Margarita Alfonsel, secretaria general de Fenin; Alfonsa Friera Reyes, responsable de Asuntos Profesionales de la SERAM; y Luis Fernando Talavera, vicepresidente de la AEIH.
La sanidad señala la
obsolescencia tecnológica de los hospitales españoles como una de las grandes lacras de los últimos tiempos al amenazar directamente a la
seguridad del paciente, así como a la práctica clínica. Para hacer frente a esta preocupación, el
Ministerio de Sanidad anunció el
Plan de Inversiones en Equipos Sanitarios de Alta Tecnología, conocido como Plan Inveat, con una inversión de
796,1 millones de euros. Si bien, la actual
crisis de suministros es un motivo de preocupación en el sector, ya que puede ser un 'cuello de botella' para la llegada de estos equipos.
La
Federación de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) ha explicado a
Redacción Médica que esta crisis mundial está generando generado una
"situación de inestabilidad" a nivel global marcada por mercados altamente tensionados debido a la reducción significativa de la disponibilidad de determinadas
materias primas y de componentes electrónicos. Algo que, unido al incremento de costes de las materias primas, de la energía y de la cadena logística de transporte, está provocando
sobrecostes y retrasos en la llegada de material y componentes.
Por ello, las empresas de tecnología sanitaria española trabajan sin descanso para evitar situaciones de falta de equipos dentro de los plazos previstos y evitar seguir con equipos médicos antiguos. A ojos de la
Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), la
obsolescencia es "una merma tanto para la calidad de las exploraciones como para la seguridad de pacientes y profesionales". "Nuestro parque tecnológico es uno de
los más obsoletos de Europa".
Aunque las empresas estén dando todo para evitar problemas por la crisis, sí que reconocen que hay una cierta amenaza cuando una misma empresa de fabricación reciba pedidos múltiples al mismo tiempo. En cualquier caso, "
la previsión es que el año próximo (2023) la situación se normalice y se pueda disponer de todo el equipamiento a tiempo", anticipa por su parte
Alfonsa Friera Reyes, responsable de Asuntos Profesionales de la SERAM y jefa del Servicio de Radiodiagnóstico del
Hospital Universitario de La Princesa de Madrid. "La
falta de microchips afecta a cualquier equipo electrónico que los integre en su estructura y nuestros equipos los tienen", recuerda.
"Este asunto coincide en el tiempo con la importante inversión en equipamiento que va a suponer el
Plan Inveat, la suma de dinero más cuantiosa hasta la
fecha inyectada en España", apostilla Friera Reyes en declaraciones a este medio. "Va a haber
retrasos en la implantación de equipos y algunos van a tener que
apurar los plazos impuestos por Europa, en
septiembre del 2023", lamenta.
Crisis de suministros: ligera influencia en los hospitales
Por su parte,
Luis Fernando Talavera, vicepresidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH) y director de Ingeniería del
Hospital Dr. Negrín (Gran Canaria), explica a este medio que este
plan europeo de inversión en tecnología sanitaria puede verse afectado por la
crisis de suministros, pero “mínimamente”.
En su opinión, esta crisis no va a afectar a este
proyecto de renovación tecnológica, y que, como mucho, “se pueden producir
retrasos en la entrega de material de algunos meses, pero no se puede hablar de más tiempo”. “No parece que vaya a
afectar de forma dramática al asunto de la obsolescencia, porque
los fondos europeos ya están destinados a ello”, indica.
El problema en el suministro es tener que dar servicio de muchos productos al mismo tiempo
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Si acaso, argumenta, en donde puede haber problemas en el suministro es si
un mismo fabricante recibe múltiples pedidos simultáneos, al tener que dar servicio de
muchos productos al mismo tiempo. “Eso sí puede ser un cuello de botella”, apunta Talavera.
La renovación tecnológica del Sistema Nacional de Salud
Además,
la Fenin ha recopilado una serie de propuestas para acabar con la obsolescencia: por un lado, facilitar la
financiación de esta tecnología a las comunidades autónomas, con un
interés del cero por ciento y sin que computen como deuda; y, por otro lado, poder articular la financiación del Gobierno con créditos del
Instituto de Crédito Oficial (ICO) también a interés cero y sin computar como deuda.
De esa manera,
la federación considera que estas reformas son urgentes para el sector sanitario y las engloba en siete bloques:
financiación de la sanidad, transformación digital del sistema de salud, contratación responsable y compra basada en valor, renovación del
parque tecnológico sanitario, dotar al
Sistema Nacional de Salud (SNS) de los recursos humanos y técnicos que sean necesarios, promoción de la cultura de la seguridad y plan de contingencia y reserva estratégica.
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