Aunque el portal que vende recetas médicas ‘on line’ lleva varios meses ofreciendo sus servicios, lo cierto es que no ha sido hasta ahora cuando se ha generado una verdadera polémica. Porque conocida la existencia de la página, no pocas personas del sector sanitario, en especial facultativos, han mostrado su sorpresa ante el funcionamiento de la autodenominada “consulta médica basada en telemedicina”, al tiempo que aseguran que es algo amparado por la legislación vigente. Sin embargo, las dudas se generan ante la facilidad de comprar una receta: 10 euros, unos minutos para rellenar un simple formulario y esperar entre 5 y 20 minutos a recibir un ‘email’. Desde luego, supone todo un salto si no poco ortodoxo, a todas luces singular que reduce la prescripción a su mínima expresión. En todo caso, podrá ser legal, pero lo que más preocupa es el aspecto ético de una ‘consulta’ que convierte en un proceso ‘low cost’, tan de moda en los viajes de avión de compañías de nuevo cuño. No es una afirmación gratuita: aseguran en su vídeo promocional que esperar para ver al médico de toda la vida es “una pérdida de tiempo y de dinero”.