Para ser médico se necesita vocación, mucha vocación, además de un expediente excepcional, mucho tiempo y un esfuerzo extraordinario. La vocación es imprescindible para hacer frente a las grandes dificultades, penalidades y esfuerzos que son necesarios durante toda la vida, porque el médico nunca deja de ser médico.
Medicina de Familia es la especialidad con mayor número de plazas en el MIR y por desgracia tres de cada cuatro residentes que la eligen lo hacen porque ya no quedan plazas del resto de especialidades, es decir sin especial vocación. Muchos de estos que acceden obligados, finalmente se enamoran de esta especialidad y serán unos magníficos médicos que atienden enfermos y no enfermedades, es esta quizás la mayor cualidad de la especialidad.
Otros una vez terminada la especialidad vuelven a presentarse al MIR y hacen otra especialidad, pero sin duda esos cuatro años al lado del enfermo en consulta y en domicilio, muy cercanos a la realidad le ayudarán a ser un magnifico especialista de algún órgano, aparato o técnica determinada, esa visión del enfermo es muy difícil conseguirla lejos de Atención Primaria. Todos los especialistas mejorarían muchísimo su formación si estuvieran unos meses en un centro de salud o un consultorio local.
La mayoría de los médicos de Familia trabajan en Atención Primaria, junto con muchos otros profesionales: pediatras, enfermeros, odontólogos, farmacéuticos, epidemiólogos… todos ellos muy importantes y necesarios pero sin médicos de Familia no hay Atención Primaria, son imprescindibles.
Los médicos de AP realizan una extraordinaria e ingente labor asistencial, mediante una amplia cartera de servicios llegan hasta el hogar más alejado, son la entrada al sistema sanitario y garantizan con su gran eficiencia la sostenibilidad del SNS. Son los médicos que tienen un mayor y más cercano contacto con el paciente, un contacto más humano, a lo largo de toda la vida y en su entorno.
Sin el médico de Atención Primaria y su labor extraordinariamente vocacional, no existiría un nivel de salud como el que disfrutamos en España, con unos indicadores sanitarios envidiables para otros países de nuestro entorno que dedican muchísimo más presupuesto.
Población que atienden los Médicos de AP Españoles
España en el año 2012, superaba ampliamente los 47 millones de habitantes, de ellos aproximadamente el 98 por ciento tienen asignado médico de Atención Primaria (médico de Familia o pediatra) en los diferentes Servicios de Salud de las comunidades autónomas. Desde el año 2007 ha crecido en casi 2.000.000 y lo que es más importante ha crecido en los grupos de edad que precisan una mayor atención sanitaria: Mayores de 65 años (el 16,95 por ciento en 2007 y el 17,56 por ciento en 2012) y mayores 85 años(el 1,95 por ciento en 2007 y el 2,47 por ciento en 2012).
Pero la población no está distribuida de forma homogénea por el territorio, esto dificulta de forma importante la labor que debe desarrollar el médico de Atención Primaria, no podemos olvidar que en la cartera de servicios está incluida la asistencia tanto en consulta como a domicilio. Esto implica que deben existir consultorios y centros de salud suficientes para facilitar la asistencia sanitaria en todos los municipios, en todos los pueblos, núcleos de población e incluso en los hogares más aislados y alejados con unas crónas aceptables.
En España en el año 2012 había 8.116 municipios, de ellos 5.799, el 71,45 por ciento, son de menos de 2.000 habitantes y en ellos residen 2.809.099 habitantes (el 5,94 por ciento). Pero los municipios están compuestos pueblos pueblos, aldeas, parroquias, pedanías…en total existen 58.593 entidades de población habitadas en España, de ellas 55.947 el 95,57 por ciento son de menos de 2.000 habitantes y en ellos residen 6.609.265 habitantes (el 13,98 por ciento).
Los retos que plantea esta distribución de la población para los médicos de Atención Primaria son muy importantes. En resumen cuanto más dispersa está la población los centros de salud y consultorios están más aislados y existen más dificultades para los pacientes y los profesionales a la hora de prestar los servicios sanitarios. En los núcleos urbanos las dificultades fundamentales son la masificación y la insuficiencia de plantillas.
Centros, Consultorio y Profesionales en Atención Primaria
Para atender a esta población en España existen 3.004 Centros de Salud y 10.112 Consultorio Locales, distribuidos de forma que se pueda prestar la asistencia sanitaria de forma rápida, eficiente y sin demoras tanto en consulta como en domicilio y todo ello en atención ordinaria y para atender las urgencias. El número de centros apenas ha crecido en los últimos años.
Para atender esta población, con esta distribución por edades y con este nivel de dispersión geográfica existían en el año 2013 un total de 28.498 médicos de Familia, 6.387 pediatras y 29.526 enfermeros. Los cupos de más de 1.500 tarjetas por médico de Familia suponen en el año 2013 más del 40 por ciento del total y cupos suponen medias de más de 40 pacientes/diarios en muchas ocasiones.
Es clara la insuficiencia de plantilla de médicos de Atención Primaria para el gran incremento de población y su envejecimiento. Curiosamente en el año 2013 ha disminuido de forma importante la plantilla de médicos mientras que paralelamente se incrementa la de enfermería con menor actividad por profesional, en algunos casos la mitad o menos.
Estos profesionales realizan una inmensa labor asistencial, con un gran nivel de eficiencia. Si nos fijamos en los médicos de Familia, resuelven más del 90 por ciento de la demanda asistencial que supera los 227 millones de asistencias al año, si incluimos las consultas ordinarias y urgencias tanto en el centro como a domicilio.
Los datos dejan muy clara la labor fundamental e imprescindible de los casi 35.000 médicos de familia y pediatras que trabajan en los más de 13.000 centros de salud y consultorios españoles.
Presupuestos invertidos en Atención Primaria
Para desarrollar toda esta labor asistencial, imprescindible para que el SNS sea sostenible y financiable, se dispone de unos presupuestos insuficientes y que sin duda deben incrementarse, pues año a año vienen descendiendo, y lo que es más grave, están perdiendo porcentaje sobre el total de los presupuestos sanitarios.
El gasto (debiera denominarse inversión) dedicado en España a los servicios de Atención Primaria ha perdido año tras año peso dentro de gasto general sanitario. En 2012 el importe eran poco más de 9.500 millones, el 14,8 por ciento del presupuesto sanitario, poco más que los 9.428 millones del año 2007 que suponían el 15,6 por ciento del presupuesto sanitario y mucho menos de los 10.774 millones (el 25,3 por ciento) del año 2009 antes del comienzo de los recortes.
Estos datos son del año 2012, pero sin duda los recortes se han aplicado de forma drástica en la mayoría de los Servicios de Salud, especialmente en Atención Primaria, con lo que se habrá perdido más en cifras absolutas y en la participación sobre el total del presupuesto.
Para hacer frente al incremento en las patologías crónicas y para conseguir que el SNS siga siendo sostenible y financiable, las Administraciones no tienen más remedio que potenciar la Atención Primaria de una vez por todas y con presupuestos y plantillas suficientes, sobre todo de médicos y de auxiliares. Para hacer más eficiente el tiempo del médico en consulta, es imprescindible que los médicos con un nivel muy alto de presión asistencial cuenten con personal auxiliar al igual que otras categorías con un nivel actividad muy inferior (en muchos casos la mitad).
Todas estas circunstancias son conocidas por las administraciones, de hecho los datos los proporcionan las comunidades y el Ministerio, por lo que estamos seguros que desde el Gobierno y las autonomías ofrecerán muy pronto, ya que estamos comenzando a salir de la crisis, un incremento significativo de las plantillas de médicos para hacer frente a las necesidades y conservar la calidad asistencial que hoy por hoy se mantiene casi exclusivamente por las gran dedicación y esfuerzo que están realizando los profesionales, especialmente los médicos.
De no hacerlo así, los pacientes perderán calidad asistencial, puesto que el titánico esfuerzo que se está realizando no se puede mantener indefinidamente y ya está afectando a la salud de nuestros médicos. Sin el Médico de Atención Primaria no hay salud.
Las dificultades son muchas, la condiciones penosas, la responsabilidad muy grande, pero quien tenga vocación y quiera ser “MÉDICO” en toda su extensión y complejidad, su especialidad es Medicina de Familia.
A pesar de todos los pesares y el poco reconocimiento de la Administración, el contacto diario con los pacientes y en su entorno proporciona grandes “recompensas y satisfacciones” de las que no se pueden medir ni comprar.