomarlo y, de esa edad en adelante, solo cuando cuyo peso corporal sea superior a 20 kilogramos.
“Los calmantes para el dolor (analgésicos) y antirreumáticos pueden empeorar cualquier irritación de la mucosa del estómago que pueda causar el Ferbisol”, añade. De hecho, asegura que la administración de hierro intravenoso concomitantemente con la administración de hierro oral puede inducir disminución de la presión sanguínea o incluso colapso por la liberación muy rápida de hierro y una posible sobrecarga, por lo que no recomienda dicha combinación.
Además, “ciertos antibióticos o medicamentos usados para el tratamiento de los huesos debilitados pueden llegar a reducir su eficacia si se combina con Ferbisol”. Por otro lado, medicamentos que contienen calcio reducen o impiden que se absorba el hierro adecuadamente.
Los medicamentos para la artritis, tales como penicilina y compuestos de oro administrados por vía oral, para la enfermedad de Parkinson o la L-metildopa y levodopa y L-tiroxina pueden llegar a ser peor absorbidos al tomar Ferbisol. Así como los tratamientos para infecciones (antibióticos) del grupo conocido como fluoroquinolonas, tales como ciprofloxacino, levofloxacino, norfloxacino y ofloxacino.
¿Puede tomarse con alimentos?
Ferbisol no debe tomarse con la comida. Algunas sustancias contenidas en los alimentos vegetales (cereales o verduras) pueden formar complejos con hierro (fitatos, oxalatos y fosfatos). Dichos complejos interrumpen la absorción del hierro. Además, los ingredientes del café, té, leche y bebidas pueden también reducirla. Senent afirma que el intervalo entre la administración de estos compuestos y el Ferbisol debe ser al menos de dos horas.
¿Cuál es su precio?
Alrededor de 13 o 14 euros.
¿Existe algún tipo de riesgo al tomar ese medicamento si una mujer está embarazada?
No hay riesgos conocidos cuando se usa ferbisol durante el embarazo y lactancia.
Ferbisol: ficha técnica completa
Leonor Senent es jefa de sección de la unidad de Diagnóstico Hematológico del Hospital La Fe de Valencia. Además, es investigadora y ha escrito numerosos artículos científicos sobre, por ejemplo, la valoración del mielograma o el diagnóstico en pacientes con síndrome mielodisplásico.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.
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