Diccionario de enfermedades

Amenaza de aborto

¿Cómo se diagnostica la amenaza de aborto?
Una amenaza de aborto es una situación en la que se presenta un sangrado vaginal, generalmente escaso, durante las primeras 20 semanas de la gestación. Suele acompañarse de dolor en la espalda y en la parte baja del abdomen. Por norma general, esta pérdida de sangre se detiene sola y el embarazo prosigue su curso, aunque, en determinadas ocasiones puede derivar en “un aborto espontáneo”, puntualiza la ginecóloga Patricia Barbero.

Precisamente, los abortos espontáneos se producen cuando el embarazo no se desarrolla con normalidad desde un principio y suelen afectar a mujeres de mayor edad. “La amenaza de aborto es la primera señal de que el embarazo se puede interrumpir de manera precoz. Si el sangrado persiste más allá del primer trimestre puede producirse una rotura prematura de membranas antes de que la gestación alcance el término y por ende un parto prematuro”, explica la facultativa.

La experta ha destacado que “entre el 15 y 25 por ciento de las mujeres presenta una amenaza de aborto” y que en “más de la mitad de los casos el embarazo continúa con normalidad”. Aun así, el aborto espontáneo durante los tres meses de gestación es una situación frecuente y se estima que ocurre en uno de cada cinco casos.

¿Cuáles son los síntomas de una amenaza de aborto?


Los síntomas de una amenaza de aborto más habituales son:
  • Sangrado vaginal: Se trata de la principal evidencia de esta problemática y suele producirse durante las primeras 20 semanas. La mayoría de mujeres en las que se presenta este mal suelen tener esta pérdida de sangre.
  • Cólicos abdominales: Estos también pueden aparecer. Si se presentan en ausencia de sangrado significativo, se recomienda consultar a un médico para detectar otros problemas aparte del aborto espontáneo.
  • Lumbago o dolor abdominal: Este puede ser constante o intermitente.
  • Expulsión de tejido o material con apariencia de coágulos a través de la vagina.

¿Cómo se diagnostica la amenaza de aborto?


Ante un sangrado vaginal durante el embarazo, la primera sospecha será una amenaza de aborto y se debe consultar inmediatamente con el médico especialista. “El diagnóstico es clínico y ecográfico”, ha resaltado Barbero, sobre las pruebas relacionadas con el análisis de esta afección.

En primer lugar, se lleva a cabo una exploración física para valorar la cuantía de la hemorragia y el estado del cuello del útero, que debe estar cerrado y acompañado del tamaño idóneo para la edad gestacional. A continuación, se realiza una ecografía, en la que se evaluará la viabilidad fetal -que exista latido cardiaco del embrión-, la existencia de hematomas que afecten a la placenta o saco gestacional y otros signos de aborto inminente.

En caso de dudas, se puede incurrir en un análisis de sangre para determinar los siguientes parámetros:
  • Cantidad de hormona gonadotropina coriónica (β-hGC) durante un periodo de días o semanas para confirmar si el embarazo continúa.
  • Conteo sanguíneo completo para determinar la presencia de anemia.
  • Conteo de glóbulos blancos con fórmula leucocitaria para comprobar si hay infección.

Es importante descartar mediante atención sanitaria que no se trate de un embarazo ectópico -desarrollo del óvulo fecundado fuera de la placenta-, ya que sus síntomas son similares y es potencialmente peligroso. Frecuentemente acaban en abortos espontáneos.

¿Qué complicaciones puede tener con respecto al embarazo?


Las complicaciones de una amenaza de aborto pueden ser:
  • Anemia. Si el sangrado es importante o repetido.
  • Infección.
  • Aborto espontáneo.

¿Cómo se trata?


Según indicala ginecóloga, la amenaza de aborto “no tiene tratamiento en líneas generales”. Tan solo se demanda a la paciente que realice reposo relativo y cese la actividad sexual hasta que haya cedido el sangrado. Eso sí, en caso de grandes hematomas, se recomienda reposo absoluto en cama, sin la posibilidad de incorporación.

Para aliviar el dolor, en ocasiones, se administran relajantes uterinos. Asimismo, para mitigar molestias en la espalda o el abdomen también se pueden recetar fármacos contra el padecimiento muscular.

El uso de progesterona vía oral o vaginal no está validado para la amenaza de aborto. Es más, existe literatura científica que apunta a que su toma no supone una gran diferencia en la tasa de pérdidas de fetos.

¿Cuál es el pronóstico de la embarazada que lo sufre?


El pronóstico depende del grado de desprendimiento que se observe en la ecografía, es decir, de cuánto se haya separado el embrión de la pared del útero. Cuando el desprendimiento es pequeño el pronóstico suele ser bueno y el embarazo continúa su curso. En otros casos evoluciona hacia el aborto espontáneo, el cual puede presentarse de tres formas:
  • Aborto diferido. El embrión o feto muere dentro del útero quedando retenido durante un periodo prolongado de tiempo.
  • Aborto incompleto. Se produce la expulsión parcial del producto de la concepción, quedando restos embrionarios en vagina, o asomando a través del cérvix.
  • Aborto completo. Se produce la expulsión completa del tejido embrionario.

Prevención de los abortos espontáneos


Al igual que sucede con los propios abortos espontáneos, la amenaza de aborto no puede prevenirse, ya que no tiene una causa identificable más allá del propio hecho de gestar un ser vivo. Únicamente las mujeres con alguna patología previa que predisponga a las pérdidas gestacionales pueden hallar motivo a estos sucesos. Por ello, solo este grupo cuenta con un tratamiento específico, el destinado a paliar los efectos de la enfermedad previa que padecer y puede desencadenar la mencionada problemática.

De esta forma, al resto de mujeres se recomienda mantener un estilo de vida saludable y alejarse de factores de riesgo. Por ejemplo, no fumar, ingerir alcohol, cafeína u otras drogas, así como asegurar una adecuada alimentación. También se recomienda evitar los golpes sobre el abdomen mientras transcurre el embarazo.

Barbero también ha recomendado realizar un control correcto de las enfermedades crónicas, en caso de sufrirlas, para tener un embarazo exitoso. Y es que males como la diabetes o la hipertensión favorecen la producción de abortos espontáneos.

Es recomendable conocer y tratar los problemas de salud antes de quedar embarazada. La diabetes mellitus mal controlada, la obesidad, algunas infecciones y la fiebre pueden aumentar el riesgo de sufrir abortos espontáneos.

Patricia Barbero es licenciada en Medicina por la Universidad de Valladolid (2001-2007) y especialista en Ginecología y Obstetricia por el Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid (2008-2012). El citado centro hospitalario es donde trabaja desde hace nueve años, donde es adjunta del área. Más allá del Sistema Nacional de Salud (SNS), la facultativa ha trabajado como ginecóloga para la delegación belga de Médicos sin Fronteras.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.