Los consejos para pacientes con artrosis de la
Sociedad Española de Reumatología son los siguientes:
Mantenga un peso corporal adecuado
En pacientes con artrosis obesos o con sobrepeso, se recomienda iniciar una
dieta baja en calorías para reducir el peso.
Calor y frío
En general, el
calor es más beneficioso en la artrosis. Se puede aplicar con una manta eléctrica o con una bolsa de agua caliente colocada sobre la articulación dolorosa. Alivian el dolor y relajan la musculatura. En ocasiones, sin embargo, a la artrosis se le puede sumar una inflamación (la articulación duele más y se pone roja, hinchada y caliente); en estas circunstancias es mejor aplicar frio local mediante bolsas de hielo o baños fríos.
Dieta baja en calorías, aplicar calor o frío, medicación bajo supervisión médica o hábitos posturales mejoran el pronóstico
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Medicación
Existen muchos tipos de medicamentos que pueden ser beneficiosos en esta enfermedad. Hay analgésicos, anti-inflamatorios (en forma de pastillas, geles o cremas) y medicamentos que pueden evitar la progresión de la artrosis. También pueden realizarse infiltraciones en la articulación con anestésicos o con anti-inflamatorios. Sin embargo, ha de ser el médico de
Atención Primaria o el reumatólogo el que decida, en cada momento de la evolución, cuál es el adecuado para cada persona. No se debe automedicar. Las terapias llamadas alternativas, como la acupuntura, osteopatía, hierbas, etc., no han demostrado su eficacia científicamente, pero si se desea emplearlas se debe consultar antes al médico para evitar problemas.
Hábitos posturales
Duerma en
cama plana. Evite sentarse en sillones o sofás hundidos, y use sillas con respaldo recto, donde sus caderas y rodillas mantengan una posición natural y sus pies estén en contacto con el suelo.
Ejercicio
El ejercicio protege la articulación y aumenta la fuerza de nuestros músculos. Es bueno
caminar, ir en bicicleta y practicar la natación, pero los deportes de contacto o de gran sobrecarga física son menos recomendables. Existen también ejercicios específicos para cada articulación afectada por la enfermedad; solicítelos a su médico o reumatólogo, y practíquelos a diario.
Reposo
En aquellas situaciones en las que se produzca un importante brote inflamatorio se recomienda hacer reposo temporalmente. También es bueno intercalar pequeños periodos de reposo durante las actividades de la vida diaria.
Evite sobrecargar las articulaciones
No cargue pesos excesivos, evite caminar por terrenos irregulares y permanecer de pie excesivamente sin descansar. Use un carrito para llevar las compras. Si padece artrosis de rodilla o cadera, el empleo de un bastón para caminar disminuye la sobrecarga de esas articulaciones.
Calzado adecuado
Si tiene usted artrosis lumbar, de caderas o de rodillas, debe emplear un
calzado de suela gruesa que absorba la fuerza del impacto del pie contra el suelo al caminar. Esto también puede conseguirse con plantillas o taloneras de silicona que se colocan en el zapato. No use zapatos con tacón excesivo. Es preferible emplear zapato plano o con un ligero tacón.
Balnearios
Los balnearios aplican aguas mineromedicinales, generalmente termales, para el tratamiento de la artrosis. Con ello consiguen mejorar el dolor y relajar la musculatura contracturada. Los llamados centros SPA (salud por el agua) realizan tratamientos estéticos y de relax mediante el uso de agua que, sin embargo, no tiene características mineromedicinales como la de los balnearios. Ambas formas pueden ser útiles en la artrosis.
Mantenga una actitud positiva
La artrosis, a pesar de todo, permite mantener una
vida personal y familiar completa, con muy escasas limitaciones. En los casos más avanzados y de peor evolución, existen tratamientos quirúrgicos que pueden solucionar el problema. La artrosis “per se” no afecta la vida y los progresos en su investigación y tratamiento son continuos.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.