La
adenoiditis o vegetaciones es la
infección de la amígdala faríngea o adenoides. Con mucha frecuencia esta infección se acompaña de la inflamación de las amígdalas palatinas (amigdalitis o anginas). Los catarros de repetición y las infecciones a este nivel producen aumento del tamaño de las adenoides (“
vegetaciones adenoideas”), tamaño que suele alcanzar su máximo entre los 4 y los 6 años de edad.
El aumento del tamaño es mayor durante las infecciones agudas, debiendo volver a su tamaño habitual al recuperarse de la enfermedad. Cuando entre dos episodios agudos las adenoides no se reducen de tamaño se puede hablar de hipertrofia adenoidea. El aumento del tamaño de las adenoides produce dificultades para respirar, acumulación de secreciones y taponamiento de los canales que airean el oído, favoreciendo el desarrollo de otitis y de sinusitis.
Las bacterias que con más frecuencia infectan las adenoides son el
estreptococo del grupo A, el estreptococo pneumoniae, la moraxella catarrhalis y el haemophilus influenzae. Estas bacterias suelen infectar la nasofaringe después de la infección vírica.
Síntomas de la adenoiditis
La adenoiditis conduce a una
obstrucción parcial o total de la zona alta de la faringe y cursa con:
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Fiebre.
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Rinorrea purulenta (mocos verdes) que puede descender por la pared posterior de la faringe ocasionando mal aliento (halitosis) y alteraciones del gusto y del olfato.
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Tos que puede ser irritativa (seca) y en ocasiones productiva (con expectoración) por el moco que cae por la faringe.
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Respiración por la boca y ronquido nocturno.
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Voz gangosa.
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Dificultad respiratoria durante el sueño, que se acompaña de sueño inquieto, a menudo interrumpido, y cansancio durante el día.
Las adenoides inflamadas pueden taponar el conducto de aireación del oído (trompa de Eustaquio) favoreciéndose el
desarrollo de otitis media, con líquido seroso tras la membrana timpánica. De forma crónica esto puede llevar a la pérdida progresiva de la audición.
¿Cómo se diagnostican las vegetaciones?
Se trata de un diagnóstico clínico. El pediatra puede solicitar una
radiografía lateral del cuello para ver el tamaño de las adenoides.
En algunas ocasiones los otorrinolaringólogos utilizan una cámara para visualizar las adenoides de forma directa en la consulta.
¿Qué complicaciones puede tener una adenoiditis?
Una adenoiditis puede complicarse con un
absceso retrofaríngeo. Se trata de una complicación grave, aunque infrecuente, que puede aparecer en niños menores de un año y que precisa de ingreso hospitalario.
Tratamiento de las vegetaciones
El tratamiento de la adenoiditis requiere la
limpieza de la nariz con lavados frecuentes con suero fisiológico, que deben hacerse con la presión suficiente para arrastrar el moco acumulado.
Si el médico lo considera adecuado, el tratamiento específico es la administración de
antibióticos. Su elección es similar a los utilizados para la amigdalitis.
¿Es necesaria la extirpación de las adenoides (adenoidectomía)?
La principal indicación para realizar una
adenoidectomía es la
existencia de una obstrucción importante que dificulte la respiración por la nariz, sobre todo, si produce un síndrome de
apnea obstructiva del sueño o si produce
deformaciones en el paladar o en los dientes.
Otras razones para recomendar una adenoidectomía pueden ser las
otitis de repetición, las infecciones muy frecuentes y la pérdida de audición.
Aunque esta información ha sido redactada por un especialista médico, su edición ha sido llevada a cabo por periodistas, por lo que es un contenido meramente orientativo y sin valor de indicación terapéutica ni diagnóstica. Recomendamos al lector/a que cualquier duda relacionada con la salud la consulte directamente con el profesional del ámbito sanitario correspondiente.