Redacción. Barcelona
El Hospital General de Cataluña ha incorporado la radiofrecuencia para la ablación de nódulos tiroideos benignos, técnica que reduce su tamaño entre un 80 por ciento y un 93 por ciento durante un periodo de tiempo variable entre seis y doce meses, y con un porcentaje de éxito terapéutico próximo al cien por cien.
Xavier Mate, director del Hospital General de Cataluña de Quirónsalud.
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Además, el procedimiento disminuye los síntomas previos en la casi totalidad de los casos. Además, posee una tasa de complicaciones inferior al 3 por ciento, y la casi totalidad de los pacientes con función tiroidea normal la conservan y, en los casos de hipertiroidismo, la mejoran.
Para formar a especialistas en esta técnica del Hospital General de Catalunya, Sagrado Corazón Hospital Universitario y la Clínica del Vallès, el viernes 9 de octubre se celebró, en el hospital referido, una jornada sobre radiofrecuencia en nódulos tiroideos benignos. El encuentro fue organizado por JJP Hospitalaria en colaboración con Health Diagnostic y el Hospital General de Cataluña.
La jornada se ha estructurado en clases teóricas y prácticas. En las clases teóricas se estudiarán los conceptos básicos de la RF así como la técnica del procedimiento moving shot y las indicaciones y contraindicaciones del procedimiento. El curso consta de varias sesiones de casos reales de ablación de nódulos tiroideos benignos y clases prácticas con el simulador virtual del proyecto Ecomedpad.
Se estima que alrededor del 50 por ciento de la población adulta mundial tiene al menos un nódulo tiroideo, una masa anormal de tejido localizada en el cuello. En la actualidad, tan solo en España, se diagnostican más de 46.000 nuevos casos, de los cuales el 85 por ciento son benignos.
Técnica alternativa menos invasiva
Aunque la cirugía se postula como un tratamiento seguro para la mayoría de los pacientes, ésta lleva consigo entre un 0,3 por ciento y un 10 por ciento de complicaciones. En la última década se han desarrollado diversas alternativas menos invasivas, de las cuales la ablación por ondas de radiofrecuencia (ARF) es hasta la fecha la más prometedora.
A diferencia de la cirugía, la ablación por ondas se ejecuta con anestesia local, por lo que su realización lleva poco tiempo, no necesita hospitalización, no deja cicatriz, permite reincorporarse a la actividad habitual casi de inmediato, no produce hipotiroidismo, posee menos riesgos de alteración de la voz y reduce los problemas con la absorción de calcio. Además, resulta ideal para pacientes con riesgo quirúrgico o que no deseen someterse a una intervención quirúrgica y se puede realizar durante el embarazo, la lactancia y en pacientes que llevan implantado un marcapasos.
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