¿Los MIR ‘mayores’ pueden mandar sobre los residentes más novatos?

Cuando uno entra de nuevas a un equipo de trabajo, tiene derecho de saber cuáles son sus funciones. Y en el caso de Los MIR no es distinto y están sujetos a una serie de derechos y deberes que deberían conocer.

Sin embargo, a la hora de afrontar el día a día, saber exactamente qué corresponde a cada uno puede ser más complicado. ¿Qué es lo que un R4 puede pedirle a un R2? ¿Puede un R1 hacer algo por su cuenta?

Sheila Justo, presidenta del Área MIR de Amyts, señala que “como tal no hay nada escrito sobre las competencias de los médicos residentes más allá del Real Decreto 183/2008”. Este Real Decreto, establece, a partir del capítulo V titulado “Deber general de supervisión y responsabilidad progresiva del residente”, las condiciones bajo las cuales un MIR puede ejercer su actividad.

Así, el artículo 15.3 (“La responsabilidad progresiva del residente”) establece en primer lugar que  “la supervisión de residentes de primer año será de presencia física”. Es decir, que un residente de primer año, no puede no ya hacer algo sin el conocimiento de un superior sino que no puede hacer nada sin la “presencia física” del adjunto.

Sin embargo, recuerda Justo, “a partir del R2 no están determinadas las competencias de forma tan clara” y remite al texto publicado en el BOE.

El citado artículo establece que “la supervisión decreciente de los residentes a partir del segundo año de formación tendrá carácter progresivo”, pero no desarrolla las competencias de los residentes según su categoría de formación, sino que delega esta tarea en las comisiones de docencia.

Estas comisiones son las encargadas de elaborar “escritos de actuación para graduar la supervisión de las actividades que lleven a cabo los residentes en áreas asistenciales significativas, con referencia especial al área de urgencias o cualesquiera otras que se consideren de interés”.

Es decir, que son las diferentes comisiones las que establecen en concreto las obligaciones de los MIR