Ethan Lindenberger. Fuente: radio NPR.
“Mis padres son un poco estúpidos y no creen en las
vacunas. Ahora que tengo 18, ¿dónde puedo vacunarme?”. Así de impactante era la reflexión que hacía
Ethan Lindenberger en un
foro de internet hace apenas dos meses en el que reclamaba ayuda. Finalmente, este joven de Ohio ha comenzado a
vacunarse ahora de enfermedades como el
VPH, la
hepatitis A y B o la
gripe porque sus
padres han estado (y están) en contra de la vacunación.
Según publica la
cadena de radio pública estadounidense (NPR), al instante de cumplir los 18 años, Ethan hizo la publicación en Reddit, que así es como se llama el foro, pidiendo auxilio e información sobre
cómo administrarse las diferentes vacunas. “Ahora soy un estudiante de último año en la escuela secundaria con coche, licencia y mi propio dinero. Asumiría que puedo conseguir las vacunas por mi cuenta”, relataba en el post.
Los padres de Ethan son antivacunas y siempre han tenido la teoría errónea de que están
relacionadas con el autismo o que causan daño cerebral. En un primer momento, los progenitores sí que decidieron
vacunar a sus hermanos mayores pero cuando descubrieron que no tenían la obligación decidieron no vacunar al resto de sus cinco hijos menores, entre los que se encuentra Ethan. “Dios sabe cómo sigo vivo”, llegaba a decir en el post el propio Linderberger.
"Mi madre lo vio como un gesto de rebelión y no miró por mi propio bien ni por el de las personas que me rodean"
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Durante toda su infancia, escuchó de su propia madre que las vacunas eran malas y que tenían
efectos secundarios negativos sobre la salud. “Se piensan que son algún tipo de ardid del Gobierno”, escribía Ethan en el foro. En esa época el adolescente consideraba que era lo normal, pero fue años más tarde cuando los profesores de su escuela empezaron a hablarle de la importancia de la vacunación. De hecho, llegó a hablar con sus amigos y se sorprendió al descubrir que todos hubían sido
inmunizados.
Después de todo esto le 'picó' la curiosidad sobre los
beneficios de las vacunas y se dedicó a ver debates y consultar en redes sociales. Fue entonces cuando al manejar tanta información empezó a cuestionar lo que toda su vida su madre le había estado diciendo. “Cuando empecé a buscar yo mismo me di cuenta de que
había más pruebas en defensa de las vacunas”, confesaba así a uno de los periodistas de la NPR.
No cuestiona el amor de su madre, pero sí su juicio
Cuando decidió vacunarse, Ethan mostró a su madre determinados estudios en los que se corroboraba la
seguridad y eficacia de las vacunas. “Su respuesta fue: eso es lo que quieren que pienses”, contaba.
La negación en rotundo de su madre no le ha importado a Ethan ya que él ha comenzado a vacunarse de determinadas enfermedades y, por lo que parece, seguirá haciéndolo. “Ella lo vio como un gesto de rebelión y no miró por mi propio bien ni por el de las personas que me rodean”, argumentaba.
Ahora ya es
legalmente adulto (la capacidad de un menor para vacunarse varía según las leyes de cada estado) y la madre no puede impedirle que se vacune. Ella ya
no puede controlar la decisión de su hijo aunque sigue intentando convencerlo de que no continúe. Ethan revela que no cuestiona el amor que su madre siente hacia él o hacia sus hermanos, pero sí su juicio.
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