La iniciativa, bautizada STARR, fomenta la autogestión de los pacientes que han sufrido ictus a través de la tecnología



25 ene. 2016 16:59H
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Redacción. Vitoria
El Servicio de Salud vasco (Osakidetza) participa, junto al instituto de investigación Biocruces, en un proyecto con financiación europea dirigido a apoyar en la toma de decisiones y el automanejo a personas supervivientes de ictus, según ha informado este lunes la Consejería de Salud.

Hospital de Cruces, en Barakaldo.

La Unión Europea concentra gran parte de sus actividades de investigación e innovación en el Programa Marco que, en esta edición, se denomina Horizonte 2020 (H2020), de manera que se proporciona financiación en el período 2014-2020 a distintos proyectos para abordar los principales retos sociales, promover el liderazgo industrial en Europa y reforzar la excelencia de su base científica.

El proyecto en cuestión ha conseguido una financiación de 357.102 euros dentro de este programa y se llevará a cabo entre el 1 de febrero de este año y enero del 2020. 

El proyecto se centrará en el Hospital de Cruces de Barakaldo, ya que participan al alimón la OSI (organización sanitaria integrada) de la Margen Izquierda, Encartaciones y Hospital de Cruces y el Instituto de Investigación Biocruces. La iniciativa se denomina ‘Sistema de apoyo en la toma de decisiones y el automanejo para supervivientes de ictus (Decision Support And Self-Management System For Stroke Survivors, STARR)’, está liderada por la doctora Leire Ortiz, del servicio de Medicina Física y Rehabilitación, y cuenta con el apoyo de Telefónica Health.

El Proyecto STARR se centra en el desarrollo de un sistema de autogestión y de apoyo a la toma de decisiones para los pacientes que ha sufrido un ictus a partir de la información sobre su vida cotidiana obtenida mediante una serie de sensores que monitorizan su actividad diaria y de cuestionarios, han explicado sus responsables.

El objetivo de esta iniciativa es conseguir “una mejor prevención”  y una reducción del número de accidentes cerebrovasculares secundarios, así como potenciar el autocuidado y la comunicación entre paciente, familia y médico, además de diseñar una plataforma “sencilla de usar y de integrar en el sistema informático de salud”, favorecer la adherencia al tratamiento y al seguimiento y evaluar la utilidad y accesibilidad del sistema.

El sistema estará integrado por “modelos predictivos computacionales sobre los factores de riesgo de sufrir un derrame cerebral secundario, objetos conectados y wearables, y una plataforma de servicios para la tele-rehabilitación y la evaluación emocional del superviviente de ictus”, ha señalado Osakidetza.
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