La
colitis isquémica es una
inflamación del colon (intestino grueso) como consecuencia de una escasa llegada de sangre a este órgano. Si la falta de riego es muy importante o es muy prolongada en el tiempo, una zona del colon puede llegar a morirse (infarto del colon o gangrena del colon).
Colitis isquémica: qué es y causas
La colitis isquémica es debida a una
falta crónica de riego al colon, que se ve agravada por alguna circunstancia precipitante.
Las causas de falta crónica de riego al colon son las mismas causas que se asocian con la aparición de arteriosclerosis, es decir la
presencia de placas de grasa en el interior de las arterias que dificultan el paso de sangre. Por tanto la colitis isquémica será más frecuente en:
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Personas de edad avanzada.
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Varones.
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Personas con múltiples factores de riesgo para el desarrollo de arteriosclerosis como tabaquismo, diabetes, colesterol elevado o hipertensión arterial.
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Personas que ya tienen manifestaciones de arteriosclerosis en otros órganos, como pacientes con enfermedad arterial periférica, enfermedad coronaria, aneurisma de aorta abdominal o ictus.
En personas con falta crónica de riego al intestino puede desencadenarse un episodio de colitis isquémica cuando aparezca alguna otra circunstancia que
favorezca que
el riego a la zona disminuya aún más (factor agravante). Esto puede ocurrir cuando aparezcan las siguientes complicaciones:
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Infecciones graves.
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Insuficiencia cardiaca.
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Arritmias.
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Anemia.
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Cirugía del riñón, cirugía de un aneurisma de aorta abdominal u otra cirugía del abdomen.
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Situaciones de hipercoagulabilidad (facilidad para que la sangre se coagule), como diversas enfermedades de la sangre o la deshidratación.
Otras enfermedades que también se asocian con
colitis isquémica por motivos distintos a los previos son mucho más infrecuentes e incluyen a las pancreatitis, las vasculitis, la artritis reumatoide, el cáncer de colon y el consumo de algunas medicinas, entre otras.
La falta de riego puede afectar de forma difusa a una gran parte del intestino o sólo a una zona localizada. Además, la falta de riego puede ser grave y catastrófica, autolimitada (que se pasa sola), o ser crónica.
Síntomas de la Colitis isquémica
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La falta de riego puede ser brusca y muy grave, produciendo la muerte de una gran cantidad del intestino, perdiéndose mucho líquido y proteínas hacia el colon y favoreciendo el paso de bacterias desde el intestino a la sangre y con ello una infección de la sangre (sepsis), todo ello con un muy mal pronóstico y una elevada mortalidad.
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En los episodios agudos más leves, la colitis isquémica puede ser confundida con una enfermedad inflamatoria intestinal porque produce:
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Dolor en la parte inferior del abdomen, generalmente en el lado izquierdo aunque a veces el dolor se localiza en el lado derecho, en el apéndice, y es de intensidad moderada.
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Ganas de hacer de vientre, a veces con diarrea.
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En fases mas avanzadas parálisis del intestino con dilatación del colon y estreñimiento.
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La falta crónica de riego al intestino puede llevar a la formación de zonas inflamatorias que luego cicatrizan, produciendo una estrechez del colon que puede dar lugar a episodios de obstrucción intestinal. La falta crónica de riego también puede favorecer el paso ocasional de bacterias desde el colon a la sangre con la aparición de sepsis (infecciones de la sangre) que pueden ser muy graves. A veces la falta crónica de riego se acompaña también de episodios de sangrado intestinal.
¿Cómo se diagnostica la colitis isquémica?
El diagnóstico de una colitis isquémica se realiza con una
colonoscopia, que demuestra una zona inflamada, generalmente en el colon descendente. El TAC de abdomen suele mostrar hallazgos inespecíficos.
¿Cuál es su pronóstico?
El pronóstico de la colitis isquémica es malo. La falta crónica de riego puede llevar a la muerte de una parte del colon. En estos casos la mortalidad es muy alta a pesar de la cirugía. A su vez, la falta crónica de riego puede producir una obstrucción intestinal.
En los casos más leves el pronóstico es variable. Si se produce una situación que desencadena una falta aguda de riego, como una infección, una deshidratación, anemia o insuficiencia cardiaca, el hecho de solucionar la causa desencadenante puede también solucionar el episodio de colitis isquémica. En estos casos la falta de riego es transitoria y con un buen pronóstico.
¿Es contagiosa?
La colitis isquémica no es una enfermedad contagiosa.
Tratamiento de la Colitis isquémica
Si se trata de un episodio de falta de riego leve se suele:
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Dejar el intestino en reposo mediante ayuno, aportando abundantes líquidos por la vena mediante sueros.
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Poner tratamiento con antibióticos.
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Corregir, si existiera, cualquier situación que haya podido precipitar el episodio de colitis isquémica.
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Realimentar por boca lentamente, pasado un tiempo.
En las situaciones muy graves, donde la falta de riego lleva a la muerte del colon, se debe realizar cirugía urgente extirpando la parte muerta del colon.
Cuando existe una falta crónica de riego que se asocia con paso frecuente de
bacterias a la sangre (sepsis de repetición), con sangrado frecuente o con obstrucciones intestinales repetidas, puede haber indicación para operar y quitar la parte dañada del intestino.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.