Según ha informado el Complejo en una nota, esta iniciativa consiste en valorar el listado completo y exacto de los tratamientos previos con la prescripción médica de cada uno después de ser ingresados, trasladados o dados de alta, y se ha organizado en tres etapas, que constan de un primer periodo de formación, una segunda fase piloto para perfeccionar el sistema y una última de aplicación en las Unidades de Cirugía General y Medicina Interna de este centro del Servicio Andaluz de Salud (SAS), para lo que se ha creado también una comisión multidisciplinar.
En concreto, la primera fase de este programa ha estado centrada en la formación de diferentes profesionales sanitarios, tanto farmacéuticos como enfermeros y médicos, y se ha desarrollado ya a través de cursos acreditados y adaptados en contenidos y horarios a estos profesionales sanitarios, para garantizarles una formación específica en esta materia.La fase piloto de este proyecto comenzó el pasado mes de enero con la colaboración de un número reducido de pacientes ingresados en la UGC de Cirugía General, lo que "permitirá detectar posibles mejoras". Así, un farmacéutico realiza entrevistas a estas personas para recoger información y poder después realizar un análisis comparativo de la medicación que tomaban en sus domicilios y tras ser hospitalizadas. Si se detectan "discrepancias no justificadas" son consultadas con su médico de familia y, una vez resueltas, son comunicadas tanto al paciente como al resto de profesionales sanitarios implicados.
Este programa, cuya tercera fase se estima que comenzará a implantarse a principio del próximo mes de marzo, supone, además de "beneficios para los pacientes", un "ahorro de costes", porque al identificar errores de medicación que provocan daños, "reduce la necesidad de recursos para subsanar las complicaciones derivadas, como por ejemplo los reingresos hospitalarios".El instituto para el uso seguro de medicamentos estima que el 50 por ciento de los errores de medicación y el 20 por ciento de los efectos adversos a fármacos podrían eliminarse con una correcta conciliación de la medicación.