Nuria Gayán Margelí, directora general de Salud Pública del Departamento de Sanidad de Aragón.
La
Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria, en la que participan las comunidades autónomas, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) y la dirección general de Salud Pública del
Ministerio de Sanidad, va a crear un grupo de trabajo, a propuesta de
Aragón, para estudiar los
riesgos de las bebidas energéticas o energizantes y analizar la conveniencia de las posibles medidas normativas sobre su venta a menores de edad.
La directora general de Salud Pública del Gobierno de Aragón,
Nuria Gayán, ha propuesto crear este grupo de trabajo, en la última reunión de la Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria y que esta comunidad autónoma forme parte del mismo. La previsión es que se constituya
en el seno de la citada Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria, que dirige la Aesan, porque es el mejor foro desde el punto de vista competencial.
La Xunta de Galicia ha sido la primera región en poner
coto al consumo de bebidas energéticas entre los más jóvenes,
prohibiendo directamente la ingesta de estos productos a los mentores de edad. La propuesta ha sido muy bien acogida por
la mayoría de las comunidades autónomas y el Gobierno central. Entre ellas, Castilla-La Mancha, Castilla y León, la Comunidad Valenciana, Aragón y La Rioja.
Buscar un criterio sanitario común entre autonomías
La directora general de Salud Pública ha subrayado lo adecuado de tratar de alcanzar una
postura común en lo que se refiere a la
prohibición de la venta de este tipo de bebidas a menores, bien de todas o de algunas de ellas, según su composición. “Hemos de valorar cuál es la mejor opción y si es posible una toma de postura consensuada y lo más homogénea posible, porque el criterio sanitario es el mismo en todo el territorio nacional y también para
respetar la unidad de mercado en nuestro país”, ha comentado Gayán.
La directora general ha añadido que en estos momentos ya se posee información, aunque se puede ampliar, sobre los
efectos negativos que las bebidas energéticas tienen en los adolescentes, dado que poseen un alto contenido en cafeína y otros excitantes, lo que produce “una
sobreestimulación de su sistema nervioso y cardiovascular, que puede dar lugar a problemas de salud, como
alteraciones de los patrones del sueño, vómitos, diarreas, palpitaciones, dolores de cabeza o convulsiones”.
Esto supone la generación de afecciones en los sistemas nervioso, cardiovascular y metabólico a edades tempranas, en las que todavía
el organismo no tiene la madurez de una persona de edad más avanzada. La directora general ha resaltado la importancia de crear este grupo de trabajo en un momento en el que existe "inquietud social" y "preocupación" por parte de las autoridades sanitarias por el
consumo de estos productos en adolescentes.
Gayán también ha adelantado que si este grupo de trabajo
avanza muy lentamente o no se llega a una postura o unas recomendaciones comunes, Aragón fijaría su postura a partir de las cuestiones que se vayan clarificando en el mismo. Además, Gayán ha manifestado que en
este debate y estudio de riesgos y posibles regulaciones “vamos a tener en cuenta al sector”, no solo para escucharlo y que conozca y participe de lo que las autoridades puedan ir regulando, sino para proponerles ciertas buenas prácticas, en el marco de su responsabilidad social.
“Han de impulsar sus propias iniciativas y, cuando
participen o promocionen eventos deportivos o de otro tipo, no incitar al consumo en edades tempranas”, ha apostillado la responsable de Salud Pública.
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