Enfermedad del beso

La mononucleosis infecciosa, o enfermedad del beso, es una infección causada por el virus de Ebstein-Barr. Se trata de una enfermedad que se contagia mediante la saliva y que se diagnóstica en mayor medida en adolescentes y adultos jóvenes, aunque puede presentarse a cualquier edad.

La mayoría de las personas que la padecen esta enfermedad presentan mejoría en un plazo de entre dos y cuatro semanas, aunque la sensación de cansancio que acompaña a esta enfermedad puede prolongarse, incluso, hasta algunos meses después.

Por lo general, no son necesarias las pruebas de laboratorio para diagnosticar la mononucleosis infecciosa. Un análisis de sangre puede detectar esta enfermedad.

Síntomas de la enfermedad del beso

Los síntomas más característicos de la mononucleosis son:

• Fiebre.
• Dolor de garganta.
• Dolor de cabeza.
• Inflamación de las amígdalas. Esto produce que esta patología pueda ser confundida, en algunas ocasiones, con una amigdalitis aguda, ya que presenta una sintomatología similar. 
• Cansancio.
• Falta de apetito.
• Inflamación de los ganglios, del brazo, o del hígado. En los casos en los que se inflama el brazo, existe un aumento del riesgo de rotura del hueso a casa de un golpe en casos como la práctica de un deporte de contacto.

Lo que caracteriza a esta enfermedad es que se produce por transmisión vírica, por lo que no presenta mejoría aunque se trate con antibióticos. Tiene la peculiaridad de que si se trata con un antibiótico por una confusión con una amigdalitis, en ocasiones presenta manchas de color rojizo en la piel, conocido como exantema.

En algunas ocasiones, la mononucleosis puede presentar complicaciones más o menos serias, sobre todo en personas con el sistema inmune debilitado, en las que podr&i
También puede afectar al sistema nervioso y agravarse con una meningitis, una parálisis facial, crisis epilépticas o ataxias (una descoordinación de los movimientos).  Puede llegar a ocasionar también, en algunos casos, cuadros de anemia, de hepatitis, o producir la inflamación de los testículos.

Tratamiento de la mononucleosis

Al tratarse de una enfermedad producida por un virus, el tratamiento se centra en paliar en la medida de lo posible los síntomas del paciente. De este modo, en el caso de que el paciente presiente fiebre y malestar, lo común es la receta de un medicamento antiinflamatorio.

Si el agotamiento que acompaña a la patología es muy alto, se recomienda también guardar reposo domiciliario y no forzar las comidas, aunque es recomendable consumir líquidos de manera frecuente. Junto a los analgésicos y los medicamentos para reducir la fiebre, se aconseja también realizar gárgaras con agua tibia y sal.

Además, las personas que conviven con un contagiado deben adoptar una serie de precauciones para evitar el contagio, como no compartir vasos ni cubiertos que puedan contener saliva y, especialmente, no besar al enfermo.