Mi nombre es Macarena y no soy solamente enfermera en Reino Unido, sino también estudiante de Medicina. Muchas veces me pregunto por qué me he añadido más estrés al que ya tenía por ser enfermera.
La enfermería en Reino Unido es muy diferente a la española. Cuando llegué a un pueblecito del norte de Manchester la describí como muy Nightingale, muy antigua. Sigo pensando igual, pero con un toque diferente. Las enfermeras de a pie no ponen vías, no sacan sangre, no dan medicación intravenosa… a no ser que tengan el curso y titulillo que las acrediten como competentes por cada hospital. Es decir, un curso que hagas en tu hospital no te sirve para otro. Sin embargo, tienes enfermeras que toman las riendas del equipo médico en una unidad de cuidados intensivos con la misma responsabilidad de un “consultant” o médico adjunto.
La enfermería en Reino Unido es estresante por un sencillo motivo: no hay personal. Y parece increíble. Aún me acuerdo cuando en prácticas en una planta de Medicina Interna había cuatro enfermeras de mañana con dos o tres auxiliares y sacábamos el trabajo adelante. Aquí la cultura es muy diferente: las familias no ayudan, las auxiliares no hacen el mismo trabajo que en España y el papeleo es mucho más extenso. Los turnos de 12 horas se hacen escasos y, en ocasiones, necesitas 15 para hacer todo el trabajo y papeleo. La burocracia inglesa hace que las enfermeras se centren en documentar.
En Reino Unido aprendí la importancia de documentar correctamente. Quizás al principio por el miedo a perder el PIN o mi número de colegiada, pero después evolucionó en seguridad al paciente. El “si no está escrito no ha ocurrido” aquí se toma al pie de la letra. Las investigaciones en casos de pacientes son muy comunes. Un ejemplo: al desarrollar una úlcera por presión grado 2, no solo es tu supervisora la que te va a hacer preguntas, sino que también las enfermeras especialistas en cuidados de la piel (que no dermatología) van a venir a preguntar y a mirar tu documentación. Comprueban si se hicieron cambios posturales cada dos horas, si el porqué se omitieron está documentado, si la enfermera a cargo del paciente observó todas las áreas por presión… Si todo está registrado, sin problema. Si no, te toca aprender del error y mejorar tu práctica.
¿Somos mejores las enfermeras españolas por ser más “practicas”? Cuando llegué vine con la idea que me vendieron en la facultad de que estamos tan formadas que se nos rifan en países como el Reino Unido. Sin embargo, eso aquí no lo he escuchado. Necesitan personal y lo traen de donde sea, lo que hace que el equipo de salud sea multicultural. Pero volviendo a mi pregunta: no, no somos mejores, pero tampoco peores.
La sanidad inglesa es muy diferente a la española. El personal sanitario está, por tanto, educado y formado para lo que aquí necesitan. De las enfermeras inglesas he aprendido compasión, empatía, cuidados holísticos y comunicación. He aprendido a poner al paciente por delante de todo lo que hago. De las enfermeras inglesas he aprendido a ser una enfermera de pie de cama y a comunicarme mejor con el paciente.