Diccionario de enfermedades

Escoliosis

Cauas, tipos y tratamiento de la escoliosis
La escoliosis es una alteración de la alineación de las vértebras de la columna. Es normal que en la columna vertebral existan algunas curvas, pero algunas personas presentan grandes curvaturas en forma de “S” o de “C” de un lado a otro de la espalda que no son normales y es a lo que se denomina escoliosis.

La mayoría de las escoliosis son asintomáticas (no producen ninguna molestia), pero en los casos más acusados pueden producir dolor de espalda o incluso dificultar la respiración.

Cuando se detectan a tiempo se puede evitar que continúen progresando.

¿Cuáles son las causas de la escoliosis?


En la mayor parte de los casos la causa de la escoliosis es desconocida. La mayoría de ellas comienzan durante la infancia. Las escoliosis más graves son más frecuentes en las niñas que en los niños.

¿Qué tipos de escoliosis existen?


Los tipos de escoliosis son:
  • Idiopática (de causa desconocida): Es el tipo más frecuente de escoliosis. Afecta a niñas y niños por lo demás sanos. Uno de cada 5 pacientes tiene un antecedente familiar de escoliosis. La incidencia es ligeramente superior en las niñas que en los niños, y es más probable que progrese y precise tratamiento en el sexo femenino. La escoliosis idiopática puede clasificarse en tres categorías:
  • Infantil: Aparece entre el nacimiento y los 3 años.
  • Juvenil: Aparece entre los 4 y los 10 años; es rara.
  • Adolescente: Aparece a partir de los 14 años. La escoliosis idiopática del adolescente es la causa más frecuente de deformidad de la columna.
  • Congénita (desde el nacimiento): Las anomalías en la formación de las vértebras en el feto, durante el primer trimestre del embarazo, pueden causar deformidades en la columna que son evidentes desde el nacimiento o al principio de la infancia. Más del 60 % de los pacientes tienen asociadas otras anomalías, como defectos vertebrales, ano imperforado, enfermedades congénitas del corazón, comunicación entre la tráquea y el esófago, anomalías de los riñones, anomalías en las piernas y los pies, anomalías de la médula espinal y lesiones de la piel de la espalda. El riesgo de progresión de la deformidad vertebral en la escoliosis congénita es variable. En el 75 % de los pacientes sigue progresando hasta que se completa el crecimiento, y alrededor del 50 % precisan algún tipo de tratamiento. La progresión es más acentuada durante los periodos de crecimiento rápido (antes de los 2 años y después de los 10 años).
  • Neuromuscular. Es la que se asocia a numerosas enfermedades de los nervios y de los músculos (neuromusculares), como la parálisis cerebral, la distrofia muscular de Duchenne, la atrofia muscular espinal y la espina bífida. Cuando comienza la escoliosis la progresión suele ser continua. Los pacientes que no pueden andar tienen una incidencia más alta de deformidad vertebral que los que sí pueden andar.
  • Compensadora. Los adolescentes con diferencias en la longitud de las piernas pueden presentar escoliosis. No obstante con identificar y corregir la diferencia entre las extremidades con un alza en el zapato se debería corregir también la escoliosis.


¿Qué factores de riesgo existen para el desarrollo de la enfermedad?


Los factores de riesgo para el desarrollo de escoliosis son:
  • Historia familiar. La escoliosis es más frecuente en familiares de personas con escoliosis, especialmente en hijas de madres con escoliosis.
  • Sexo. Las niñas tienen mayor riesgo de desarrollar escoliosis que precise tratamiento que los niños.
  • Desplazamiento de las vértebras de la parte baja de la columna.
  • Piernas o brazos anormalmente cortos o malformados.
  • Anomalías del desarrollo dentro del útero, antes del nacimiento.

¿Qué síntomas produce la escoliosis?


En general, la escoliosis no produce síntomas hasta que la curva es muy marcada.

En los niños se puede detectar su presencia porque:
  • Una cadera o un hombro es más alto que el otro.
  • La cabeza no parece centrada con el resto del cuerpo.
  • Una escápula (paletilla u omóplato) está más salida que la otra.
  • Las costillas de un lado sobresalen más cuando el niño se inclina hacia delante doblando la cintura.
En los adultos, la escoliosis puede producir dolor de espalda y dificultades respiratorias.

¿Cómo se diagnostica?


Se debe realizar una inspección ocular del niño desnudo, de pie y tras inclinarse hacia adelante doblando la cintura. Si un lado es más alto que el otro se debe realizar una radiografía para medir la curvatura de la columna. La magnitud de la curva se cuantifica en forma de grados.

¿Puede prevenirse?


La escoliosis no puede prevenirse. El tratamiento va dirigido a detener la progresión de la curva.

¿Cuál es el pronóstico de los afectados?


La escoliosis es más grave en los niños más pequeños a los que les queda mucho por crecer. Las curvaturas de la columna vertebral pueden empeorar durante el crecimiento.

¿Cuál es el tratamiento de la escoliosis?


El tratamiento consiste en:

Escoliosis idiopática. El tratamiento se basa en:
  • La madurez ósea del niño, es decir, el cálculo de cuánto le queda por crecer.
  • El tamaño de la curvatura.
  • Si la curva es progresiva o no.
En los casos moderados se suele simplemente observar y repetir las radiografías cada 4 o 6 meses para valorar la progresión. En las escoliosis no progresivas no está indicado ningún tratamiento. Los factores de riesgo para la progresión de la curva son:
  • Sexo. La probabilidad de progresión es 5 veces mayor en las niñas que en los niños.
  • Edad. Los niños más pequeños tienen más probabilidad de progresión de la curva que los mayores.
  • Localización de la curva.
  • Tamaño de la curva. En general, en las curvas menores de 25° simplemente se observa la evolución. Las curvas progresivas entre 20º y 50° en niños se suelen tratar con un corsé hasta que se detiene el crecimiento. Las curvas por encima de 50° y los casos que no mejoran con el corsé habitualmente requieren tratamiento quirúrgico.
El corsé es un aparato ortopédico que se emplea en las curvas moderadas para evitar su progresión hasta que se detiene el crecimiento.

La cirugía se emplea en el tratamiento de las curvas graves. Su objetivo es que la columna quede equilibrada y que las curvas no puedan progresar más. Es posible, sin embargo, que la columna no quede completamente recta.

Escoliosis congénita y  neuromuscular: el tratamiento con corsé es ineficaz. Una vez confirmada la progresión, debería realizarse al tratamiento quirúrgico sin demora para prevenir deformidades graves y mejorar la calidad de vida.

¿Qué cuidados deben seguirse en la vida cotidiana cuando se sufre esta dolencia?


Se deben seguir los siguientes cuidados:
  • Escoliosis en niños
  • Es importante acudir a revisión de la escoliosis cada 4 o 6 meses para valorar la progresión de la enfermedad.
  • La adaptación al corsé es difícil para los niños y adolescentes. La familia debe ser comprensiva y apoyarles al máximo.
  • No existe evidencia científica de que la gimnasia correctiva, la estimulación eléctrica o la manipulación quiropráctica ayuden en el tratamiento de la escoliosis.
  • Escoliosis en adultos
  • Los adultos pueden sufrir dolores de espalada. Además de los medicamentos analgésicos, pueden aliviar el dolor realizando ejercicio de forma regular y evitando hacer ejercicios o actividades que dañen la espalda.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.