Nadie duda ya que la Medicina en España tiene un problema de cobertura importante en determinadas especialidades o categorías médicas, ya sea por su alta demanda o por su particularidad. En el caso del médico de admisión y documentación clínica, la situación se sitúa en un momento crucial, siendo esta la profesión médica más desconocida (y esencial) del Sistema Nacional de Salud.
El médico de admisión y documentación clínica o médico documentalista, es el profesional responsable de la gestión de pacientes, de la gestión de la documentación clínica y de la información que genera el paciente a lo largo de su recorrido asistencial en el Sistema Nacional de Salud, lo cual desarrolla a través de múltiples funciones y tareas, definidas en un Real Decreto.
Esta categoría profesional médica fue la última en crearse en España, junto con la categoría de médico de urgencias, en el año 2001, ambas se definieron dentro del RD 866/2001. Actualmente, con la transformación de la categoría médica de Urgencias en especialidad, tras el RD 610/2024, la categoría de médico de admisión y documentación clínica se ha quedado en una situación más aislada, pasando a ser la única categoría médica del SNS definida fuera de la especialidad.
Los hospitales públicos del SNS disponen de plazas estatutarias de médico de admisión y documentación clínica, pero un elevado número están sin cubrir, debido al alto volumen de jubilaciones actual, al salto de estos profesionales (con excelente visión gestora) a puestos de alta dirección o también al desconocimiento por parte de las nuevas generaciones de médicos de esta interesante salida profesional.
Mientras tanto, los directivos sanitarios continúan con una intensa búsqueda activa de estos médicos tan altamente demandados.
El actual lince ibérico de la Medicina, es una persona licenciada o graduada en Medicina que puede tener o no otra especialidad médica, pero que se ha súper especializado y capacitado en esta profesión a través de los máster universitarios existentes y formación reglada específica. Actualmente se estima en 650 el número de médicos de admisión y documentación clínica o médicos documentalistas en activo en España, aproximadamente 1/75.000 habitantes, una categoría médica vulnerable que necesita, igual que el lince ibérico, una correcta alimentación específica, una cuidadosa cría en cautividad, luchar contra su posible caza y, sobre todo, poner en valor su función dentro del ecosistema sanitario.
Los directivos sanitarios continúan con una intensa búsqueda activa de estos médicos tan altamente demandados |
Nadie duda que los centros sanitarios que disponen de médicos de admisión y documentación clínica correctamente formados, titulados y con estructuras estandarizadas, garantizan la equidad y la coordinación organizativa de los procesos asistenciales, facilitando el marco de calidad idóneo para el correcto funcionamiento y direccionamiento del sistema sanitario hacia el paciente.
Las sociedades científicas que reúnen a estos profesionales, como la Somadoc, en la Comunidad de Madrid, o la Sedom, a nivel nacional, son ejemplos de los preciados “Parques de Doñana” que existen para esta profesión. El cuidado de esta categoría por parte de cada consejería de sanidad, difiere mucho entre una Comunidad Autónoma y otra, algunas, como la Comunidad Valenciana, más sensibles a la importancia de esta categoría, están apostando constantemente por la formación específica y capacitación de sus médicos documentalistas y mantienen bolsas continuas de empleo.
La apuesta por esta profesión única y por su impacto y enorme valor en el ecosistema sanitario es la apuesta por la excelencia y el buen funcionamiento del SNS español.