El
cáncer de colon es uno de los cánceres más frecuentes. Este tipo de cáncer se asocia con la edad y con factores hereditarios, situaciones ambas que no pueden ser modificadas. Sin embargo, existen diversas acciones que pueden disminuir las posibilidades de que aparezca un cáncer de colon o que permiten detectarlo en estadios precoces.
Acciones para reducir el riesgo de cáncer de colon
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Realice chequeos para evaluar si existen pólipos en el colon y poder así diagnosticar un cáncer en estadios iniciales. El cáncer de colon en estadios iniciales se puede operar y curar. En ocasiones se pueden detectar pólipos que están iniciando una transformación cancerosa y pueden ser extirpados por colonoscopia (polipectomía), evitando así que crezcan y se transformen en un cáncer. La prueba a utilizar para el diagnóstico temprano de un cáncer de colon en la población general es discutida, pudiendo ser un análisis de las heces para detectar sangre oculta, o una colonoscopia. La mitad de los pacientes con cáncer de colon tienen un test de sangre en heces negativo. Del mismo modo, la mayoría de las personas con un test positivo no tienen luego ninguna enfermedad en el colon. Por ello la colonoscopia sería el test ideal para identificar un cáncer en fases tempranas. Sin embargo es una prueba cara, que puede tener complicaciones y probablemente no se podría realizar a toda la población mayor de 50 años en nuestro país. Las recomendaciones de hacerse un chequeo son, por tanto:
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En personas con historia familiar de cáncer de colon o recto a edades tempranas (el padre, la madre o un hermano han tenido un cáncer de colon cuando eran menores de 60 años), se recomienda realizar una colonoscopia inicial a los 40 años. En familiares de personas diagnosticados de cáncer de colon o recto por encima de los 60 años se recomienda hacer la primera colonoscopia a los 50 años. Si la colonoscopia es normal se recomienda repetirla cada 10 años.
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En la población general mayor de 50 años se les debe ofrecer una prueba para el diagnóstico precoz de cáncer, que puede ser:
-Test de sangre oculta en heces realizado cada año.
-Rectosigmoidoscopia cada 5 años.
-Enema opaco de doble contraste cada 5 años.
-Colonoscopia cada 10 años
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En pacientes con poliposis colónica familiar y con enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa), las cuales se asocian a un mayor riesgo de desarrollar cáncer en esta localización, la estrategia para diagnosticarlo debe ser personalizada.
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Coma verduras, frutas y cereales integrales. Las dietas ricas en estos productos se han relacionado con un menor riesgo de cáncer de colon. La fibra debe obtenerse desde los alimentos, no a partir de suplementos.
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Reduzca el consumo de carnes rojas (cordero, cerdo y vaca) y de carnes procesadas (fiambres y salchichas), las cuales se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de colon.
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Realice ejercicio físico de forma regular.
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Controle el peso. El sobrepeso y la obesidad se asocian al cáncer de colon.
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No fume. El tabaco se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de colon y con un mayor riesgo de muerte una vez diagnosticado.
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Limite el consumo de alcohol. Los grandes bebedores tienen más posibilidades de desarrollar cáncer de colon. No se recomienda un consumo de alcohol superior a 2 bebidas alcohólicas en varones o una bebida alcohólica en mujeres cada día.
La adopción de estas medidas también permite reducir el riesgo de otro tipo de cánceres, de
diabetes y de enfermedades cardiovasculares.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.