El consumo diario de alcohol en la comunidad está por encima de la media nacional



25 oct. 2014 19:59H
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Redacción. Santander
La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales ha puesto en marcha en Atención Primaria un programa de abordaje del consumo de alcohol, dirigido a identificar y atender a los bebedores moderados o de riesgo, y desarrollar intervenciones con algunos consumidores dependientes.

Según informa el Gobierno regional en nota de prensa, el motivo de centrar este programa principalmente en las personas que no son dependientes del alcohol es su mayor facilidad para reducir o parar el consumo, ya que, una vez que se ha desarrollado la dependencia, dejarlo es más difícil y puede requerir tratamiento especializado.

Además, aunque los tratamientos del consumo de alcohol tradicionalmente se han dirigido a las personas dependientes, los datos señalan que la mayor parte de los problemas relacionados con el alcohol se producen en personas que realizan un consumo de riesgo o perjudicial.

Según la encuesta de Incidencia del Consumo de Drogas en Cantabria del año 2011, el consumo experimental (alguna vez) y el diario de alcohol están por encima de la media nacional, mientras que los consumos, tanto del último año como del último mes, son inferiores.

El programa también aprovecha la "cercanía, proximidad y confianza" que los profesionales de Atención Primaria transmiten a sus pacientes a través de un contacto más continuado y el modelo de intervención basado en la prevención y en el control de los principales factores de riesgo de la enfermedad, entre los que se incluye el consumo de alcohol.
Tal y como se refleja en las encuestas realizadas en los últimos años en Cantabria, los profesionales sanitarios son una de las vías preferidas por los jóvenes para ser informados acerca del alcohol y sus consecuencias.

En cuanto al abordaje del consumo de alcohol, este programa se basa en el consejo sanitario y en la intervención breve durante 15-20 minutos. El impacto principal de estas intervenciones consiste en una toma de decisión y un compromiso para el cambio por parte del paciente.

Según las estimaciones, la intervención breve puede reducir en un 25 por ciento el consumo perjudicial o de riesgo; son igual de efectivas en hombres y mujeres independientemente de su edad, y no existen evidencias que generen efectos adversos como incomodidad o insatisfacción en los pacientes.

Aunque todos los profesionales de Atención Primaria forman parte de este programa, el papel de la enfermería en la identificación de bebedores de riesgo y en la intervención breve es "cada vez más relevante".

Cuestionario sobre consumo

La inclusión de pacientes en este programa se lleva a cabo mediante un cuestionario sobre los hábitos alcohólicos y consumo de alcohol. En función del resultado, se clasificará a los pacientes en abstemio y consumidor de bajo riesgo, consumidor de riesgo, consumidor perjudicial y dependiente.

El abstemio y consumidor de bajo riesgo recibirán educación sobre el alcohol y sus riesgos.

En el caso de consumidores de riesgo, se informa al paciente de forma personalizada sobre los riesgos para su salud y la necesidad de adoptar un cambio de hábitos, adaptando la duración del proceso a los rasgos de cada persona e implicando al paciente en la toma de decisiones.

En el caso del consumidor perjudicial, la actuación se lleva a cabo a través de la intervención breve, cuyo objetivo es reducir el impacto de los daños derivados del consumo de alcohol y lograr convencer al paciente de tomar una decisión para cambiar de hábitos.

La intervención se adaptará al estadio en que se encuentre cada persona: precontemplación, contemplación, preparación, acción, mantenimiento o recaída. En cada una de estas fases se establecerán estrategias, teniendo en cuenta que las personas pueden avanzar o retroceder en los diferentes estadios.

El Programa de Abordaje del Consumo de Alcohol también contempla la atención de pacientes con síndrome de dependencia alcohólica, tanto desde su diagnóstico y evaluación como desde su asistencia y tratamiento.

Entre los requisitos para manejar este tipo de pacientes en Atención Primaria, se incluyen la existencia de una persona responsable que le acompañe en todo momento, ausencia de problemática social o familiar grave, ausencia de patología psiquiátrica asociada (depresión, ideación suicida o politoxicomanía), ausencia de patología orgánica severa y que no exista evidencia de riesgo de síndrome de abstinencia grave.

Si no se cumplen estos factores o no se logra la adherencia de los pacientes al programa, serán derivados a los recursos de Atención Especializada.
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