Redacción. Barcelona
Un total de 48.079 catalanes se han inscrito en el Registro de voluntades anticipadas desde que se puso en marcha en 2002, con un documento en el que dejan por escrito cómo deben de ser atendidos en caso de enfermedad incurable.
Los datos, consultados en una pregunta parlamentaria al conseller de Salud de la Generalitat, Boi Ruiz, por parte de la diputada del PSC Marina Geli, reflejan que solo en 2012 se inscribieron casi 6.300 personas, lo que representa que cada día se producen 16 nuevas incorporaciones.
El registro catalán se integra en el Registro Nacional de Instrucciones Previas (Rnip) español, del que se extrae que el 31,5 por ciento del total estatal corresponde a Cataluña.
El 43,8 por ciento de los inscritos tienen más de 60 años, la mayoría son mujeres y hasta el 55 por ciento de los documentos se han elaborado ante notario, si bien también es posible hacer el trámite en presencia de tres testigos.
Los documentos depositados en el registro son accesibles para cualquier médico de España, y Salud lleva a cabo acciones informativas para dar a conocer esta posibilidad entre asociaciones de pacientes y profesionales sanitarios.
El registro de voluntades anticipadas garantiza por tanto que la persona recibirá el tratamiento médico deseado, pese a no estar enfermo en el momento de redactarlo, adelantando así cómo se quiere que sea la propia muerte.
El escrito, que puede ser modificado o anulado en cualquier momento, debe ser respetado por los profesionales sanitarios siempre y cuando las instrucciones no vayan en contra de la ley o de las buenas prácticas médicas.