Redacción / Imagen: ICAL. Valladolid
El consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado, ha hecho este lunes balance de la actividad hospitalaria en los centros de Castilla y León durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre, en los que no ha habido problemas con los ingresos desde los servicios de Urgencias. Sáez Aguado ha recordado, también, que la finalidad de las medidas de gestión de camas es la de optimizar los recursos y lograr la máxima eficiencia.
El consejero de Sanidad, Antonio Sáez Aguado; y Eduardo García Prieto, gerente regional de Salud.
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El índice global de ocupación de los hospitales de la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) durante los meses de verano –junio, julio, agosto y septiembre- ha sido de un 74,8 por ciento sobre el total de las camas funcionantes, es decir, de las camas que han estado en disponibilidad de ocupar y sin contar aquellas que se han mantenido en reserva. Durante estos meses no ha habido que suspender ninguna intervención quirúrgica por elevada ocupación de las camas ni se han experimentado problemas en ningún centro con los ingresos desde los respectivos servicios de Urgencias.
En total, se han mantenido en reserva un promedio de 476 camas hospitalarias. Pese a ello, otras 1.523 camas no se han ocupado como consecuencia de la reducción de las necesidades de hospitalización en este período.
El consejero ha recordado que, tal como se ha explicado desde un primer momento, en el caso de que algún hospital tuviera necesidad de reabrir las camas que había dejado sin utilizar por aumento de la demanda se haría inmediatamente; el Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero, en Burgos, ha sido el único que tuvo que adelantar unos días la apertura de camas reservadas en verano.
Según los datos presentados por el consejero en los meses estivales los datos de ocupación son menores, sobre todo por dos razones: una de carácter clínico, como es la descompensación o agravamiento de diversas patologías durante las épocas de otoño y de invierno, y otra vinculada a la menor actividad en esos meses. La finalidad de estas medidas de gestión de camas es, por tanto, la de optimizar los recursos y lograr la máxima eficiencia.
En este sentido la Consejería de Sanidad ha recordado que en la actualidad los centros hospitalarios miden su eficiencia más que por el número de camas por los procesos de ambulatorización, que suponen menores necesidades de camas para atender al mismo número de pacientes.
En Castilla y León se realizaron el año pasado 200.928 sesiones en hospital de día, lo que sería igual a necesitar 550 camas si esos tratamientos se hubieran realizado en régimen de hospitalización. Asimismo, se realizaron 67.241 intervenciones quirúrgicas ambulatorias, equivalentes a la necesidad de 736 camas si esas operaciones hubieran requerido hospitalización. La mejora en el funcionamiento de consultas ambulatorias, de consultas de alta resolución y de algunas otras iniciativas hacen que sean necesarias menos camas para atender a la misma población.
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