Emilio González Parra y Clotilde Vázquez Martínez.
La vitamina D tiene múltiples ventajas para la salud de las personas: mejora el funcionamiento del sistema inmunitario, facilita la absorción de calcio y fósforo -minerales que benefician a los huesos y músculos-, mejora el control glucémico y favorece varios de los procesos químicos importantes para el organismo. Teniendo en cuenta estas cualidades y la necesidad de ampliar su conocimiento en la comunidad médica, el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz ha organizado recientemente el curso ‘Visión Multidisciplinar del Uso de la Vitamina D’, con dos encuentros destinados al intercambio de conocimientos y enfoques que las distintas especialidades tienen sobre esta vitamina y su impacto en la salud. En la formación han participado especialistas de los servicios de Endocrinología, Geriatría, Medicina Interna, Cardiología, Rehabilitación, Oncología, Reumatología, Hematología, Ginecología y Nefrología del hospital madrileño.
Emilio González Parra, especialista del Servicio de Nefrología e Hipertensión de la Fundación Jiménez Díaz, asegura que la vitamina D se utiliza con frecuencia debido a sus efectos sistémicos, pero que, “sin embargo, solemos desconocer los motivos por los que se usa en otras especialidades”. Por ello, el curso, acreditado por la Universidad Autónoma de Madrid, ha permitido a sus asistentes “enriquecer los conocimientos sobre esta vitamina, aprender nuevos usos y conocer un poco más la práctica clínica de su utilización”.
Beneficios integrales
Tal y como afirma el nefrólogo, las ventajas de la vitamina D son múltiples y tienen impacto en todos los aparatos del organismo; sobre todo, es vital para la adecuada regulación del sistema endocrino. En este sentido, Clotilde Vázquez Martínez, jefa del Departamento de Endocrinología y Nutrición del centro hospitalario, explica que este nutriente “es el actor principal en todas las enfermedades del metabolismo, calcio y fósforo y, en particular, de la patología de las glándulas paratiroides”. Además, afirma que “la vitamina D doblemente hidroxilada es considerada una auténtica hormona que interviene en multitud de procesos, incluidos los fenómenos intranucleares relacionados con la expresión génica”.
Y es que, aunque la vitamina D es fundamental para mejorar la sintomatología de diversas enfermedades, la endocrinóloga considera que, “en toda la patología renal y de las glándulas paratiroides, juega un papel crucial”. Su déficit se asocia al desarrollo o empeoramiento de enfermedades endocrinas, como la diabetes tipo 1 o tipo 2, la obesidad y las enfermedades tiroideas autoinmunes. Por ello, el curso se ha dirigido a especialidades en las que la falta de esta vitamina se asocie a alguna patología o donde juegue un papel en la prevención y el tratamiento de las enfermedades que aborde cada área.
Estrategias terapéuticas
González Parra explica que existen múltiples estrategias en la utilización de la vitamina D y especifica: “Se puede usar la vitamina D nativa, que es la manera más fisiológica, en dosis diaria o semanal -en España se usa calcidiol, que es menos fisiológico-; y también se pueden utilizar moléculas activas como el calcitriol, que no se emplea de forma habitual por su toxicidad”.
En principio, la vitamina D no implica contraindicaciones, siempre que se monitorice su administración. Como ejemplo de esta recomendación, el especialista comenta que este nutriente es liposoluble y puede ocasionar la acumulación de hormonas, con una consecuente intoxicación. “Si esto ocurre, debe suspenderse su administración y esperar la eliminación. No se puede tomar de manera incontrolada”, advierte.
Otro ejemplo de estrategia de uso quedó reflejado en un estudio realizado el año pasado en el Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD) que demostró que los niveles más altos de vitamina D se asocian con un menor riesgo de evolución negativa por la Covid-19. Además, González Parra resalta su efecto beneficioso frente a infecciones, tumores y problemas cardiovasculares, por lo que ayuda a reducir la mortalidad.
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