María Márquez / Imagen: Adrián Conde. Valencia
La expresión más utilizada por Manuel Llombart en 34 minutos de entrevista es “sentido común”, el que intenta poner en práctica al frente de la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana, cargo que ostenta desde diciembre. Con varios frentes abiertos (concursos de servicios, simplificación de indicadores de productividad, Decreto Ley 2/2013, deuda con farmacias…), Llombart no quiere hablar de “modelos” de sanidad sino de un sistema que gire en torno al paciente y que se adapte “al 2013”, a las circunstancias presupuestarias actuales, de ahí que baraje modificar las condiciones de la gestión indirecta, sin revisar desde 2003.
El Decreto Ley 2/2013 de Prestaciones Farmacéuticas está dando mucho que hablar, e incluso se ha especulado con que existe cierta suspicacia ministerial hacia la norma, si bien Llombart responde desde la más absoluta tranquilidad que el Ministerio está del lado de la Consejería. Es la misma serenidad con la que garantiza que el presidente Alberto Fabra será el que consiga revertir la infrafinanciación estatal que arrastra esta autonomía desde hace años.
¿Cómo ha sido llegar a la Consejería en un momento en el que había un proyecto de gestión en ciernes que usted no había elaborado?
El consejero de Sanidad, en su despacho.
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La situación del país es complicada en general. Así que cualquier persona que llega a un cargo político en estos momentos sabe que hay que trabajar mucho, tener un alto grado de compromiso, y hacerlo de forma muy firme y muy seria. El hecho de que hubiese determinadas acciones que estuviesen en ese momento analizándose ha provocado que aquellas que entendimos que eran adecuadas se implementaran y las que no consideramos así, se dejasen al margen.
¿Qué destacaría de esos matices que se han cambiado con respecto a la idea del exconsejero Luis Rosado?
Se han sacado concursos generales de forma distinta a la inicial, buscando siempre la máxima eficacia y la forma de obtenerla lo antes posible. Hay otras cosas que entendemos que para el momento actual no eran la fórmula adecuada, como la figura del ‘gestor sanitario’, que no es necesario porque confiamos plenamente en los directivos de la Agencia Valenciana de Salud (AVS). Entendemos que de esta crisis vamos a salir todos juntos, con el compromiso de los 60.000 trabajadores de la AVS, y los directivos son el filtro que canalizan las acciones de esta Consejería.
En este nuevo modelo, se ha dado un papel importante a los indicadores de productividad variable…
Se trata de acuerdos de gestión que existían desde 2004. Lo que hemos hecho es simplificarlo, pasando de 119 a 48 indicadores, con una alimentación de información mensual, por lo que la Consejería tiene información casi a tiempo real de lo que está pasando en los Departamentos de Salud. Miden la asistencia, la calidad y la gestión, lo que nos permite saber cómo están funcionando los Departamentos, y qué impacto tienen las medidas que intentamos aplicar, por lo que si el problema es global en todos ellos, quiere decir que hay que corregir esa política. Es como un cuadro de mandos que tiene esta Consejería para evaluar la actividad en un momento como el que estamos viviendo.
Por otro lado, una vez que termine el 2013, esos indicadores servirán como elemento de reparto de una productividad variable en función de los resultados obtenidos por parte del personal que trabaja en los Departamentos, intentando que aquellos que hayan tenido un mayor grado de compromiso perciban una mayor parte de esa bolsa de productividad.
¿Qué importancia le otorga a la gestión profesionalizada en este nuevo modelo?
No hay ningún nuevo modelo, lo único que estamos haciendo es trabajar. Yo no tengo una varita mágica, lo único que puedo prometer es trabajo y compromiso, y sentido común, lo más importante teniendo en cuenta el difícil momento que estamos viviendo. Esta idea lleva consigo que la gestión tiene que ser absolutamente profesional, y yo creo que los 197 directivos que tenemos en los Departamentos de la Comunidad Valenciana son los mejores que podemos tener, y por tanto, entiendo que tenemos una gestión absolutamente profesional, igual que creo que los 60.000 trabajadores de la Agencia Valenciana de Salud son los mejores que podemos tener. Con el compromiso de directivos y de cada uno de los trabajadores, junto al de la Consejería, se logrará que pese a la situación difícil, salgamos adelante con el mismo sistema sanitario que teníamos cuando empezó esta situación de dificultad financiera.
Rechaza la expresión ‘nuevo modelo’…
Es que aquí se habla mucho de modelos, y al final lo que hay que hacer es trabajar, tomar acciones y que impere el sentido común para que con el esfuerzo de todos salgamos adelante y tener la mejor sanidad posible. Ese es mi modelo.
Pero sí que ha habido un punto de inflexión en las directrices de la Consejería…
Lo que el exconseller Rosado hizo, lo entendió como adecuado y lo mejor, estoy seguro, para las circunstancias que en su entorno existían en ese momento. Yo voy a hacer lo que entiendo adecuado para las circunstancias que estoy viviendo ahora. Mi ‘modelo’ no es más que compromiso, esfuerzo y sentido común, sabiendo que lo primero es el paciente y que la asistencia tiene que ser la de siempre, la mejor.
Esta nueva evaluación de la productividad es además uno de los temas que se están analizando en la Mesa Sectorial de Sanidad. Querríamos saber cómo es la relación que mantiene con los representantes de los profesionales…
Nosotros entendemos que la relación con el profesional es básica, por lo que en la Mesa Sectorial tiene que ser lo más fluida posible, siempre teniendo en cuenta que las partes tienen su posicionamiento claro, por lo que hay momentos de discusión, pero sin perder nunca el sentido común. El prisma general es conseguir salir delante de la mano del profesional. Yo quiero transmitir los menos esfuerzos posibles al profesional porque ya ha hecho muchos esfuerzos y su grado de compromiso es muy alto. Ya sean en acuerdos como los del 24 de diciembre, o los que ahora se están discutiendo, como la reordenación de recursos humanos, tenemos que buscar el diálogo y los puntos de consenso.
El Decreto Ley 2/2013 de Prestaciones Farmacéuticas ha acaparado titulares en las últimas semanas. ¿Qué opina de las reacciones que ha provocado en los Colegios profesionales y el Ministerio?
Hay distintos puntos en los que basamos la nueva prestación, como el algoritmo de decisión terapéutica, una herramienta que la Consejería pondrá a disposición de los facultativos para facilitar la prescripción, manteniendo en todo momento la libertad del facultativo. Son elementos de ayuda a la prescripción, ante los que se puede entrar en la demagogia que se desee, pero debe verse la aplicación real de los mismos. Ahora estamos terminando un algoritmo para una enfermedad de alta prevalencia, como es la dislipemia, y al final, para las estatinas que hay que prescribir para esa enfermedad, lo que da esta herramienta son guías de uso razonable ante las que el médico podrá estar o no de acuerdo. Es muy importante indicar que todas estas guías se hacen con el consenso de las sociedades científicas, no son las que la Consejería entiende, sino que son las que los representantes de los profesionales de la especialidad pertinente entienden.
En cuanto a la concertación directa, nosotros siempre valoramos como primera alternativa la concertación a través de los Colegios profesionales. Lo único que ponemos de manifiesto es que existen otras opciones y las recogemos en el Decreto. La primera opción que valoramos es la concertación con los Colegios, algo que estoy convencido de que con la voluntad de diálogo de estas entidades y de la Consejería, se va a conseguir.
Se está especulando mucho sobre un posible enfrentamiento legal entre la Consejería y el Ministerio de Sanidad…
Las relaciones con el Ministerio son muy adecuadas. Nunca ha habido ningún problema. Ellos conocen el decreto antes de su promulgación y no tengo noticia de que lo estén estudiando más allá de que lo analicen dado que, con la profesionalidad que tiene el Ministerio, si hay una nueva norma que afecta a cinco millones de españoles, es obligado que la estudien. Hasta la fecha no se ha producido ningún tipo de tensión o dudas al respecto.
¿Percibe preocupación entre los presidentes colegiales?
El consejero, durante la entrevista.
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Evidentemente, todo cambio debe ser analizado y asumido. Lo que yo les he manifestado en las reuniones periódicas es que la voluntad de esta Consejería es trabajar con los Colegios. Yo creo que el colectivo de oficinas de farmacias entenderán que es una medida propia de las circunstancias que estamos viviendo y que se va a implementar de su mano, por lo cual, dará garantías a todos.
No sé si manejan algún tipo de plazo para que el Decreto Ley esté totalmente implementado…
Son distintas medidas. A partir de implementar el algoritmo para los hiperesterolémicos se extenderán a otras enfermedades de alta prevalencia, y conforme vayamos teniéndolos, los pondremos en funcionamiento. También hay otras medidas como la dispensación a domicilio de productos sanitarios, que nunca medicamentos, buscando estructuras logísticas… etc. Estamos trabajando para ir poniendo en marcha cada una de las medidas paulatinamente. Queremos que esto se produzca lo antes posible.
En cuanto a las enfermedades sobre las que se aplicarán los algoritmos terapéuticos, ¿manejan un grupo determinado de ellas?
Se ha hablado de los dislipémicos, diabéticos, enfermedades respiratorias… Son las de mayor prevalencia, que generan un mayor consumo de fármacos. De ahí que se busque una prescripción médica lo más eficaz y eficiente posible para el paciente.
La relación de la Consejería con las farmacias también ha sido controvertida por la deuda que soportaba el sector en los últimos meses. ¿Ha llegado la calma tras la tormenta?
El año pasado hubo un tiempo de tensión por aspectos financieros, se firmó un acuerdo con las farmacias que se ha cumplido taxativamente, resolviendo la deuda generada en el ejercicio 2012. Para el presente año, se está pagando la actividad y queremos que dentro de ese acuerdo marco que vamos a firmar con las farmacias se incorpore un calendario de pagos que se pueda cumplir con la misma rigidez como con la que se cumplió el de 2012.
Siguiendo con el ámbito presupuestario, tanto usted como el presidente Alberto Fabra han manifestado en reiteradas ocasiones la necesidad de denunciar la infrafinanciación estatal que sufre la Comunidad Valenciana desde hace años...
Como el presidente Fabra ha dicho en múltiples ocasiones, es un tema que tenemos que solucionar lo antes posible puesto que aportaría una facilidad a esta Consejería para poder seguir llevando a cabo la prestación que lleva sin tener que buscar herramientas que persigan la eficiencia de la forma en la que la estamos haciendo, sino de una forma más pausada.
Nosotros contamos con un presupuesto por cápita para el año 2013 de 1.003 euros por valenciano y año, demostrando la gran sensibilidad del presidente Fabra con las políticas sanitarias, ya que el 39 por ciento del presupuesto de la Generalitat va destinado a esta Consejería. Hay otras comunidades en el país que destinando un 32 por ciento de sus partidas tienen un presupuesto por habitante de 1.618 euros. Las diferencias son enormes, pero la cartera de prestación de servicios es la misma para todos. Si todos tenemos que hacer lo mismo, pero tenemos políticas tan divergentes en cuanto a la financiación de las políticas sanitarias, a unos nos ponen la situación mucho más difícil que a otros. No queremos más que los demás, pero sí lo que merecemos. Los valencianos tienen la sanidad que se merecen, pero es verdad que ha habido decisiones en el pasado de forma coyuntural, afectando al personal de la Agencia Valenciana de la Salud, que se podrían haber eliminado. Es necesario que recuperemos la financiación que nos merecemos.
Esta misma semana, CESM-CV pedía un gran acuerdo parlamentario y que todos los agentes del sector se unan para reivindicar este problema ante el Gobierno Estatal. ¿Barajan alguna fórmula para llevar esto a cabo?
La mejor fórmula siempre es la unidad, el consenso y el diálogo. Nosotros tenemos que reivindicar lo que es nuestro, siempre desde el sentido común y el diálogo, sin adoptar posiciones de fuerza, sino haciendo entender cuál es nuestra situación. Esto lo está haciendo el presidente Fabra, encabezando el Gobierno, y cuantos más agentes sociales se unan a esta reivindicación, más potencia tendrá.
No sé si con el Gobierno estatal actual perciben más sensibilidad sobre este tema…
El presidente Fabra tiene un fluido diálogo con el Gobierno central. Y por tanto, estamos firmemente convencidos desde la Comunidad Valenciana que se llegará a la mejor solución posible para los valencianos, como no puede ser de otra forma.
Enfocándonos en el RD 16/2012, ¿qué efectos ha visto en estos meses de aplicación?
El efecto fundamental se vio en una contención del gasto farmacéutico, que hizo que gran parte de los 215 millones de euros que la Comunidad Valenciana se ahorró en 2012 con respecto a 2011, se deriva de este Real Decreto.
En la asistencia al inmigrante ilegal, la Consejería ha optado por soluciones intermedias…
Lo primero que tengo que decir es que cualquier persona que esté en este país tiene garantizada la asistencia urgente, la obstetricia y la asistencia pediátrica. A partir de ahí, el colectivo de inmigrantes irregulares sin recursos preocupa mucho a esta Consejería, se quedan en una situación de no asistencia, y lo que estamos haciendo es examinar caso por caso para prestar la asistencia sanitaria necesaria (además de los tres supuestos anteriores).
¿Se refiere a pacientes crónicos o con enfermedades más graves?
Me refiero a pacientes con situaciones difíciles. Si son pacientes agudos, le aseguro que la prestación se va a realizar.
¿Cómo ven desde aquí la polémica que se ha generado en la Comunidad de Madrid por la externalización de servicios? Siempre está en el debate el Modelo Alzira... Por otro lado, la UGT ha elaborado un informe en el que relaciona este modelo de gestión con un aumento del índice de mortalidad.
La asistencia sanitaria derivada del modelo de gestión indirecta es incuestionable, puesto que llevamos trabajando con este modelo desde 1999 y las encuestas de satisfacción y las evaluaciones de calidad que se realizan desde la Consejería son altísimas. Por tanto, en este caso, cualquier informe que diga lo contrario, no es más que un documento demagógico y totalmente desmesurado en cuanto a las informaciones que se han difundido.
La participación público-privada funciona en la sanidad desde antes de que se crease el modelo autonómico, porque en los años 70 ya existían entidades que trabajan para la Administración sanitaria que no pertenecían al sector público. Una cosa es el modelo concesional y otra la colaboración público-privada, que parece que se ha inventado con el modelo, cuando lleva trabajando así en este país hace muchos años.
En marzo de 2003, entendimos que la gestión de los hospitales sin aportar la gestión de la Atención Primaria de los Departamentos no podría funcionar, por tanto, cambiamos el modelo. Y a partir de ahí, hemos trabajado incorporando nuevos departamentos a la gestión indirecta. Ahora, estamos en un momento en el que entendemos que tenemos que revisar el modelo para llegar, como alguien dijo en una reunión, ‘a la versión 3.0’, para adaptarla a las circunstancias que estamos viviendo, pero siempre sin perder lo que nos ha aportado: un sistema distinto de gestión donde el perceptor del servicio no tiene por qué saber qué tipo de gestión se realiza. Cómo gestionemos la sanidad es un problema nuestro. Por otro lado, hay que seguir buscando un ahorro para la Administración, para lo que tenemos un consenso con todos los actores en este rol.
Así que no percibe por ahora que afecte la polémica en Madrid a la confianza del paciente valenciano…
El tema de Madrid es el tema de Madrid. Sobre la Comunidad Valenciana, ningún paciente se ha cuestionado ningún tipo de confianza en el sistema. Otra cosa es que estemos hablando para ver si cabe una modificación del modelo para que se adapte al 2013, puesto que desde el 2003 no se han modificado los pliegos, y en 10 años en este país han pasado muchas cosas. Esto es algo que tienen absolutamente claro los agentes externos que trabajan en el modelo concesional. Fuera de todo esto está el paciente, que en ningún caso percibe tensión en el servicio sanitario y que valora de forma muy positiva la sanidad que se le presta en los Departamentos de Salud.
En cuanto a esta revisión del modelo de la que habla, ¿ya ha comenzado?
Nos estamos reuniendo periódicamente para saber de qué forma podemos adaptar y mejorar los pliegos para que sean más adecuados a este momento.
¿Tiene algún punto en mente que desearía modificar?
No. Estamos todavía en reuniones muy iniciales.
Para finalizar, querríamos saber qué reto prioritario tiene para este año.
Es un año de dificultad presupuestaria en el que estamos convencidos de que vamos a trabajar muy duro, con mucho esfuerzo, mucho compromiso, y aplicando el sentido común para conseguir que los valencianos tengan el sistema sanitario que se merecen, que es el que tienen ahora mismo. Es un reto que además doy por conseguido, porque no puede ser de otra forma.
El consejero de Sanidad, Manuel Llombart, con la redactora María Márquez.
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