La estatura baja no es una enfermedad; se refiere a los niños que no cumplen las expectativas del
crecimiento normal. El patrón de crecimiento normal es considerado uno de los parámetros más importantes del bienestar general del niño. La preocupación de los padres respecto a las posibles consecuencias de una estatura anormal es causa frecuente de consulta médica.
¿Cómo saber si el niño tiene baja estatura?
La medición de la talla del niño debe realizarse de forma adecuada. Una única determinación de la altura es mucho menos útil que el patrón de crecimiento de cada niño a lo largo del tiempo. Después de medir al niño, se debe comparar la medida obtenida con la de otros niños de la misma edad y sexo recogida en unas
tablas de crecimiento. Cuando la estatura medida es mucho menor que la que aparece en las tablas de crecimiento para la misma edad y sexo (por debajo del percentil 5) hablamos de baja estatura. Al utilizar las tablas de crecimiento hay que tener en cuenta que, en algunos casos, se debe utilizar la edad ósea (determinada mediante una radiografía) en lugar de la edad cronológica (la edad real del niño). También en niños prematuros se debe corregir para la edad gestacional, al menos durante el primer año.
¿Qué significa estar en un percentil 5 de altura?
Estar en un percentil 5 de altura significa que, si comparamos con 100 niños de la misma edad y sexo, tan solo 5 medirían igual o menos y 95 medirán más. Explicado de otra forma, si ponemos a estos 100 niños en fila desde el más bajito al más alto, el nuestro ocuparía el puesto número 5.
¿Cómo varía la velocidad de crecimiento?
Normalmente, los niños crecen rápidamente en los primeros 2 años de vida; después crecen a una velocidad relativamente constante de unos 5 a 7 cm al año hasta la pubertad y, durante la misma, crecen mucho en poco tiempo, es lo que se denomina el estirón puberal. En algunos niños que se encuentran en un percentil intermedio (percentil 50) su velocidad de crecimiento va disminuyendo progresivamente hasta alcanzar los percentiles más bajos durante los primeros años de vida. Esta tendencia descendente, mantenida un mínimo de un año, es un signo de alarma. Estos niños deben ser vigilados con cuidado aunque no requieren de momento pruebas adicionales. La evaluación de los niños a lo largo del tiempo permite aclarar si el patrón de crecimiento es normal o anormal. Las alturas de los padres pueden ser útiles para decidir si basta con seguir observando al niño o si es necesario realizar un estudio más profundo.
¿Se puede predecir la estatura?
La estatura final de adulto depende de múltiples factores que modifican el potencial existente. No existe ningún método que la pueda predecir de forma precisa. Esto debe ser tenido en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre el manejo de niños con baja estatura. Entre los métodos más utilizados para predecir la estatura final se encuentran:
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Método de la estatura parental. Aunque no se puede medir la contribución de la genética en la estatura final, se puede realizar un cálculo estimado basado en la estatura de los padres ajustado al sexo del niño:
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Niñas: se restan 13 cm a la estatura del padre y se realiza la media aritmética con la altura de la madre.
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Niños: se suman 13 cm a la altura de la madre y se realiza la media aritmética con la altura del padre.
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Niños y niñas: la estatura final puede variar en 8,5 cm tanto por encima como por debajo de los valores obtenidos anteriormente.
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Métodos que incorporan la edad ósea. La edad ósea se determina mediante una radiografía de mano y muñeca izquierdas, y representa la edad biológica del niño. La velocidad a la que crece el esqueleto no siempre coincide con la edad real. Cuando el pediatra duda si el crecimiento es adecuado o no, suele solicitar una radiografía de muñeca para determinar la edad ósea.
¿Es la baja estatura un problema médico?
La baja estatura no siempre es un problema médico. Muchos niños sanos tienen talla baja:
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Talla baja idiopática. Son niños de baja estatura sin ninguna causa médica que la pueda justificar. Su velocidad de crecimiento está en el límite bajo de la normalidad. Su tamaño al nacer suele ser normal, experimentando un retraso hacia los 3-6 meses de edad. Los últimos estudios realizados en este campo sugieren que puede existir una base genética. Aunque el tratamiento de estos niños con hormona de crecimiento es controvertido, la respuesta a su administración es buena, consiguiéndose un aumento del crecimiento. Dentro de este grupo se encuentran:
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Talla baja familiar: Uno o ambos progenitores tienen talla baja; cuando los padres tienen talla baja, los hijos tienen genéticamente más probabilidades de tener talla baja. El patrón de crecimiento de un niño con poco peso y con talla y circunferencia cefálica bajas, se asocia generalmente a baja estatura familiar. Son niños con edad ósea normal, pero más bajos que la mayoría de sus compañeros.
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Retraso constitucional del crecimiento: Su tamaño al nacer suele ser normal. Pueden crecer a un ritmo más lento que el resto de los niños desde los primeros meses, o crecer a un ritmo normal hasta los 3 o 4 años disminuyendo la velocidad de crecimiento a partir de ese momento. La edad ósea está retrasada. Debido a este retraso en la edad ósea el crecimiento puede prolongarse durante más tiempo de lo normal. La pubertad suele retrasarse, y el tiempo que transcurre entre el comienzo de la pubertad y el estirón puberal es más corto, compensando así el mayor número de años de crecimiento. La estatura final se alcanza más tarde y suele ser normal, acorde al contexto familiar. Puede existir una base genética ya que es frecuente que en la familia haya otros miembros con retraso del crecimiento. Estos niños deben ser examinados cuidadosamente en busca de anomalías del desarrollo puberal aunque la mayoría son normales.
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Pubertad precoz. El estirón puberal se produce antes de lo esperable. Estos niños suelen crecer deprisa antes de tiempo y tienen un desarrollo sexual precoz. Sin embargo son posteriormente sobrepasados por sus compañeros.
La talla baja puede ser un problema médico si se asocia a:
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Enfermedades renales. El retraso del crecimiento en estos niños se debe a múltiples factores.
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Enfermedades pulmonares. El asma grave y la fibrosis quística pueden asociarse a disminución del crecimiento.
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Enfermedades cardiológicas graves.
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Enfermedades gastrointestinales. La enfermedad celiaca y la enfermedad inflamatoria intestinal (especialmente la enfermedad de Crohn) pueden asociarse a disminución del crecimiento. Los niños con retraso del crecimiento por causa gastrointestinal suelen estar más bajos de peso que de altura debido a malnutrición.
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Enfermedades inmunológicas. El SIDA y el síndrome de inmunodeficiencia combinada pueden asociarse a disminución del crecimiento debido a múltiples factores.
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Cáncer. Los niños con cáncer pueden crecer poco antes de ser diagnosticados debido a una mala alimentación y a la presencia de náuseas y vómitos. Después del diagnóstico, la falta de apetito, y las náuseas y vómitos inducidos por la quimioterapia y la radioterapia, también contribuyen al retraso de crecimiento. Tras el tratamiento, pueden recuperar una velocidad de crecimiento normal. Los casos que han recibido radioterapia en el cráneo o en el tiroides pueden no recuperar una velocidad de crecimiento normal debido a posibles interferencias con la producción de hormona del crecimiento y hormonas tiroideas, respectivamente.
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Enfermedades metabólicas y endocrinológicas. Incluyen el déficit de hormona del crecimiento, de hormonas tiroideas, de hormonas adrenales y gonadales y de vitamina D.
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Tratamiento con corticoides; los corticoides disminuyen el crecimiento actuando a varios niveles. Sus efectos sobre el crecimiento pueden persistir tras finalizar el tratamiento.
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Causas genéticas. Algunas alteraciones cromosómicas como el síndrome de Down, el síndrome de Noonan, el síndrome de Russell-Silver o el síndrome de Turner se asocian a baja estatura.
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Retraso intrauterino del crecimiento. Puede deberse a múltiples factores:
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Infecciones intrauterinas.
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Exposición materna a tóxicos, alcoholismo o tabaquismo.
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Enfermedades sistémicas maternas durante el embarazo, como la preeclampsia.
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Alteraciones del esqueleto como el raquitismo o el hipotiroidismo no tratado.
¿Es necesario realizar pruebas diagnósticas?
Cuando la velocidad de crecimiento se encuentra por debajo del percentil 5 de altura para la edad correspondiente, el niño sebe ser estudiado. Es posible que el pediatra solicite realizar un análisis de sangre y radiografías de ambas muñecas.
¿Cuándo hay que tratar la baja estatura?
Depende de la causa de la baja estatura. En los casos en los que la talla baja se debe a una enfermedad diagnosticada que tenga tratamiento, al tratar la enfermedad el paciente crecerá. En otras ocasiones la talla baja no puede mejorar y es solamente uno de los rasgos de la enfermedad. Cuando la talla baja se debe a una enfermedad con indicación para tratar con hormona de crecimiento, el tratamiento mejora la talla adulta. Se requieren inyecciones intramusculares diarias durante años. Los niños tratados con hormona del crecimiento deben realizar un seguimiento que incluye análisis de sangre de forma regular.
¿Se puede utilizar la hormona de crecimiento en niños que no tengan deficiencia de la misma?
En España, la hormona de crecimiento está indicada para el tratamiento de enfermedades debidas a un déficit de dicha hormona o para retrasos por otras causas para las que se ha demostrado su eficacia y seguridad. Las indicaciones aprobadas en España (cuya financiación corre a cargo de la Seguridad Social) son:
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Retrasos de crecimiento en niños debidos a:
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Déficit de hormona de crecimiento.
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Síndrome de Prader-Willi.
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Enfermedad renal crónica.
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Crecimiento intrauterino retardado.
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Tratamiento sustitutivo en adultos con deficiencia marcada de la hormona de crecimiento.
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En Estados Unidos se puede utilizar también en adultos para la pérdida de masa muscular debida al VIH y al síndrome de intestino corto.
Existe la posibilidad de financiación privada (a costa de la familia del paciente) para casos que no cumplan los criterios previos, en los que la familia desee intentar mejorar la talla adulta, como por ejemplo en la talla baja idiopática.
¿Qué desventajas presenta la hormona de crecimiento?
Los efectos secundarios de la hormona de crecimiento son escasos y pueden corregirse, aunque se necesitan estudios a muy largo plazo para su perfecto conocimiento. En la actualidad es mejor hablar de coste/beneficio que de riesgo/beneficio ya que la administración de hormona de crecimiento es un tratamiento muy caro y la Sanidad Pública valora necesidades más importantes que mejorar el crecimiento en ocasiones en menos de 1 o 2 cms.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.