La consellera de Salut de la Generalitat de Catalunya, Olga Pané.
El Departament de Salut de Cataluña cifra en
39,3 millones de euros el gasto sanitario que supone la asistencia médica a ciudadanos de otras comunidades autónomas. La consellera de Salut,
Olga Pané, ha facilitado a través de una respuesta parlamentaria la evolución de los recursos económicos que supone la
atención sanitaria a pacientes de otras regiones de España desde 2016.
El gasto del Servei Català de la Salut (CatSalut) en atención médica de ciudadanos de otras comunidades autónomas, cuestión por la que ha preguntado la diputada de Vox María Elisa García,
ha ascendido de 23,1 millones de euros en 2016 a rozar los 40 millones de euros en
2023, el último año del que se dispone información, ya que aún no se tienen datos de 2024.
La fuente de información es el Fondo de cohesión sanitaria -para la atención hospitalaria- y del Fondo de garantía asistencial -para visitas de Primaria y recetas médicas-, que "son los
mecanismos establecidos por el Ministerio de Sanidad para
regular los flujos de pacientes entre comunidades autónomas", según ha detallado Pané.
Atención médica a europeos
Pané también ha dado las cifras del gasto del CatSalut en
atención médica de ciudadanos de otros países europeos desde 2016. En este sentido, el gasto generado por los colectivos que han usado los servicios sanitarios públicos de Cataluña en 2024 mediante la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) es de
16,9 millones de euros, una "facturación provisional".
La Tarjeta Sanitaria Europea tiene validez en 31 países: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Suecia, Reino Unido, Suiza, República Checa y Chipre.
A diferencia del gasto generado por pacientes desplazados de otras comunidades autónomas, que desde 2016 siempre ha ido en aumento, el que supone la atención médica de ciudadanos de otros países de la Unión Europea
ha experimentado variaciones a la baja y a la alza, marcadas por la pandemia y las restricciones de movilidad.
Así, el gasto del CatSalut en atención médica de ciudadanos europeos mediante la Tarjeta Sanitaria Europea experimentó su pico en 2016, con 20,7 millones de euros. Los siguientes años fue disminuyendo hasta registrar
en 2020 la cantidad más baja de los últimos nueve años, con seis millones de euros. Desde entonces, el gasto sanitario ha vuelto a aumentar.
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