El Chuvi, referente en el uso de botox para combatir las secuelas del ictus

El Complejo Hospitalario Universitario de Vigo se ha convertido en una referencia en España en el uso de la toxina botulínica en músculos de difícil acceso como técnica para combatir la espasticidad en pacientes con secuelas de ictus.

“La toxina botulínica se usa desde hace tiempo en todos los hospitales para combatir la espasticidad, pero la novedad de lo que hacemos aquí es utilizarla en músculos que son de muy difícil acceso”, explica Javier Juan, jefe del servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Chuvi con sede en el Hospital Meixoeiro.


En este servicio se utilizan técnicas avanzadas con infiltraciones ecoguiadas de toxina botulínica en pacientes con secuelas de ictus (es una de las causas de la espasticidad), que permiten llegar a zonas musculares que son inaccesibles mediante las técnicas normales. 


La toxina botulínica relaja el músculo que está rígido, permitiendo que pueda recuperar, de forma paulatina, algún movimiento. De ahí la ventaja de acceder con la infiltración a las zonas musculares más recónditas. 



Más de 20 procesos a la semana

Este servicio realiza cada semana casi una veintena de procedimientos con técnicas avanzadas ecoguiadas a pacientes con diversos grados de espasticidad.  

Entre 6 y 8 de ellos presentan espasticidad compleja que precisa procedimientos ecoguiados en músculos de difícil acceso o técnicas avanzadas con toxina botulínica, y unos 10 semanales padecen espasticidad moderada o severa que necesitan procedimientos de infiltración ecoguiados con toxina botulínica simples. 

Taller


El pasado viernes se realizó en Vigo un taller práctico sobre esa técnica, al que asistieron 14 especialistas de hospitales de toda España, que vieron y conocieron las técnicas avanzadas que se usan en este servicio .“El Chuvi forma parte de este programa formativo como centro de excelencia para toda España en este campo”, afirma Javier Juan.


Esta dolencia se produce cuando los músculos se vuelven tensos o rígidos. Los reflejos en las extremidades suelen ser mucho más fuertes o exagerados de lo normal y también puede interferir en la capacidad para caminar o en el movimiento en general. La causa suele ser un daño en la parte del cerebro involucrada en movimientos bajo su control.