Miñones, entre la espada de Familia y la pared de Urgencias

El ministro de Sanidad, José Miñones, está haciendo malabarismos para que distintos colectivos médicos, con intereses opuestos, mantengan la fe en que sus aspiraciones van a ser escuchadas y atendidas. Y es que la creación del MIR de Urgencias ha levantado ampollas en las sociedades científicas que representan, entre otros, a los médicos de Familia españoles, quienes reivindican un programa formativo actualizado propio, sin una "troncalidad encubierta" de dos años con Urgencias; y auguran un aluvión de conflictos en los concursos de traslados y oposiciones del futuro. 

Pese al histórico rechazo científico-médico a la creación de la especialidad de Urgencias, el departamento liderado por Miñones publicó, el pasado 8 de septiembre, el proyecto de Real Decreto por el que se establece su puesta en marcha y se actualizan diversos aspectos en la formación de Medicina de Familia, un movimiento que desde el primer nivel asistencial califican de "político" y que llega con un ministerio en funciones que tiene poco margen de maniobra.  

Para calmar los ánimos, el Ministerio de Sanidad ha organizado sendas reuniones con Semes (Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias) y las sociedades médicas que representan a Familia (SEMG, Semergen y Semfyc). En ellas, tal y como han explicado los profesionales que han estado presentes, el ministerio se ha mostrado "receptivo" a sus demandas. Sin embargo, ¿cómo se puede 'contentar' al mismo tiempo a quienes demandan que Urgencias sea una ACE (Área de Capacitación Específica) y a quienes exigen que sea una especialidad? En la política, como en la vida, hay situaciones que te obligan a dar la cara y escoger entre dos opciones incompatibles entre sí. Y en esa encrucijada se encuentra Miñones, entre la espada de Familia y la pared de Urgencias...