Una
cistoscopia sirve fundamentalmente para observar el interior de la
vejiga y para resecar (extirpar) lesiones cancerosas de su interior.
¿Qué es una cistoscopia?
La cistoscopia consiste en la introducción de un tubo fino (cistoscopio) por la
uretra (por donde sale la orina). Dicho tubo lleva en su punta una luz y una cámara de vídeo. Mientras se introduce, las imágenes son visualizadas en una pantalla de televisión.
¿Cuándo se solicita una cistoscopia?
La cistoscopia se solicita cuando se sospecha que existe un
problema en el interior de la vejiga que no puede diagnosticarse mediante procedimientos más sencillos. Se suele solicitar en personas con sangrado en la orina (hematuria), cuando existe dolor o escozor permanente al orinar, etc. También se realiza para instilar en el interior de la vejiga diversos tratamientos o para realizar diversos procedimientos terapéuticos.
¿Cómo debe prepararse el paciente para una cistoscopia?
En general la cistoscopia se realiza con
anestesia local. Es recomendable que el paciente esté en
ayunas, si bien en muchas ocasiones no es imprescindible, por lo que es conveniente preguntar antes al médico. Si se utiliza anestesia epidural o anestesia general se debe acudir a la prueba en ayunas. Se debe haber realizado un
análisis de coagulación de la sangre para que, en caso necesario, puedan realizarse biopsias sin riesgo de sangrado. En personas con alteraciones en las válvulas del corazón (dañadas o con prótesis), con antecedentes de infecciones de corazón o con malformaciones congénitas del corazón, podría estar indicado poner tratamiento antibiótico antes de la prueba para prevenir una endocarditis, es decir, una infección del corazón.
Contraindicaciones
El médico que realiza la cistoscopia debe conocer las enfermedades importantes y las medicaciones que toma el paciente para que determine si la prueba está contraindicada o no.
¿Cómo debe realizarse la cistoscopia?
El
paciente debe orinar antes de la realización de la cistoscopia. Posteriormente se tumba boca arriba con las piernas abiertas. A veces se toma una vía periférica (se coloca un catéter en la vena) para inyectar alguna sustancia que reduzca la ansiedad o las molestias que pudieran surgir durante la prueba. Se desinfecta la parte del pene o de la vulva por donde se va a introducir el cistoscopio y, en ocasiones, se pone un anestésico local en forma de gel, por el interior de la uretra. Tras introducir el cistoscopio se suele introducir suero salino en el interior de la vejiga para que se distienda y pueda verse adecuadamente su interior, lo que puede producir una importante sensación de ganas de orinar.
La
prueba suele durar unos 10 minutos aunque puede ser más prolongada cuando haya que realizar alguna acción terapéutica. No suele ser dolorosa aunque es algo molesta. El tiempo de recuperación está en relación con el tipo de anestesia o de sedación que se haya puesto.
Efectos adversos
Las cistoscopias no suelen producir efectos adversos importantes. A veces queda una discreta molestia al orinar, como sensación de quemazón, durante unas horas o unos días. A veces la obtención de una biopsia da lugar a un sangrado por la orina (hematuria) que no debe durar más de 24 horas. Raramente puede haber reacciones alérgicas si se pone algún tratamiento o anestesia, o perforaciones de la uretra o de la vejiga al pinchar con el cistoscopio.
Cuidados posteriores
Es recomendable
beber una importante cantidad de agua en los días posteriores a la cistoscopia. Los baños de agua caliente pueden mejorar la sensación de quemazón. A veces el médico recomienda tratamiento con un antibiótico durante unos días.
Si apareciera fiebre, o hubiera un sangrado con la orina que no cediera en 24 horas, sería conveniente consultar con el médico.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.