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Diccionario de enfermedades
Alimentación de la madre durante la lactancia
La lactancia es una continuación de la alimentación que recibe el feto en el interior del útero. En ambos procesos, la dieta materna juega un papel activo en la composición de la leche y el aporte de nutrientes al recién nacido. Las necesidades nutricionales en el recién nacido son más altas que en cualquier otra etapa del desarrollo y existen evidencias de que la composición de la leche se adapta a las necesidades cambiantes del niño.
Después de dar a luz hay un descenso progresivo del peso. Si se quiere conseguir un descenso adicional, no existen inconvenientes para hacer una dieta moderada, baja en calorías, y para realizar ejercicio físico. Las dietas muy bajas en calorías están contraindicadas en las mujeres lactantes.
Las calorías que una madre consume durante la lactancia son algo mayores que las que consume fuera de este periodo. Se acepta que una madre lactante necesita una cantidad adicional de 300-500 kcal al día durante los primeros seis meses de la lactancia, y 400 kcal adicionales hasta que el niño cumpla 1 año. Estas necesidades especiales pueden cubrirse siguiendo una dieta normal durante toda la lactancia.
La producción diaria de leche oscila entre 700 y 800 cc. No se necesita hacer un esfuerzo para aumentar el consumo de líquidos durante la lactancia. La mujer debe beber cuando le apetezca. Si tuviera escasez de líquidos notará sed y suplirá el líquido que le falta.
El consumo de grasas durante la lactancia, como proporción del consumo total de energía, debe ser igual al recomendado para la población general.
Los ácidos grasos omega-3 (procedentes de frutos secos y del pescado preferentemente azul) deben tomarse en cantidades adecuadas para el normal desarrollo del cerebro, del ojo y del oído del niño.
Las mujeres sanas que realizan una dieta equilibrada no precisan de ningún suplemento vitamínico durante este periodo. Deben, sin embargo, mantener un consumo diario adecuado de calcio y de vitamina D, nutrientes que pasan a la leche. Se deben consumir alimentos ricos en calcio. Si esto no fuera posible es conveniente tomar algún suplemento de calcio. Del mismo modo se debe asegurar un consumo adecuado de vitamina D, presente también en los derivados lácteos.
A pesar de ello, la deficiencia de vitamina D en la madre lactante es frecuente. Se aconseja por ello que la madre lactante y el niño se expongan a la luz solar al menos 30 minutos al día. En países con pocas horas de sol y en otoño e invierno, los lactantes amamantados deben recibir suplementos de Vitamina D.
Los suplementos de hierro solo son necesarios en mujeres que tengan anemia por falta de hierro, en ocasiones como una complicación del parto. Las mujeres sanas con un parto normal no precisan de este suplemento. Sin embargo, algunos estudios aconsejan que se aporten suplementos de hierro durante la lactancia para recuperar las pérdidas durante el parto y el aumento de necesidades del niño lactante.
Las necesidades de yodo en la mujer lactante son casi el doble de las de un adulto sano, ya que además de cubrir sus propias necesidades tiene que garantizar que el bebé reciba yodo a través de la leche. Las necesidades de yodo en la mujer lactante se estiman en 250-300 µg /día. Dado que el consumo de sal puede estar reducido en ese período (la sal yodada es la fuente de yodo recomendada para todo el mundo), se aconseja un suplemento de 200 µg de yodo al día en forma de comprimidos. La sal de mesa yodada aporta tan solo la mitad de las necesidades durante este período. No hay restricciones específicas para el consumo de sal por el hecho de estar lactando.
La mayoría de medicamentos que son seguros durante el embarazo lo son también durante la lactancia, aunque hay excepciones. Por ello, antes de consumir cualquier medicina se debe de consultar con el pediatra. Una recomendación de la Sociedad española de pediatría puede verse en el siguiente enlace:
http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/lm_medicamentos.pdf y en www.e-lactancia.org
Sin embargo es conveniente consultar siempre con el pedíatra.
Una pequeña parte del alcohol consumido puede pasar a la leche. En general se recomienda que se esperen 2 horas hasta dar de mamar por cada bebida alcohólica consumida (un vaso de vino, una caña de cerveza). Por ejemplo, si se toma una caña esperar 2 horas, pero si se toman 2 cañas esperar 4 horas. Otros médicos recomiendan que se tome como mucho una bebida alcohólica al día.
La cafeína puede pasar parcialmente a la leche. Por ello no se suele recomendar beber más de un café al día. Algunos niños son especialmente sensibles y duermen mal o se vuelven muy irritables si la madre consumo café durante la lactancia.
El abandono del tabaco es recomendable en cualquier circunstancia. Por supuesto que no se debe fumar en presencia de bebés. Sin embargo no existe contraindicación para dejar de fumar mientras se esté dando el pecho.
Las mujeres que no consumen ningún tipo de carne, pescado o derivados lácteos, además de suplementos de calcio y vitamina D, necesitan tomar suplementos de vitamina B12.
Peso tras dar a luz
Después de dar a luz hay un descenso progresivo del peso. Si se quiere conseguir un descenso adicional, no existen inconvenientes para hacer una dieta moderada, baja en calorías, y para realizar ejercicio físico. Las dietas muy bajas en calorías están contraindicadas en las mujeres lactantes.
Calorías
Las calorías que una madre consume durante la lactancia son algo mayores que las que consume fuera de este periodo. Se acepta que una madre lactante necesita una cantidad adicional de 300-500 kcal al día durante los primeros seis meses de la lactancia, y 400 kcal adicionales hasta que el niño cumpla 1 año. Estas necesidades especiales pueden cubrirse siguiendo una dieta normal durante toda la lactancia.
Consumo de líquidos
La producción diaria de leche oscila entre 700 y 800 cc. No se necesita hacer un esfuerzo para aumentar el consumo de líquidos durante la lactancia. La mujer debe beber cuando le apetezca. Si tuviera escasez de líquidos notará sed y suplirá el líquido que le falta.
Grasas
El consumo de grasas durante la lactancia, como proporción del consumo total de energía, debe ser igual al recomendado para la población general.
Los ácidos grasos omega-3 (procedentes de frutos secos y del pescado preferentemente azul) deben tomarse en cantidades adecuadas para el normal desarrollo del cerebro, del ojo y del oído del niño.
Requerimientos de vitaminas y minerales durante la lactancia
Las mujeres sanas que realizan una dieta equilibrada no precisan de ningún suplemento vitamínico durante este periodo. Deben, sin embargo, mantener un consumo diario adecuado de calcio y de vitamina D, nutrientes que pasan a la leche. Se deben consumir alimentos ricos en calcio. Si esto no fuera posible es conveniente tomar algún suplemento de calcio. Del mismo modo se debe asegurar un consumo adecuado de vitamina D, presente también en los derivados lácteos.
A pesar de ello, la deficiencia de vitamina D en la madre lactante es frecuente. Se aconseja por ello que la madre lactante y el niño se expongan a la luz solar al menos 30 minutos al día. En países con pocas horas de sol y en otoño e invierno, los lactantes amamantados deben recibir suplementos de Vitamina D.
Hierro
Los suplementos de hierro solo son necesarios en mujeres que tengan anemia por falta de hierro, en ocasiones como una complicación del parto. Las mujeres sanas con un parto normal no precisan de este suplemento. Sin embargo, algunos estudios aconsejan que se aporten suplementos de hierro durante la lactancia para recuperar las pérdidas durante el parto y el aumento de necesidades del niño lactante.
Yodo
Las necesidades de yodo en la mujer lactante son casi el doble de las de un adulto sano, ya que además de cubrir sus propias necesidades tiene que garantizar que el bebé reciba yodo a través de la leche. Las necesidades de yodo en la mujer lactante se estiman en 250-300 µg /día. Dado que el consumo de sal puede estar reducido en ese período (la sal yodada es la fuente de yodo recomendada para todo el mundo), se aconseja un suplemento de 200 µg de yodo al día en forma de comprimidos. La sal de mesa yodada aporta tan solo la mitad de las necesidades durante este período. No hay restricciones específicas para el consumo de sal por el hecho de estar lactando.
Alimentos a limitar o evitar durante la lactancia
- Pescado. Casi todos los pescados y mariscos contienen cantidades mínimas pero significativas de mercurio. Si bien esta cantidad no debe poner en riesgo a los adultos, podría alterar el desarrollo cerebral del bebé dado que el mercurio puede concentrarse en la leche materna. La Administración Americana de Alimentación y Medicamentos (FDA) recomienda en las mujeres lactantes:
- Evitar el consumo de pez espada, caballa y tiburón
- Comer un máximo de 300 gramos semanales de pescados o mariscos con escaso contenido de mercurio, como gambas, atún enlatado, salmón y bacalao.
- Alimentos asociados con un mayor riesgo de infecciones gastrointestinales. Algunos alimentos como la mayonesa, quesos frescos, etc. pueden contaminarse por bacterias con facilidad, siendo un foco frecuente de infecciones gastrointestinales, sobre todo en verano. Por ello deben evitarse durante el periodo de lactancia.
- Otros alimentos. Tradicionalmente se ha indicado que algunos alimentos dan mal sabor a la leche y que el bebé puede mamar menos si son consumidos por la madre. En principio no existe ningún alimento que deba evitarse por este motivo, y es la madre quien debe valorar si realmente el niño toma menos leche cuando ella ingiere algún tipo de alimento. En ese caso debe suprimirlo.
Medicamentos
La mayoría de medicamentos que son seguros durante el embarazo lo son también durante la lactancia, aunque hay excepciones. Por ello, antes de consumir cualquier medicina se debe de consultar con el pediatra. Una recomendación de la Sociedad española de pediatría puede verse en el siguiente enlace:
http://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/lm_medicamentos.pdf y en www.e-lactancia.org
Sin embargo es conveniente consultar siempre con el pedíatra.
Alcohol
Una pequeña parte del alcohol consumido puede pasar a la leche. En general se recomienda que se esperen 2 horas hasta dar de mamar por cada bebida alcohólica consumida (un vaso de vino, una caña de cerveza). Por ejemplo, si se toma una caña esperar 2 horas, pero si se toman 2 cañas esperar 4 horas. Otros médicos recomiendan que se tome como mucho una bebida alcohólica al día.
Cafeína
La cafeína puede pasar parcialmente a la leche. Por ello no se suele recomendar beber más de un café al día. Algunos niños son especialmente sensibles y duermen mal o se vuelven muy irritables si la madre consumo café durante la lactancia.
Tabaco
El abandono del tabaco es recomendable en cualquier circunstancia. Por supuesto que no se debe fumar en presencia de bebés. Sin embargo no existe contraindicación para dejar de fumar mientras se esté dando el pecho.
Mujeres vegetarianas
Las mujeres que no consumen ningún tipo de carne, pescado o derivados lácteos, además de suplementos de calcio y vitamina D, necesitan tomar suplementos de vitamina B12.
Consejos de alimentación durante la lactancia
- Durante la lactancia la madre necesita beber agua, leche y zumos.
- Las necesidades de calorías son mayores y la madre lactante debe tomar alimentos con gran contenido de energía.
- Se aconseja hacer al menos 5 tomas de alimentos al día.
- Se aconseja una dieta variada en la que se incluyan todos los alimentos.
- Se debe evitar o reducir en lo posible el consumo de bebidas con cafeína.
- Se debe evitar el alcohol y el tabaco.
- Las madres fumadoras tienen necesidades aumentadas de vitamina C y de yodo.
- Se deben tomar medicamentos solamente cuando sea imprescindible y se debe consultar si son compatibles con la lactancia.
- Es conveniente no iniciar una dieta hipocalórica (baja en calorías) durante la lactancia, si bien no existe contraindicación para una disminución moderada de las mismas. Las madres lactantes que consumen menos de 2000 calorías al día están en riesgo de presentar deficiencias de vitaminas y minerales.
- Se deben evitar productos de herbolario, plantas medicinales o suplementos nutricionales no farmacológicos. En la mayoría de los casos se desconoce su composición y en ocasiones tienen sustancias que actúan como hormonas y pueden ser perjudiciales.
- La detección de deficiencias en la dieta se debe realizar durante el embarazo, preferiblemente durante el primer trimestre. Si se detectan deficiencias en los hábitos alimenticios, los profesionales sanitarios deben ofrecer asesoramiento individual durante el embarazo así como durante la lactancia.
- Se recomienda un suplemento de multivitaminas y minerales durante el embarazo y la lactancia para las mujeres que normalmente no consumen una dieta adecuada y para las mujeres en categorías de alto riesgo, tales como la gestación múltiple, las grandes fumadoras de cigarrillos y los consumidores de alcohol o drogas.
- La Academia Americana de Pediatría aconseja 400 unidades diarias de vitamina D para todos los niños amamantados.
- Se recomiendan suplementos de vitamina B12 y ácido fólico a todas las madres vegetarianas.
- Las madres lactantes deben recibir un suplemento mínimo de 200 microgramos de yodo durante toda la lactancia
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.
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