Javier Barbado. Madrid
La jefe del Servicio de Epidemiologia del Hospital Vall d’Hebrón de Barcelona, Magda Campins, se ha erigido en portavoz del Colegio de Médicos de Barcelona en el polémico asunto de la vacuna de la varicela con epicentro en el Ministerio de Sanidad, y, en este sentido, ha criticado la actuación del departamento que encabeza Ana Mato y de la Agencia Española del Medicamento calificándola de poco transparente e incluso carente de justificación científica.
Magda Campins.
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Desde su punto de vista –que se hace extensivo al de la entidad colegia que preside Jaume Padrós–, no se cuestiona que se decida incorporar o no en el calendario vacunal sistemático de los niños menores de 12 años esta vacuna, pero sí que se imposibilite su adquisición en las farmacias si, por ejemplo, un pediatra de una consulta privada la prescribiera.
Para Campins la posición del Ministerio de Sanidad respecto a la vacuna de la varicela ha generado alarma de forma innecesaria entre la población e incluso entre los profesionales, desconocedores ambos de las razones por las que se deja de poder comprar el medicamento en las oficinas de farmacia y que, en consecuencia, pueden pensar que no es segura o que produce efectos secundarios o indeseables.
En cualquier otro país de Europa –ha incidido– no se da esta absurda situación por cuanto el servicio público de salud financia o no la vacuna para los menores de 12 años pero en modo alguno impide que se adquiera en las farmacias si el pediatra privado la considera indicada.
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