Diccionario de enfermedades

Arritmias cardiacas

Enlentecimiento o aceleración del ritmo cardiado
El corazón late de forma rítmica (acompasada) a una frecuencia (velocidad) de entre 60 y 90 latidos por minuto. El latido se origina en una zona del corazón llamada nodo sinusal, que se encuentra en la aurícula izquierda. Este nodo sinusal es un marcapasos natural desde donde se general impulsos nerviosos que recorren todo el corazón. El impulso nervioso pasa de la aurícula al ventrículo y en aquellos lugares donde llega la corriente eléctrica se produce una contracción cardiaca. Las arritmias cardiacas son enfermedades caracterizadas por un enlentecimiento o aceleración de la frecuencia cardiaca (alteraciones en la velocidad del corazón, el cual se pone lento o rápido) o por una alteración en el ritmo del corazón que se vuelve desacompasado (arrítmico). Todas ellas se diagnostican mediante la realización de un electrocardiograma. En ocasiones las arritmias aparecen de forma intermitente, van y vienen. En esos casos puede ser necesario colocar un Holter cardiaco para monitorizar la actividad del corazón durante 24 o 48 horas y evaluar así si el corazón ha hecho alguna arritmia durante este periodo. Pueden dividirse en:
  • Arritmias por alteraciones en la frecuencia cardiaca:
  • Por enlentecimiento de la frecuencia cardiaca (bradicardias). En función de la velocidad a la que vaya el corazón pueden no producir ningún síntoma y ser un hallazgo casual al tomar el pulso o al hacer un electrocardiograma, o pueden producir cansancio, dificultad para tolerar el ejercicio, mareo, sudoración e incluso pérdida del conocimiento (desmayos o síncopes) por falta de llegada de sangre a la cabeza u otras partes del cuerpo. La bradicardia puede ser normal en una persona joven y muy deportista, en la que sus latidos pueden tener una frecuencia tan baja como 40 por minuto. Si no es ese el caso, pueden ser debidas a diversas enfermedades del propio corazón, entre ellas la enfermedad del nodo sinusal, o de fuera del corazón, como el hipotiroidismo. Las bradicardias también pueden deberse a la presencia de un bloqueo auriculo-ventricular. En este caso, el enlentecimiento del corazón se debe a que los impulsos eléctricos generados en el nodo sinusal no pasan adecuadamente al ventrículo y se bloquean por el camino, con lo que la frecuencia del corazón se reduce.


  • Por aumento de la frecuencia cardiaca (taquicardias). Incluiría:

    Taquicardia sinusal. El nodo sinusal dispara impulsos muy rápidamente por el motivo que sea, pero no existe ninguna enfermedad del corazón.

    Taquicardia supraventricular. Es una brusca aceleración del corazón, en general por encima de 150 latidos por minuto, habitualmente debida a que el impulso eléctrico generado en el nodo sinusal reentra en la aurícula cuando llega al ventrículo y vuelve a entrar en el ventrículo en una especie de cortocircuito.

    Taquicardia ventricular. Es una complicación grave de enfermedades cardiacas que puede llevar a la muerte si se mantiene en el tiempo.

    Flutter auricular. Se debe a la generación de impulsos múltiples y a lo loco en la aurícula izquierda que, sin embargo, pasan ordenadamente al ventrículo pero con un ritmo de 150 latidos por minuto.

  • Arritmias por alteraciones en el ritmo del corazón. En este tipo de arritmias el corazón puede ir lento, rápido o normal pero va descompasado. Incluye:
  • Extrasístoles auriculares. Son latidos procedentes de la aurícula que se producen antes de tiempo. No suelen producir síntomas.
  • Extrasístoles ventriculares. Son latidos procedentes del ventrículo que se producen antes de tiempo. No tienen porqué producir síntomas pero a veces los pacientes notan como que el corazón les da un vuelco.
  • Fibrilación auricular. Es la arritmia grave más frecuente. Aparece con mucha frecuencia en personas de edad avanzada. El corazón, además de ir desacompasado, suele ir a mucha velocidad. Los pacientes con fibrilación auricular tienen riesgo elevado de desarrollar coágulos (trombos) en el interior del corazón, los cuales pueden soltarse y producir embolias cerebrales o embolias en otras zonas del cuerpo, y tienen también un riesgo alto de entrar en insuficiencia cardiaca. 
 
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.