@fisiode_mente: "No se puede ser feliz viendo a 10 pacientes por hora"

Con más de 100.000 seguidores en su cuenta de Instagram, y casi dos decenas de miles en Twitter, el fisioterapeuta Jose Antonio Cortés, @fisiode_mente, usa el humor para acercar a la gente los problemas del día a día de estos profesionales. Tras el éxito en redes, pasó a las hojas de papel. En los últimos años publicó 'Fisioterapia de pareja' y 'Amor contracturado', y ahora lleva a las librerías 'Pesadilla en la camilla', ilustrado por Araceli Paz Temprano.

En Redacción Médica hablamos con el autor sobre su experiencia en redes, su trabajo como fisioterapeuta y la situación de estos profesionales en nuestro país.

¿Cuándo y cómo surgió la idea de crear un perfil humorístico en redes sociales para hablar de Fisioterapia?

Hace 5 años se me venía a la cabeza un pensamiento que resonaba cada vez con más fuerza: "Jose, necesitas cambiar de aires". Trabajaba en una clínica y tenía mi sueldito para gastármelo en cursos de formación, pero no era feliz. Así que decidí pasar página, dejar aquel trabajo y empezar a estudiar las oposiciones de mi comunidad. Entonces me surgió la idea: ¿Por qué no afianzar lo estudiado a través del humor? Y así, poco a poco y publicación tras publicación, empezó @fisiode_mente.

¿Cree que el humor es eficaz para transmitir los problemas que sufren los sanitarios?

Siempre digo que se pueden decir cosas muy serias con una sonrisa y el humor es el mejor pegamento social, una herramienta muy necesaria para aliviar, combatir y transmitir los problemas que nos rodean.

¿Ha recibido apoyo de otros fisioterapeutas por sus publicaciones?

¡A diario! Hay muchos nombres propios que me apoyaron y me siguieron desde que empecé esta aventura. Sentir su cariño y ver como vamos ampliando esta familia es algo superbonito.

¿Qué puede esperar la gente del libro 'Pesadilla en la camilla'? ¿Lo recomienda también a no fisioterapeutas?

Bueno, aunque no deja de ser una invitación a conocer el mundo de la fisioterapia, no necesariamente hay que ser fisioterapeuta para poder disfrutarlo. Es un paseo desenfadado que muestra las aventuras de una fisio por adaptarse a una realidad en la que no siempre lo que pasa en la camilla se queda en la camilla, dando lugar a situaciones surrealistas, momentos dramáticos y relaciones de amor y de amistad que duran toda la vida... o hasta que un "¿me das un masaje?" las separa.

¿Por qué elegió ese título para el libro?

Me pareció un título con gancho, breve y directo, a través del cual se intuye que en el transcurso del libro se compartirán las pesadillas que quitan el sueño a los fisioterapeutas. Además, por la cantidad de comida que nos traen los pacientes en la sanidad pública, bien podría guardar relación con el programa "Pesadilla en la cocina".

¿Cuál ha sido el momento más gracioso que ha vivido como fisioterapeuta?

Recuerdo una tarde en la que mi paciente octogenaria me trajo a su nieta para presentármela. Ella estaba convencida de que hacíamos buena pareja. Si es que en nuestra profesión las abuelas son el Tinder de los fisios.

¿Cuál es la parte más bonita y la más dura de su profesión?

Lo mejor de la fisioterapia es tratar a seres humanos y lo peor es tratar a seres queridos: que si me das un masaje, que si me puedes mirar la espalda un momento, que si a la tía Mari le duele la rodilla… ¡menuda paciencia la nuestra! Hablando en serio, para mí la parte más bonita de nuestra profesión es la profesión en sí misma. Imagina un trabajo que te permita acercarte a las personas, escucharles, tocarles y quitarles el dolor a través del movimiento y la palabra. Pues eso es la fisioterapia. Además, todos los pacientes salen por la puerta dándonos las gracias, ¿cuántas profesiones tienen esa suerte?

¿Cómo ve la situación laboral de los fisioterapeutas en España? ¿Hacen falta más de estos profesionales en la sanidad pública?

En España hay cerca de 70.000 fisioterapeutas y menos del 10 por ciento trabaja en la sanidad pública. Mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda 1 fisioterapeuta por cada 1.000 habitantes, el sistema público español cuenta con uno por cada 10.000. Lo que supone 40.000 plazas inexistentes de fisioterapeutas que deberían salir a concurso-oposición. Los tratamientos de fisioterapia acortan los tiempos de baja de los trabajadores y los de los ingresos hospitalarios, además de reducir costes a nuestro sistema de salud en cirugías o medicamentos, entre otras muchas aportaciones. Si invertir en fisioterapia es una buena estrategia y sale rentable a corto, medio y largo plazo, yo me pregunto: ¿Por qué no se hace?

En el libro menciona que "aún quedan fisioterapeutas felices", ¿qué es lo que hace feliz a un fisioterapeuta?

Lo tengo claro: unas buenas condiciones laborales y un buen equipo humano trabajando a su lado. No se puede ser feliz viendo a 10 pacientes por hora y no tener tiempo para escucharles, valorarles y tratarles como se merecen. No hay nada más duro que acabar la jornada sabiendo que no has hecho bien tu trabajo y que no esté en tu mano cambiar la situación.

¿Qué consejos le daría a los recién graduados de Fisioterapia?

Que salgan a buscar su sitio. Encontrar un buen trabajo es como ligar: no hay que conformarse con el primero que venga. Hay que tener paciencia. Que sean humildes y profesionales. Que empoderen a su paciente, nunca a su ego. Que acompañen. Que aprendan a decir que no. Que no soporten a nadie, son fisioterapeutas, no muletas. Claro que habrá días malos, días grises, días de dudas en los que se replantearán si realmente son lo suficientemente buenos o buenas o si acertaron en escoger esta profesión. Que no dejen que el peso de sus inseguridades inmovilice sus virtudes. Que confíen en su potencial, luchen por mejorar sus condiciones laborales y que no se tomen la vida demasiado en serio, porque a menudo los pacientes necesitarán que sonrían.